Archivo de febrero 2013

28
Feb
13

Badman

Super Dición



En la vetusta y mustia ciudad de Nigotham, ha surgido un nuevo superhéroe.


Se las tiene con el poder, con diurnidad y alevosía.


Es un relaciones públicas inigualable. Su labia es irresistible.




Es el jugo de todas las salsas. Un llanote. Un seductor nato. Se llevaría bien con el mismísimo diablo.


Trabaja entre bambalinas, pero tiene línea directa con la cabeza del estado, a quien regala y recompra regalos, y con quien comparte correrías.


Se define como «liberal«, pero ha levantado un gran pastel empresarial a costa del dinero público.


Y le gusta al punto subvencionado.


Atento y servicial, este superhéroe responde al nombre de Barman.


Barmanmania


Tacita a tacita, estimula parlamentos nacionales y regionales, ministerios, teatros, hospitales, tanatorios, el mismísimo palacio presidencial y hasta algún sindicato.


Su azucarada seducción con los que ocupan lo más alto de la pirámide social, se deshace sólo un poco más abajo.


La gente que ha trabajado y trabaja para él, le acusa de ser arrogante y soberbio con los que están por debajo suyo.


Al punto de que, en 2012, fue condenado por modificar injustificadamente las condiciones de trabajo de sus empleados.


Barman posa


En efecto, es un anti-Robin Hood.


Un artero que se lo quita a sus empleados, para dárselo a sí mismo, y para financiar su partido político favorito.


Un tipo frío que se frota las manos con los «brutales cambios» del gobierno de sus amores: unos «imprescindibles» recortes sociales, adelgazamiento de la administración pública y reducción de los gastos sanitario, educativo y de transporte público.


Un astuto artillero que tira los precios en los concursos, y vende barato sólo a quien podría permitirse pagarlo caro.


Estas y otras artimañas, hacen que Barman sea, en realidad, un antihéroe, la antimateria del superhéroe clásico


Dicho en neolengua globalizada: un superhéroe de las élites neo y socioliberal.


Super fluos


Pero, como todo superhéroe, lleva una doble vida.


Se desdobla en el turno de noche.


Es otro.


Si de día sale escopetado de cacería, y es propietario de una coctelería, de noche se convierte en un encopetado decantador y consumidor de cóctels.


El gañán de modales toscos del día, se vuelve un tipo fino y elegante de noche.


De día actúa entre bambalinas, pero de noche se sube al escenario para hacer pública gala de su papel favorito: el de rico.


Al caer la noche, deslumbra con su pasión por el dinero.


Super Ado


Protagoniza comedias de teatro en las que siempre hace de galán que enamora.


Y llega a cambiar el texto original del autor, haciendo que su personaje principal sea un rico millonario.


Con 40 ó con 80 años, insiste en desplegar coquetería, galanteo, glamour y charm… más que demodé.


Super Bia


Tiene la política de acudir a los medios de comunicación de ultraderecha para hacer propaganda de sus sobreactuados espectáculos, y sobreactuar en sus convicciones políticas.


Ve mal que sus «compañeros» actores hablen de política. De hecho, les prefiere no sólo callados, sino mal vestidos… Así, él puede destacar más en ambas facetas.


Retorciendo el derecho, califica cualquier manifestación de ciudadanos indignados, de plaga de animales… «Porque en las manifestaciones yo en mi vida he visto gente más fea… Deben de tenerlos en campos de concentración… ¡Que salga la manada! Y ahí van…»


Y es que, lo suyo, es la imagen:


«(En) los países que viven exclusivamente del turismo, si un día les da por poner en grandes fotografías en su país la foto de cuando salen a la calle aquí, y ponen ‘con lo que te vas a encontrar’, aquí no viene ni el Tato… Porque sí… Hay que poner gente guapa… La gente guapa siempre funciona, y no hay gente fea, excepto éstos, que no sé dónde fueron a por ellos…»


Por más que la crítica especializada pueda tildar cualquier obra suya de pánfila, banal y carente de ingenio, su alto concepto de sí mismo le atilda de guapo, atractivo, interesante e irresistible.


Otros se miran el ombligo, pero él va más allá: se mira constantemente su refinado y remilgado culo.


Buttman de famoseo


Cada noche, Barman se convierte en Buttman, un hombre-culo objeto.


Ya por la mañana, se vuelve a desdoblar, consagrándose al discreto negocio del comercio y del bebercio.


Y siempre con fruición.


Así, las mañanas del verano de 2012, apremia a pedir con urgencia el rescate financiero del FMI, porque el país «está casi en suspensión de pagos«.


Por demasiado braseada, su receta acabó empanada.


Pero cuando pide una reforma laboral dura, con despido más barato y menos vacaciones, e insiste en reclamar un contrato indefinido con una indemnización por despido improcedente de 20 días por año, con un máximo de 12 mensualidades… su gobierno se acaramela y cristaliza.


Barman imputado


Desde hace algunos años, Barman dedica otra parte de las mañanas a departir con sus abogados.


Se le acusa de haber efectuado pagos en dinero negro a sus empleados, de forma sistemática.


También ha sido imputado en la causa de un gran Banco que salió a Bolsa, pese a estar quebrado, y que tuvo que ser salvado con dinero público.


Como consejero de la entidad, aprobó sus cuentas «rápido, para quitárnoslas de encima«.


No en vano sus afines le habían concedido en 2002 la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.


También se le investiga por impago y doble contabilidad entre 2005 hasta 2008.


Asimismo, parece que debe dinero al estado… Más de 3’6 millones de euros, a fecha 13 de febrero de 2012.


Pero él dice no saber cuánto debe, y tampoco parece preocuparle: «Pues vale. ¿Que debo a la Seguridad Social?… Pues sí, señora, a mucha honra, como muchos de los españoles«.


Pues debe… saberlo de primera mano.


Por algo figura en la cúpula de varias organizaciones empresariales.


Este nombrado caballero de la Imperial Orden Hispánica de Carlos V en 2006, y caballero de la Legión de Honor de la República Francesa en 2010, tiene claro su papel social:


«En EEUU, la figura del empresario es poco menos que la de un héroe, mientras que aquí… es poco menos que la del villano de la película. Todos tenemos que hacer profundos cambios de mentalidad y funcionamiento…«.


Pues, a tenor de su propio ejemplo, y el de sus predecesores al frente de la patronal, es difícil que les dediquen una estatua… Salvo, por supuesto, que la colecta se realice por suscripción PPopular.


Super sobrado


Ni villano, ni Super-villanoBarman aspira al exclusivo título de Super-pillado. Se sobre-entiende.


No importa.


Super Fumadísmo


Al caer la noche, Barman deja la capa-mandil, se sube como Buttman a la palestra, y se jacta de «ser multimillonario durante dos horas, lucir mi esmoquin, sacar champán, caviar, y usar buenas maneras«.


Super Sonalidad


Dice que el humor inteligente es lo que «le ha hecho grande en su carrera«.


Super Fumado


Quizá sea, más bien, humor grueso, hecho por un ‘dandy rancio‘ con delirios de grandeza.


Un cómico que confunde entretenimiento con intelectualidad, sólo porque, cuando declara que «ahora la ideología se llama poder y dinero«, y que el país «se ha convertido en un país de cobardes«, va un gobierno regional afín a su partido, y le concede el Premio Cultura como «reconocimiento de la trayectoria y la obra de intelectuales y artistas cuya labor incide de manera relevante en la realidad sociocultural«.


¿Qué consejo «intelectual» lega a las generaciones futuras?… Éste: «No suelo dar consejos… Pienso que los consejos deben ser en metálico«.



Badman


Barman y Buttman.


Se pronuncian casi por igual.


Hay quien dice que son 2 personas distintas.


Pues no.


Es el mismo tipo artero.


Un malo malote de día y de noche.


Un Badman.


Para los suyos, una neo-leyenda artúrica.








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