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31
Dic
13

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7. Mandelamancha




«Cuando Mandela muera, será cuando todos los sudafricanos dejen a un lado sus diferencias políticas, unan sus manos, y honren juntos al que, probablemente, sea el más grande sudafricano de la historia»
(Frederik Willem de Klerk, último presidente blanco del régimen de apartheid de Sudáfrica en el siglo XX)






En 1998, tras dejar atrás 27 años de prisión y 5 de gobierno del país, el periodista John Pilger recordó a Mandela su promesa electoral de 1990 de «tomar el control» de la economía:


«La política del Congreso Nacional Africano, es nacionalizar las minas, los bancos y las industrias, y resulta inconcebible cambiar o modificar nuestro punto de vista al respecto. El emprendimiento económico negro es un objetivo que plenamente apoyamos y alentamos, pero, en nuestra situación actual, el control estatal de varios sectores de la economía es inevitable«.




Pero la economía mixta con sectores nacionalizados y sectores de libre mercado, nunca ocurrió.




Unos años antes, durante la década de los 80′, el régimen de segregación racial (‘apartheid‘) presidido por P. W. Botha, ofreció generosos préstamos a empresarios negros, permitiéndoles crear empresas fuera de los territorios asignados a la mayoría negra por la minoría blanca.


Rápidamente emergió una burguesía negra, pareja a un creciente clientelismo.


Unos pocos negros redujeron las diferencias de nivel de vida con los blancos, pero aumentándolas con la gran mayoría negra.


En paralelo, Mandela realizaba negociaciones secretas. En 1982, fue trasladado, junto con la cúpula de su partido, el ANC, desde la prisión de Robben Island a la de Pollsmoor, donde podían mantener entrevistas.


El régimen de apartheid quería separar del entorno más joven y radical a los viejos «moderados» del ANC: Mandela, Thabo Mbeki y Oliver Tambo), con los cuales «se podía negociar«.


Además, la élite del ANS en el exilio se reunió con la élite afrikaner en Mells Park House (cerca de Bath, Inglaterra). Asistieron las mismas grandes empresas sudafricanas que habían apoyado y sustentado el régimen de apartheid.


El 5 de julio de 1989, el «Gran Cocodrilo«, P.W. Botha, sirvió un té a Mandela fuera de los muros de su prisión.


El 11 de febrero de 1990, Mandela era liberado.




Biz bis




Para las empresas extranjeras, incluir un rostro negro en el consejo de administración de las empresas venía a significar que nada había cambiado.


Los jefes del ANC, incluido el propio Mandela, se mudaron a mansiones y resorts con campo de golf.


Con las elecciones democráticas de 1994, el apartheid racial terminaba, pero el apartheid económico se mantenía, con un nuevo rostro al frente.


En la mismísima apertura del Parlamento, en 1995, Mandela soltóEl gobierno literalmente carece del dinero para acometer las demandas propuestas«, añadiendo que, respecto a la política social: «Hay que terminar con la cultura de dar por hecho que el gobierno está obligado a hacer sin demora lo que se le demanda«.


En 1996, la frase «No queremos enfadar a las grandes empresas, y que vuelen y se lleven su dinero«, quedaba desmentida por las medidas para permitir a los empresarios sacar su dinero del país, y a las empresas trasladar su sede al extranjero, casi siempre a Londres y Nueva York.


Poco tiempo después, Mandela afirmaba: «Puede llamarme Thatcherita, pero, para este país, la privatización es la política fundamental«.


Como resultado, en 2001, el especulador George Soros anunciaba en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza): «Sudáfrica está en manos del capital internacional




Bailongo




Las frases de que la riqueza y la creación de empleo llegarían como un «goteo«, se olvidaron en la firma de acuerdos de fusión y reestructuraciones amiguistas que costaron cientos de miles de puestos de trabajo.


En los arrabales, la gente volvía a padecer los desalojos de la era del apartheid, y veía cómo las incipientes mejoras eran socavadas por los excesos y la corrupción del «neoliberalismo» al que el ANC se consagró.


La agenda incluyó todos los servicios: agua, teléfonos, salud, transporte, electricidad, vivienda, medio ambiente


Reaparecieron los crímenes de estado, como la masacre de 34 mineros de Lonmin (Marikana) en 2012, que evocaban la infame matanza de Sharpeville más de medio siglo antes… En ambos casos, con motivo de manifestaciones que clamaban justicia.


El 70% de los jóvenes negros y el 50% de los adultos negros está desempleado. En muchas zonas aún faltan no sólo electricidad y agua potable, sino unas mínimas condiciones higiénicas.


Una familia blanca promedio gana 6 veces más que una negra; el 98% del 60% de niños que pasan hambre son de piel negra; el 17% de toda la población mundial afectada con el virus del VIH (SIDA) es sudafricana.


Decenas de miles mueren cada año por falta de atención médica.


Mandela fomentó el amiguismo con los empresarios blancos ricos, incluidos los que se habían beneficiado con el apartheid.


Lo veía natural, como parte de la «reconciliación«.


La Comisión para la Verdad y la Reconciliación proporcionó impunidad a criminales confesos.


Tampoco hubo compensaciones para las víctimas.


En esta «reconciliación», sólo una de las partes realizó sacrificios.


Otra «transición modélica«… Otro traspaso no rupturista… Otra «democracia de baja intensidad«.






Mariondela




27 años en prisión.


Muchos… o pocos… para según qué lucha.


Suficientes para convertir el objetivo de vencer, en un mero contemporizar.


Para convertir al rebelde en negociador.


Reconocía lo que un sistema puede hacer, al manifestar que muchos de sus carceleros se habían convertido en animales debido al «sistema«.


Conocía lo que el sistema entrañaba, porque era abogado y había leído a Marx.


Le montaron un préstamo del Banco Mundial, y cedió.


Le montaron un movimiento terrorista nacionalista (‘Inkatha‘) enfrente, y cedió.


Le montaron un fraude electoral en las elecciones de 1994 y cedió.


Sabía la importancia de llevar cabo una política de nacionalizaciones en 1990.


Sabía la importancia de abandonar una política de nacionalizaciones, y abordar un política neoliberal en 1995.


Por eso, cuando llegó al poder, prohibió las manifestaciones y huelgas contra su régimen.


No declaró ilegítima y «odiosa» la deuda financiera contraída por el apartheid, y dio prioridad a la política de privatizaciones para pagar esa deuda, en lugar de dedicar los recursos a programas de desarrollo social.


Invadió Lesotho para asegurarse agua barata que luego cobraba cara al pueblo.


El Producto Interior Bruto (PIB) neto ha llegado a cifras per capita con valor «negativo«.




Flores decorativas




Más que vencer, se propuso conquistar a los defensores del apartheid a base de carisma y sonrisas.


Le llamaron «genio político» por su talento para reducir la política al mero arte de la persuasión.


Por ganarse a la gente.


Por su capacidad para seducir al otro.


Por avanzar de obstáculo en obstáculo, venciendo cada uno de ellos, no por ser más fuerte que sus enemigos, sino por ser «más seductor» y «más listo«.


Y creérselo.


Y suponer que los demás se lo creían.


No le importó que le estuvieran manipulando.


Que sus carceleros le fueran abriendo las puertas.


Que fuera transigiendo en cada etapa de transición.


Ir rodeado de neoliberales educados en su propio partido.


Todo ello sólo es posible cuando te da igual la manera de llegar al poder.




Mande




27 años.


Demasiados para un ser humano.


Era un preso conciliador con sus carceleros, aun enfrentándose a sus compañeros, que les consideraban «menos que humanos«, porque cualquiera que hiciese ese trabajo, no podía tener respeto por la humanidad.


No era un revolucionario; sólo un reformador, un negociador.


Al fin y al cabo, conocía de primera mano la adulación.


Era un aristócrata, un miembro de la casa real de Eastern Cape, de modales británicos.


Con sangre real, con envergadura y ademanes de rey.


Un dandy mesiánico cuyo destino de gobernar vio ya trazado de antemano.


Sólo emprendió la lucha cuando se interpusieron en su camino de grandeza.


Cuando le ofendieron a él.


Le llevó muchos años comprender que el apartheid también había ofendido al pueblo.


Ya, desde pequeño, carecía de opinión propia:
«A menudo, mi propia opinión simplemente resume lo oído en una discusión«.




Siempre iba en la misma dirección que su adversario.


En prisión, vivía protegido en una burbuja.


Renunciaba a la dignidad cada vez que intercambiaba colaboración por privilegios.


Y eso que la mayoría de privilegios provenían de las huelgas de hambre de los jóvenes presos.


Esos a los que luego daría la espalda al negociar el nuevo régimen.


Prefería vivir de rodillas a morir de pie.


Siempre en la misma dirección que sus rivales.




Popgrama




Y, tras ser liberado, iba a seguir «sonriendo«:


«Saliendo hacia mi libertad, sabía que, de no dejar atrás mi amargura y mi odio, hubiera seguido en prisión.»




Y por qué no. Esa trama funcionaba.


Se puede estar en prisión albergando odio y amargura.


Se puede salir en libertad siendo prisionero del odio y de la amargura.


Se puede salir en libertad fingiendo no ser ya un prisionero del odio y de la amargura.


Y se puede sonreír a la galería fingiendo satisfacción cuando en realidad se trata de una farsa. Un montaje. Un engaño. Incluso un chantaje.


El caso es salir.


La adulación corría a raudales.


Le podía el star-system.




Innocuous




Pero el pueblo era ajeno a todo ello.


No supieron leer los signos.


En vida, el pueblo interpretó a Mandela igual de mal que el intérprete esquizofrénico infrapagado por una empresa fantasma interpretó a los oradores que intervinieron en su funeral.


Y eso que sus antiguos compañeros de años de prisión le tildaron de «traidor«, de «vencido» y de «vendido«.


Se aferró a la imagen que le construyeron de icono de la paz y la reconciliación.


No terminaría en el mismo anonimato que los cientos de miles de personas torturadas o ejecutadas en el mundo por no rendirse, sin que su sacrificio haya sido reconocido.


Y, viendo el colapso de la URSS, eligió no ser un proscrito de Occidente.


Por eso, decidió no seguir los pasos de sus, una vez, admirados Fidel Castro y Che Guevara.


Eligió vivir, sin vencer.




Mas-cara


De este modo, a quien consiguió emular fue a Ronald Reagan.


Por lo de actor.


El Tío Tom que sonríe al Tío Sam.


Dijo que había madurado en prisión, pero, en realidad, nunca lo hizo. Parafraseando a Erich Fromm en «El arte de amar«, sus dones y talentos especiales le permitieron utilizar su encanto y ser admirado, como tantos otros políticos de éxito, pero, una cosa es «adaptarse«, y otra, «alcanzar la madurez».


Tampoco supo nunca juzgar a las personas. Confió ciegamente en algunas en las que no debió confiar… Pero fingían adularle y respetarle.


Sólo fingían.


Para él, era suficiente.




Financier




Como boxeador, no es preciso ser pacifista, ni tampoco renegar de la violencia.


Basta con apostar puntualmente por la no-violencia cuando estás contra las cuerdas… No desde los valores éticos, sino desde la conveniencia táctica.


Moverse y protegerse.


Planear el ataque y la retirada.




Mandalo




Su verdadero nombre en lengua xhosa era Rolihlahla, que significa «alborotador«, «el que trae o causa problemas«, pero en el primer día de escuela, siguiendo una costumbre colonial, la maestra asignaba nombres ingleses, y le llamó Nelson.


Durante su vida, recibió más nombres.


Pero acabó siendo otro caso de «revolucionario» caído que se adapta y convierte en culto a un «mesías» dócil y pacífico.


Ofreció una reconciliación basada en «poner la otra mejilla» para que también esa la abofetease el poderoso.


Perdón, compasión, humildad y paciencia son magnánimos sólo cuando se ha vencido; cuando existe legitimidad para ejercerlos sin estar forzado a ello.


De lo contrario, son sólo una máscara.


Una adaptación más, para perpetuar lo mismo.


Mandela murió el día de su liberación. Nació Madiba, con 76 años, solo y aislado. Creció rodeado de estrellas del show-business, de millonarios y de reyes de Occidente que fueron a adorarle. Fue chantajeado por EEUU, el GATT y la deuda con el FMI y el Banco Mundial. Se cambió de ropa varias veces al día, casi con la misma rapidez con que cambiaba sus políticas. Denunció a EEUU por «cometer inenarrables atrocidades en el mundo«, pero bloqueaba y falsificaba un informe de elecciones fraudulentas en Lesotho para invadirlo y asegurarse el acceso barato al agua de uno de los países más pobres del mundo. Descendió al infierno de asistir a las confesiones de crímenes, sin perseguirlos ni resarcirlos. Resucitó de entre los olvidados por la pobreza y el SIDA, subió a los cielos en múltiples vuelos huidizos, y se ha sentado a la derecha de De Klerk, cuyo reino no ha tenido fin.


Vino para liberarnos de la esclavitud racial, y nos condenó a la esclavitud económica.


Pero habían sido 27 años en prisión.


Era un anciano.


No le mereció la pena.


Prefirió comer, jugar, conducir y seducir.


Su muerte ha derramado lágrimas de cocodrilo propias de P.W. Botha.


Su gloria ha sido globalizada porque no incomodó al orden establecido por el poder global.


Una gran obra que ha fracasado por el mutis de un actor de porte aristocrático, que, tras la máscara del triunfo político personal de Madiba y su elevación al Olimpo de los héroes universales, escondía la amarga e incoherente derrota del hundido pueblo de Mandela.




Congratulaciones




Cuando el ex-presidente terminó su incómoda entrevista con John Pilger de 1998, le fue dando palmaditas condescendientes, como perdonándole por haberle contrariado.


Caminaron juntos hasta su Mercedes, plateado como sus sienes, y desapareció entre un montón de hombres blancos con brazos enormes y cables en los oídos.


Uno de ellos dio una orden en la blanca lengua afrikaner, y se esfumaron.











28
Feb
13

Badman

Super Dición



En la vetusta y mustia ciudad de Nigotham, ha surgido un nuevo superhéroe.


Se las tiene con el poder, con diurnidad y alevosía.


Es un relaciones públicas inigualable. Su labia es irresistible.




Es el jugo de todas las salsas. Un llanote. Un seductor nato. Se llevaría bien con el mismísimo diablo.


Trabaja entre bambalinas, pero tiene línea directa con la cabeza del estado, a quien regala y recompra regalos, y con quien comparte correrías.


Se define como «liberal«, pero ha levantado un gran pastel empresarial a costa del dinero público.


Y le gusta al punto subvencionado.


Atento y servicial, este superhéroe responde al nombre de Barman.


Barmanmania


Tacita a tacita, estimula parlamentos nacionales y regionales, ministerios, teatros, hospitales, tanatorios, el mismísimo palacio presidencial y hasta algún sindicato.


Su azucarada seducción con los que ocupan lo más alto de la pirámide social, se deshace sólo un poco más abajo.


La gente que ha trabajado y trabaja para él, le acusa de ser arrogante y soberbio con los que están por debajo suyo.


Al punto de que, en 2012, fue condenado por modificar injustificadamente las condiciones de trabajo de sus empleados.


Barman posa


En efecto, es un anti-Robin Hood.


Un artero que se lo quita a sus empleados, para dárselo a sí mismo, y para financiar su partido político favorito.


Un tipo frío que se frota las manos con los «brutales cambios» del gobierno de sus amores: unos «imprescindibles» recortes sociales, adelgazamiento de la administración pública y reducción de los gastos sanitario, educativo y de transporte público.


Un astuto artillero que tira los precios en los concursos, y vende barato sólo a quien podría permitirse pagarlo caro.


Estas y otras artimañas, hacen que Barman sea, en realidad, un antihéroe, la antimateria del superhéroe clásico


Dicho en neolengua globalizada: un superhéroe de las élites neo y socioliberal.


Super fluos


Pero, como todo superhéroe, lleva una doble vida.


Se desdobla en el turno de noche.


Es otro.


Si de día sale escopetado de cacería, y es propietario de una coctelería, de noche se convierte en un encopetado decantador y consumidor de cóctels.


El gañán de modales toscos del día, se vuelve un tipo fino y elegante de noche.


De día actúa entre bambalinas, pero de noche se sube al escenario para hacer pública gala de su papel favorito: el de rico.


Al caer la noche, deslumbra con su pasión por el dinero.


Super Ado


Protagoniza comedias de teatro en las que siempre hace de galán que enamora.


Y llega a cambiar el texto original del autor, haciendo que su personaje principal sea un rico millonario.


Con 40 ó con 80 años, insiste en desplegar coquetería, galanteo, glamour y charm… más que demodé.


Super Bia


Tiene la política de acudir a los medios de comunicación de ultraderecha para hacer propaganda de sus sobreactuados espectáculos, y sobreactuar en sus convicciones políticas.


Ve mal que sus «compañeros» actores hablen de política. De hecho, les prefiere no sólo callados, sino mal vestidos… Así, él puede destacar más en ambas facetas.


Retorciendo el derecho, califica cualquier manifestación de ciudadanos indignados, de plaga de animales… «Porque en las manifestaciones yo en mi vida he visto gente más fea… Deben de tenerlos en campos de concentración… ¡Que salga la manada! Y ahí van…»


Y es que, lo suyo, es la imagen:


«(En) los países que viven exclusivamente del turismo, si un día les da por poner en grandes fotografías en su país la foto de cuando salen a la calle aquí, y ponen ‘con lo que te vas a encontrar’, aquí no viene ni el Tato… Porque sí… Hay que poner gente guapa… La gente guapa siempre funciona, y no hay gente fea, excepto éstos, que no sé dónde fueron a por ellos…»


Por más que la crítica especializada pueda tildar cualquier obra suya de pánfila, banal y carente de ingenio, su alto concepto de sí mismo le atilda de guapo, atractivo, interesante e irresistible.


Otros se miran el ombligo, pero él va más allá: se mira constantemente su refinado y remilgado culo.


Buttman de famoseo


Cada noche, Barman se convierte en Buttman, un hombre-culo objeto.


Ya por la mañana, se vuelve a desdoblar, consagrándose al discreto negocio del comercio y del bebercio.


Y siempre con fruición.


Así, las mañanas del verano de 2012, apremia a pedir con urgencia el rescate financiero del FMI, porque el país «está casi en suspensión de pagos«.


Por demasiado braseada, su receta acabó empanada.


Pero cuando pide una reforma laboral dura, con despido más barato y menos vacaciones, e insiste en reclamar un contrato indefinido con una indemnización por despido improcedente de 20 días por año, con un máximo de 12 mensualidades… su gobierno se acaramela y cristaliza.


Barman imputado


Desde hace algunos años, Barman dedica otra parte de las mañanas a departir con sus abogados.


Se le acusa de haber efectuado pagos en dinero negro a sus empleados, de forma sistemática.


También ha sido imputado en la causa de un gran Banco que salió a Bolsa, pese a estar quebrado, y que tuvo que ser salvado con dinero público.


Como consejero de la entidad, aprobó sus cuentas «rápido, para quitárnoslas de encima«.


No en vano sus afines le habían concedido en 2002 la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.


También se le investiga por impago y doble contabilidad entre 2005 hasta 2008.


Asimismo, parece que debe dinero al estado… Más de 3’6 millones de euros, a fecha 13 de febrero de 2012.


Pero él dice no saber cuánto debe, y tampoco parece preocuparle: «Pues vale. ¿Que debo a la Seguridad Social?… Pues sí, señora, a mucha honra, como muchos de los españoles«.


Pues debe… saberlo de primera mano.


Por algo figura en la cúpula de varias organizaciones empresariales.


Este nombrado caballero de la Imperial Orden Hispánica de Carlos V en 2006, y caballero de la Legión de Honor de la República Francesa en 2010, tiene claro su papel social:


«En EEUU, la figura del empresario es poco menos que la de un héroe, mientras que aquí… es poco menos que la del villano de la película. Todos tenemos que hacer profundos cambios de mentalidad y funcionamiento…«.


Pues, a tenor de su propio ejemplo, y el de sus predecesores al frente de la patronal, es difícil que les dediquen una estatua… Salvo, por supuesto, que la colecta se realice por suscripción PPopular.


Super sobrado


Ni villano, ni Super-villanoBarman aspira al exclusivo título de Super-pillado. Se sobre-entiende.


No importa.


Super Fumadísmo


Al caer la noche, Barman deja la capa-mandil, se sube como Buttman a la palestra, y se jacta de «ser multimillonario durante dos horas, lucir mi esmoquin, sacar champán, caviar, y usar buenas maneras«.


Super Sonalidad


Dice que el humor inteligente es lo que «le ha hecho grande en su carrera«.


Super Fumado


Quizá sea, más bien, humor grueso, hecho por un ‘dandy rancio‘ con delirios de grandeza.


Un cómico que confunde entretenimiento con intelectualidad, sólo porque, cuando declara que «ahora la ideología se llama poder y dinero«, y que el país «se ha convertido en un país de cobardes«, va un gobierno regional afín a su partido, y le concede el Premio Cultura como «reconocimiento de la trayectoria y la obra de intelectuales y artistas cuya labor incide de manera relevante en la realidad sociocultural«.


¿Qué consejo «intelectual» lega a las generaciones futuras?… Éste: «No suelo dar consejos… Pienso que los consejos deben ser en metálico«.



Badman


Barman y Buttman.


Se pronuncian casi por igual.


Hay quien dice que son 2 personas distintas.


Pues no.


Es el mismo tipo artero.


Un malo malote de día y de noche.


Un Badman.


Para los suyos, una neo-leyenda artúrica.





19
Dic
12

Pararratos 6

Deconstruyendo un Rato con papel higiénico


Rodrigo Rato lleva practicando yoga desde hace 30 años.


Su maestro destaca que, últimamente, Rato se ha dedicado más a cultivar la «espiritualidad» y la «meditación«, gracias a las cuales, es «un político reflexivo y claro en sus acciones«.


Los demás entendemos que ello no implica ser responsable ni compasivo.


Su maestro afirma que, a Rato, el yoga mental le ha dado «ecuanimidad en todos los aspectos«…


Contorsionismo


Cualquiera diría que se ha liado, y ha terminado en una postura contorsionista.


Rato también estudió con los jesuitas, y les favorece con asiduidad, pero no significa que ejerza la caridad para con los demás.


Porque Rato es «un hombre de negocios«.


Para eso se preparó.


La historia de los Rato tiene lugar en la trastienda de la política.


Su familia forma parte de las élites que gobiernan el país desde hace 200 años, con una base de contactos y lazos familiares.


Su familia ha estado presente, a lo largo de 2 siglos, en los consejos de administración de la minería del carbón, la siderometalurgia y la Banca de Asturias.


Ratos


Uno de sus bisabuelos fue alcalde de Madrid y ministro con Alfonso XIII.


Su padre fue un joven emprendedor que se entusiasmó con el ambiente de la Alemania nazi, como plasmó en libros de juventud muy reveladores.


De hecho, participó en el arranque de Radio Nacional de España en Salamanca, y montó la Rueda de Emisoras Rato, después de conocer el funcionamiento de la propaganda nazi a través de la radio en Alemania.


Se reunía con Don Juan de Borbón, el padre del Rey y su entorno, junto a Manuel Fraga, a quien ayudó económicamente a fundar Alianza Popular, luego convertida en el Partido Popular (PP).


Quiso ser también ministro de Hacienda de una monarquía restaurada, y uno de los grandes banqueros del país.


No logró ni lo uno ni lo otro.


Rato, el resplandor


Pero Rodrigo Rato, sí.


Su padre y su hermano fueron encarcelados por evasión de impuestos, dejando 2 bancos en quiebra.


A pesar de ello, o precisamente por ello, Rato estudia primero Derecho.


Pero su padre quiere vengar la humillación; su mayor ilusión es que su hijo favorito, Rodrigo, llegue a restaurar el honor de la familia convirtiéndose en gobernador del Banco de España.


Así que Rodrigo da el salto a la economía sin ser economista, gracias a un mero programa máster de administración de empresas en la Universidad de Berkeley, EEUU.


Por eso, cuando Rato presidió Caja Madrid, y luego Bankia, algunos pensaban que, además de cumplir los sueños de su padre, había logrado el objetivo de limpiar el mal nombre que dejaron tanto su padre como su hermano al quebrar 2 bancos en los 60′.


Ajá.


Rato en Berkeley


Con 30 años recién cumplidos, Rato era un niño bien.


Mejor dicho: un niño mal de familia bien.


Rico, listo y seductor.


Viajado y con idiomas.


Vestido a medida.


Aficionado a los deportivos y los caballos.


Regular estudiante.


Como abogado, nunca ejerció.


Su porvenir eran el imperio familiar y los sueños de su padre.


El padre de Rodrigo Rato y Franco


Cuentan que, una mañana de 1979, éste lanzó la chequera sobre la mesa de su amigo Manuel Fraga y le dijo: «Manolo, mi chico quiere ser diputado«.


Y añadió: «Seamos claros. Si tú pones a mi hijo Rodrigo el primero o el segundo de una lista, te doy el apoyo de mis emisoras. Si no, olvídate«.


La cercanía tanto al régimen franquista como a los sectores monárquicos, y las generosas aportaciones financieras, propiciaron que entrase sin problemas en política de la mano de Fraga en el continuísta partido conservador Alianza Popular.


Los viejos del lugar recuerdan a Rato como un señorito.


Un yuppie exuberante y expansivo.


Se siente seguro.


Le respaldan decenas de empresas familiares.


Rato desembarca con otros empresarios en la derecha española


El joven diputado se erige en defensor ideológico del sector neoliberal, y es nombrado portavoz de temas económicos en el Congreso de los Diputados.


Es designado interlocutor de la patronal CEOE para la defensa en el Congreso de las propuestas legislativas más relevantes para el empresariado español.


Por raigambre y necesidad de epatar, nadie mejor que él.


Es uno de los diputados jóvenes de su partido más activos del Congreso.


Algunos históricos de la CEOE todavía le recuerdan llegando en Vespa para hacerse con los puntos relevantes de las propuestas de la patronal.


Poco después, era el primer diputado que acudía al Congreso con un Porsche, y bromeaba con lo «caro» que resultaba echarle gasolina.


Reagan en Madrid


En mayo de 1985, el presidente de EEUU, Ronald Reagan, dio una conferencia en la sede de la Banca March de Madrid.


La atalaya perfecta para mostrar el camino a la «tierra prometida» a 200 personajes de la vida política, el periodismo, la Banca y la empresa post-franquistas.


Un mensaje para «hombres y mujeres con ideas nuevas y con la tenacidad necesaria para hacerlas florecer«.


El título de la conferencia: «Democracia y economía«.


A la cabeza política de los asistentes, y por delante de José María Aznar , estaba Rodrigo Rato.


Es el más indicado para portar la bandera neoliberal, con su dominio del inglés, sus estudios en Berkeley, su hambre de fortuna y su sed de redención.


Reagan repasa los principios neoliberales enseñados por la Escuela de Chicago:


– La regulacion y supervisión estatales coartan la sabia libertad empresarial. «Contra el dirigismo estatal, libertad económica.»
– Los impuestos deben ser menores para los que más tienen. En consecuencia, el estado comienza a extraer los tributos directa y mensualmente de las nóminas de los trabajadores.
– Los recursos públicos son privatizables a bajo precio si previamente se consigue endeudar al estado, aunque el origen de la deuda sea privado.




Actualmente, el neoliberalismo se sintetiza en la palabra «neofeudalismo«, y en la frase «privatizar los beneficios pero socializar las pérdidas».


Por entonces, y viendo el terreno abonado, Reagan se limitó a la frase: «Me siento en España, en Madrid, como en mi propio rancho«.


No en vano, Reagan declara su satisfacción por el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), antecedente de la Unión Europea (UE).


Reagan muestra a la élite post-franquista, de viva voz, las «oportunidades» del neoliberalismo.


La gran «oportunidad» para hacer dinero y carrera.


Rato del 86'


Desde ese momento, Rato aporta la «nueva» ideología neoliberal al partido, y consigue imponerse para que la redefinición ideológica de Alianza Popular sea simplemente «Liberalismo económico a ultranza«.


El franquismo da paso a una etapa de Transición Económica, que no Democrática, por no haber un relevo real en el poder.


Rato asiste a cócteles y recepciones de la embajada de EEUU, y a las reuniones Bilderberg anuales.





Simultanea su actividad neoliberal económica, con la militar en el seno de la OTAN.


En 1987, es elegido vicepresidente de la Comisión de Defensa y Seguridad de la OTAN, y reelegido en 1988; ese mismo año es nombrado miembro del Comité Especial de Estrategia y Control de Armamento, y en 1993 es nombrado portavoz de la comisión política de «Seguridad en el Mediterráneo» de la OTAN.


Y eso que, por difícil de creer que parezca, por entonces, su partido no gobernaba.


Daba visibilidad exterior a una ya polifacética pero sólida trayectoria «neoliberal«, que en su momento fue recompensada con apoyos para dirigir el FMI.


Rato utiliza el Instituto de Estudios Económicos (IEE) que dirige Cristóbal Montoro, para cimentar un entramado de asesoramiento y tráfico de influencias, y posicionarse en el entorno de Aznar.


Rato de celebración


Tras la victoria del PP en las elecciones de 1996, se convierte en el arquitecto y ejecutante de la burbuja inmobiliaria en España.


Al mejor estilo neoliberal, la crea en privado y la niega en público.


Trae millones de inmigrantes para construir la burbuja. No les pide papeles: sólo que consuman y que inviertan en ladrillo… Cuando la burbuja explota, ejecuta los desahucios y se desentiende de los suicidios.


Saca a la luz leyes para expoliar el suelo público, y exprimirlo como urbanizable.


Legitima las participaciones preferentes para que la gente financie la aventura inmobiliaria de la Banca.


Modifica una ley «de tapadillo» en el Senado, para excluir del control del Ministerio de Economía a las entidades de inversión en bienes tangibles, y dejarlas en manos de las autoridades autonómicas de consumo, pese a la oposición general y a las advertencias de una ministra de su propio partido… Y, tres años después, 350000 familias quedan afectadas por el timo filatélico de Fórum y Afinsa.


Pero no toca la Ley Hipotecaria, no persigue los delitos bancarios, no hace política fiscal redistributiva, no lucha contra la evasión de impuestos, no actualiza los precios de la vivienda, no pide responsabilidades penales por las tasaciones fraudulentas, no ataca los intereses usureros…


Ni siquiera es capaz de autonegarse una financiación barata para una empresa privada de su familia, durante su mandato como ministro de Economía, dejando que su fiel Jaime Caruana lo oculte desde el Banco de España (BdE).


Aunque el banco que le financie sea el mismo que financia a los timadores del escándalo Gescartera, Rato considera que es algo «sin trascendencia política alguna«… Pues resulta curioso, al menos. Especialmente, cuando algunos aseguran que Gescartera era su lavadora de dinero negro para el partido.


No ve inconveniente en ejercer de diputado, ministro o vicepresidente del gobierno, a la vez que mantiene intereses en decenas de empresas privadas.


Boicotea los consejos, advertencias e investigaciones internas del FMI sobre los efectos de la burbuja.


Al frente del organismo, es muy duro con los países emergentes, pero muy complaciente con los países ricos, en especial con EEUU.


Le parece muy oportuno formar el conglomerado Bankia para salvar las cajas de ahorro del PP, con cargo al erario público, aunque eso signifique empujar al país hacia una espiral de deuda.


Tampoco se arredra para financiar, siendo presidente de Bankia, al Grupo Intereconomía, pese a ser accionista del mismo.


Ni se sonroja al animar a las entidades financieras españolas a aprovecharse de las «oportunidades» que genera toda crisis.


No duda en apoyar la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora a base de impuestos y de reformas laborales esclavistas.


Las finanzas de su partido quedan a salvo con Bankia.


Rato se parte


Su trayectoria no es un cúmulo «errores garrafales«.


Es un triunfo.


Un triunfo, cimentado en la falta de piedad.


Es la maldad inmisericorde de quien está envenenado por el dinero.


Pertenece a una familia adinerada, pero algunos de sus propios allegados reconocen «enfermiza e insana» su obsesión por el dinero.


Para eso se preparó.


Por eso tiene esa trayectoria.


Un Rato Zen


Una persona que, descalza, con una camiseta deportiva, se sienta en posición de loto, como uno más, para recibir enseñanzas de yoga y meditación.


Una persona de ojos sagaces, de fuego, que pasa a transmitir una mirada serena y a mostrar distensión facial tras el viaje interior de la relajación.


Esa persona reúne fuerzas.


Cada día.


Porque esa persona persigue aumentar su currículum.


Porque es la misma persona que edifica ilegalmente, que deseca el cauce de un río y que desvía toda el agua al molino decorativo que construyó en su casa.


La misma persona que, en calidad de ministro de economía, lleva a cabo la mayor privatización de empresas del país: Argentaria, Tabacalera, Telefónica, Endesa, Repsol


La misma que, en calidad de presidente de Caja Madrid, accede a la vicepresidencia de Iberia y avala la fusión entre Iberia y British Airways, jugando contra los intereses de la operadora española.


Rato prologa sobre yoga


Esa persona, prologa el libro de su maestro de yoga, diciendo:


«Ordene sus emociones y su mente; si consigue hacer de ello un hábito, irá avanzando paso a paso por la senda de la atención y la armonía.
Sus instrumentos son su respiración, su mente y su yo.
Su hábitat es usted.
Piense que usted está siempre consigo mismo.
No se huya.
»




Mira que su maestro ya avisó.


Afirmó que la gente debería desconfiar «cuando se mezclan yoga y religión«.


Y, ¿cómo detectarlo?… «Con el discernimiento y sentido común es suficiente.»


Por supuesto, también están los hechos.


Y entendemos que la mezcla de un jesuíta yuppie con el yoga, trae yugo.




Cuídate De Rato


Pero, siguiendo su filosofía orioccidental, las crisis pueden ser una oportunidad.


En efecto, no hay mal que por bien no venga, y Rato va a tener la oportunidad de recordar y aplicar sus olvidados estudios de Derecho.


Tendrá que preparar sus juicios y apelaciones para evitar 15 años de prisión.


Por si acaso, él y los demás imputados han blindado su defensa contratando a ex-magistrados del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo.


Cárcel para Rato


Rato será el último miembro del consejo de administración de Bankia que declare como imputado.


Su línea de defensa ya la esbozó cuando compareció en comisión parlamentaria: la culpa la tuvo «el ciclo económico«, que lo ha «deteriorado todo«.


Para Rato, un balance de 306 millones de euros de beneficios que acaba transformándose en uno de más de 3000 millones de pérdidas, se justifica diciendo: «No existe un agujero: son cambios de criterios contables».


Quizá no tenga razón, pero tiene precedentes.


Hace 30 años, el ex-presidente autonómico Jordi Pujol estuvo imputado en la quiebra de Banca Catalana, el estado la rescató, y él se libró pese a haber llevado a cabo «una gestión imprudente e incluso desastrosa«.


Y, ante un inesperado veredicto de culpabilidad, Rato siempre podrá esperar el consabido indulto del gobierno a ex-banqueros.


De Rato meditatio


Rato lleva más de 30 años haciendo meditación y yoga.


Su postura favorita es la «postura del sastre«.


¿Sastre… o desastre?


En fin… A la «postura del sastre» también se la conoce como «postura fácil«.


Lo sospechábamos.


Se sienta sobre sus piernas, y se ilumina.


Se siente de nuevo en la niñez.


Y recuerda cuando, en su colegio de jesuitas, durante el curso 1965-1966, mostró su talento, dirigiendo «Melocotón en almíbar«, de Miguel Mihura.


La obra de teatro va de una familia de ladrones que quieren fugarse con el botín (qué coincidencia), pero al final son descubiertos y se quedan sin nada.


Hasta otro Rato.



28
Nov
12

Pararratos 5




Muchos califican la gestión de Rato al frente de Bankia como de fracaso.


Nada más lejos de la realidad.


Las cajas que integran Bankia , y la propia Bankia una vez constituída, han sido una impagable fuente de financiación barata… y un refugio de puestos de trabajo bien pagados para familiares y allegados.


Medio PP trabaja en Bankia.





El caso más sintomático es el de Mercedes Rojo.


Fue la secretaria de la «liberal» y nobiliaria (pero a la postre, funcionaria de carrera) Esperanza Aguirre, ex-ministra y ex-presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid.


Por esa razón, percibía una retribución de 374000 euros al año como consejera , primero de Caja Madrid, y luego de Bankia.


Pese a llevar 6 años sentada en el consejo de administración, y pertenecer al Comité de Auditoria, reconoció ante el juez que ella «no tenía conocimientos financieros«.


Eso explicaría también que, durante 3 años, fuese también consejera de la corporación financiera Caja Madrid Cibeles.


Esta es la forma en que el sector privado compra un trato de favor al sector público: repartiendo prebendas y representación a los grupos políticos con capacidad de decisión.


Los «únicos» descontentos son los accionistas, los usuarios y el resto de cuidadanos, cuando la burbuja de la avaricia desborda todos los límites, y los «mercados» vienen a presentar la factura.





Se le echa en cara a Rato, que, como las ratas, siempre abandona su puesto justo antes del hundimiento.


Sin embargo, en cada puesto que ha ocupado, ha cubierto sus objetivos.





Como ministro de economía, creando la burbuja inmobiliaria.





Como máximo mandatario del FMI, convenciendo a los mandatarios para que contraigan una espiral de deuda con cargo al bolsillo del contribuyente, y orientando a la organización hacia los países que realmente podían pagarla.





Y, como presidente de Bankia… También ha triunfado.


Bankia nace del deseo de la cúpula del Partido Popular (PP) en general, y de su presidente Mariano Rajoy en particular, para crear un potente «banco del PP«.


Así de sencillo.


Rato siempre ha dicho siempre que su fidelidad al PP está por encima de las personas y de quién mande en el partido en cada momento.


En el PP decían que, si Rato vuelve a España, «sólo puede ser porque quiere volver con Mariano Rajoy o por una causa grave«.


Y ese era el caso.





Volvió a España para salvar los restos del naufragio de las cajas de ahorro controladas por el PP y formar un gran banco que saliese a flote gracias al rescate del estado.


Y lo ha conseguido.


Cuando la crisis arreció y las cajas de ahorro estuvieron a punto de irse a pique todas ellas, él fue la cara sonriente y carismática de la operación de la que nació Bankia: crea un ‘banco malo’ privado, y sólo tiene que esperar a que el gobierno de su partido lo rescate a través del ‘banco malo’ público que luego crea, el SAREB.


Y así, puede continuar el juego del dinero en manos de muy pocos, con cargo al rescate que sale del bolsillo de todos los demás.


Un juego de y para la Banca, en el que entra el PP.





Por eso no pactó la fusión de Bankia con La Caixa.


No es ya una cuestión de recelos entre las derechas españolista del PP y catalanista de CiU


Cada una tenía una gallina de los huevos de oro a la que rescatar con dinero público.


Eso sí.


Todas, una vez rescatadas, aceleraron los desahucios a los ciudadanos que no podían pagar, para traspasar sus viviendas al ‘banco malo‘.





Desde 1985, las Cajas de Ahorro habían quedado expuestas a la influencia del partido político de turno en su provincia o comunidad autónoma, confundiendo los intereses personales y partidistas de los consejeros con los de la entidad.


Mientras el negocio bancario se centro más en la actividad comercial que en la financiera, hicieron dinero plácidamente.


Ahora, tras la burbuja inmobiliaria hinchada con complejos «productos financieros», pese al expolio, y gracias al reflote y a las fusiones, pueden conseguir un tamaño crítico lo suficientemente grande para blindar los intereses de quien quede dentro… si los grandes Bancos no les hincan antes el diente.





La unión entre Caja Madrid y Bancaja es el fruto de un compromiso político.


Del deseo de Mariano Rajoy de crear un fuerte «Banco PPopular« que sirviera a los intereses del partido, y de contrapeso frente a los núcleos regionales en la órbita de los partidos nacionalistas (La Caixa, por un lado, y las cajas vascas, por otro), y frente al poder aglutinador de las Cajas en las comunidades gobernadas por el PSOE, de Asturias, Aragón y Andalucía, especialmente a través de Unicaja.


El PP ha perdido el resto de sus ‘posesiones’, con la única excepción de Bankia y el pequeño consuelo de una Caja Murcia relativamente fuerte dentro de Banco Mare Nostrum.


El barón popular Nuñez Feijóo tuvo que desligar Galicia de la operación Bankia, porque Caixanova y Caixa Galicia tuvieron que ser nacionalizadas de urgencia por el gobierno socialista anterior… Pero el actual gobierno del PP ya está planeando integrarlas… Sí, dentro de Bankia.


La alicantina Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) hizo equilibrios entre la intervención del Banco de España y la garras de Cajastur de influencia socialista, para finalmente ser nacionalizada… y acabar comprada por 1 euro por el Banco Sabadell a partir del 1 de diciembre de 2012.


Las castellano-leonesas Caja España y Caja Duero han caído en manos de Unicaja.


Es un juego de bastiones financieros… y Bankia es el único bastión financiero del PP.


Bankia salió a Bolsa para que sobreviviese el control financiero del PP, frente al control del entonces gobernante PSOE.





De esta manera, Bankia resulta demasiado grande para dejar que caiga.


Forma los brazos que rodean y unen a «la gran familia del PP«.


Una «gran familia liberal» que se reúne  alrededor del dinero y los sueldos con cargo al erario público.





La cúpula de Bankia es, en realidad, una cúpula del PP.


Y ésta, como otras cúpulas de poder en torno al dinero de los Bancos, han preferido hundir al país, antes de perder uno solo de sus privilegios.


A eso, le llaman «hacer política en las instituciones públicas«.


Desde su nombramiento hasta su dimisión, lo que hizo Rato en Bankia no fue economía, sino política.


El PP quería un gran banco, y Rato vino para dirigir la operación desde dentro.





Rato nunca dejó de ser un ‘animal político‘ durante su mandato como presidente de Bankia.


Lo demuestra además su continua presencia en actos del partido.


Sólo un político, y no un tecnócrata, puede ser «ministro de economía» sin ser economista.


Porque, en efecto, Rato se doctoró en economía política en 2003, cuando ya llevaba casi 8 años como «ministro de economía», y estaba a punto dejar el cargo.


Y, por ser un político, su partido le protege.


Así, el PP impide  (con el respaldo del grupo parlamentario catalán de CiU y el silencio mediático del PSOE)  la celebración de la asamblea general de Caja Madrid, de la que Rato sigue siendo presidente… para evitar su escarnio público, con turnos de intervención demoledores, preguntas incontestables y medios de comunicación entre bambalinas.


De paso, impide cualquier oportunidad de que Rato deslice qué se encontró tras la presidencia en Caja Madrid del también afín al partido Miguel Blesa, bajo la «supervisión» de los presidentes madrileños, también del partido, Alberto Ruiz Gallardón, primero, y Esperanza Aguirre, después… y cómo Rato tuvo que maniobrar para salvar los privilegios de todos ellos.


Por eso, Rato es más que apreciado dentro del PP.


Le adoran.




Rato vuelve a la tierra prometida de España para ser un mesías entre su gente.


Viene a servir a su partido, y a dar ejemplo siendo el primero en servirse.


Es perseguido, y sufre un martirio.


Pero tiene poder.


A este pastor no le fulmina ningún rayo… Sólo perecen las ovejas.


Para Rato, el dinero es su pararrayos.


Su fortaleza, su escudo, su defensa y su paz.





Por eso es inmune a las tormentas inmobiliarias, del FMI ó de Bankia.


Por eso domina los «elementos«.


Sus fieles no temen caer en «idolatría«, ni le tienen por «falso profeta«, cuando, al revisar las hemerotecas, releen su aparente falta de clarividencia, y testimonios tan poco neoliberales como éste:


«Es conocido que una economía en la que se bajan los salarios y se suben los impuestos, seguro que, antes o después, se detiene
(Rodrigo Rato. DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. 11ª Legislatura; Sesión Plenaria núm. 206, celebrada el jueves 16 de mayo de 1985)


Todo pecado le va a ser perdonado.


Está en una misión.


Y, como decía Karl Rove, el siniestro consejero de George W. Bush en plena época de recorte neoliberal de derechos y libertades en EEUU:


«Nosotros somos actores de la historia, y ustedes… todos ustedes… se limitarán a estudiar lo que hacemos


(Continuará)



30
Oct
12

Pararratos 4




El estruendo del devastador informe del FMI sobre los años de su gestión al frente de la organización, cae en oidos sordos: Rodrigo Rato, de vuelta en España, lleva un año al frente de la cuarta entidad financiera del país.


Tras una dura batalla política en el seno del PP, Rodrigo Rato es nombrado presidente de Caja Madrid el 29 de enero de 2010.


Vuelve como una solución de compromiso para cerrar la guerra interna por el control de la entidad.





Nadie saca a colación que Rato tiene antecedentes familiares poco halagüeños en Banca: su padre fue condenado en 1967 a 3 años de prisión y multado con más de 160 millones de pesetas, por evadir dinero español a Suiza y dejar 2 bancos en quiebra.


Tampoco recuerda nadie que, siendo Rodrigo Rato vicepresidente del gobierno y Ministro de Economía español en 2003, y para facilitar la financiacion bancaria en plena burbuja inmobiliaria, decidió dar vida a otro ‘instrumento financiero‘para la Banca… Desde su ministerio, se elaboró una reforma de la Ley 13/1985 de «Coeficientes de inversión, recursos propios y obligaciones de información de los intermediarios financieros«, en la que se menciona, por primera vez, las «participaciones preferentes«, promocionadas como sencillas inversiones garantizadas, pero que en realidad eran productos complejos de muy alto riesgo para el comprador.


Entre sus primeras medidas como presidente de Caja Madrid, está la de subirse su propio sueldo un 30% respecto al de su predecesor en el cargo, pese a las crisis general y de la entidad.


Un mes después, es nombrado vicepresidente de la compañía aérea Iberia, donde facilita la fusión Iberia-British Airways, de dudosa rentabilidad para la compañia española.





A los escasos 6 meses de llegar, el 11 de junio de 2010, Rato anuncia la unión de Caja Madrid con la entidad valenciana Bancaja y otras 5 cajas de ahorro más pequeñas, la mayoría bajo control del PP.


En julio de 2010, el Banco de España (BdE) y el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS), en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, realiza pruebas de resistencia (o «stress tests») en Bankia y otras entidades, con el objeto de medir su capacidad para enfrentarse a un deterioro general de la economía.


Antes las necesidades financieras detectadas, la comisión rectora del fondo de rescate estatal (FROB) acuerda el 29 de junio de 2010apoyar financieramente el proceso de integración de las Cajas de Bankia, suscribiendo «participaciones preferentes» por un importe de 4465 millones de euros de ayuda pública.


El FROB realiza el desembolso de los fondos el 28 de diciembre de 2010, coincidiendo con el dia de los Santos Inocentes del santoral católico, que en España e Hispanoamérica acostumbra a ser jornada de «bromas» de toda índole… causando un frío estupor cuando los medios de comunicación anuncian la no tergiversada noticia.





El 2 de marzo de 2011, nace la nueva entidad de crédito Bankia.


El «Grupo Bankia» cuenta incluye 402 sociedades, con más de 4000 oficinas bancarias y 11,2 millones de clientes de todos los segmentos.


Al mes siguiente de su constitución, Bankia remite al organismo público que conoce de los mercados de valores (CNMV) su avance de resultados del ejercicio 2010, indicando que el beneficio se sitúa al cierre de 2010 en 440 millones de euros, que “la situación de liquidez del Grupo es cómoda«, y que «el Grupo inicia su andadura con un nivel global de solvencia y provisiones adecuado, al haber realizado un ejercicio de saneamiento responsable y prudente, anticipando las pérdidas futuras de un escenario de estrés«.


Ejercicio de saneamiento no terminado, pues a continuación crea un «banco malo«, al que traspasa el suelo inmobiliario adjudicado y la financiación para compra del mismo en situación dudosa o subestándar.


Así, cuando Rato ofrece Bankia a los grandes fondos de inversión internacionales, puede presentar un balance limpio, que deja fuera 53000 millones de euros en activos tóxicos.


Rato contrata a sus recientes ex-compañeros de Lazard para gestionar su salida a Bolsa, que finalmente se materializa el 20 de julio de 2011.


Gestión feliz, porque, pese a carecer de cuentas consolidadas de ejercicios anteriores debidamente auditadas, la CNMV permitió a Bankia salir a Bolsa, partiendo de información financiera sólo basada en «hipótesis y proyecciones«.





En el folleto de salida a Bolsa, Bankia indicaba que, debido a la reciente integración de las distintas Cajas, la única información consolidada y auditada disponible eran los estados financieros intermedios resumidos del trimestre cerrado a 31 de marzo de 2011, pero que, para compensar esa la falta de información «histórica«, se aportaban información «a efectos ilustrativos, partiendo de determinadas bases e hipótesis«, de las que resultaba que la entidad tenía una muy saludable solvencia, y que incluso arrojaba prometedores beneficios.


Los informes sobre Bancaja y su participado Banco de Valencia los realiza Deloitte, auditor de ambas entidades y de Caja Madrid, en un extraño e inaudito conflicto, porque las valoraciones de la fusión las hace el propio auditor.


Rato se enorgullece de pilotar “el tercer grupo financiero más grande de España”.





El día de estreno en Bolsa, Rato empieza su discurso afirmando que «estar hoy aquí es, en sí mismo, todo un éxito«.


Subraya eufóricamente que «la salida al mercado de Bankia se ha considerado un punto de referencia del sector bancario español«, y, tras dar las gracias a «los 347000 nuevos accionistas de Bankia y a los 11 millones de personas que siguen depositando su confianza en nosotros«, manifestó que «la salida a Bolsa es una decisión estratégica porque hace más fuerte a nuestra entidad y consolida su papel de liderazgo en la banca universal española«. (!?).


A continuación, Rato indica que Bankia tiene «unas premisas de gestión muy claras, centradas en la solvencia, la gestión rigurosa de riesgos en todas las fases del ciclo y la eficiencia y austeridad de costes«, y añade que «así es como Bankia pretende crecer y crear rentabilidad de forma sostenible y esto se traducirá en valor para nuestros nuevos accionistas«.





La situación patrimonial reflejada en el folleto y en el discurso de salida a Bolsa, poco o nada tiene que ver con la real, como se pone de manifiesto unas semanas después.


El barco de Bankia parece disfrutar de una calma que no es tal… Se trata del ojo del huracán.


El 65% de la morosidad de Bankia proviene de Bancaja, la caja valenciana que dominada por el PP, por su exceso de créditos al ladrillo y de activos adjudicados pero no provisionados.


El 21 de noviembre de 2011, el BdE se ve obligado a rescatar al Banco de Valencia con 3000 millones de euros.


La exposición a los activos inmobiliarios tóxicos que ahora reconoce Bankia , el 4 de mayo de 2012, es de unos 35000 millones de euros… En unas «cuentas de 2011 «, que presentan sin auditar.


Como salida a las dificultades, se ofrece una fusión entre Bankia y La Caixa , pero Rato la descarta, no ya por el coste social ante la duplicidad de estructuras y consiguientes despidos, como por escapar al control de Madrid y situarse en el campo de influencia de Barcelona.





El 7 de mayo de 2012, Rodrigo Rato dimite como presidente de Bankia.


Rato justifica su dimisión «para que no se entienda que las eventuales ayudas públicas han sido decididas para favorecer a una persona ligada al PP«.


Llueve sobre mojado.


Porque sólo 3 días antes de dimitir, el 4 de mayo, Rato envía un plan de saneamiento al BdE y al Ministerio de Economía español, para solicitar 7000 millones de euros de ayuda pública adicional.


Y, pocos días después de la dimisión, la auditora Deloitte altera su opinión valorativa sobre Bankia de otros años, y saca a la luz unas pérdidas no declaradas en el ejercicio 2011 de 4952 millones de euros, arrojando una situación de quiebra técnica por patrimonio neto negativo de 4489 millones de euros, y Bankia reconoce el 29 de mayo la necesidad de acudir al rescate público estimado en 19000 millones.


Bankia queda nacionalizada, y su multimillonario rescate público ya asciende a la friolera de 23500 millones de euros, más que todo el presupuesto de infraestructuras español, y equivalente al 2% del PIB… A 500 euros por habitante.





Tras la nacionalización, la CNMV tarda en suspender la cotización de Bankia en Bolsa… 3 semanas (¡?).


Los títulos de Bankia pasan, de los 3,75 euros de su salida a Bolsa, a oscilar alrededor de 1,1 euros por acción en el IBEX-35, dejando a 400.000 pequeños inversores con graves pérdidas.





A finales de julio, Rato comparece ante la Comisión de Economía del Congreso de España, para hablar sobre la crisis de Bankia.


A la pregunta de por qué un balance de 306 millones de euros de beneficios acabó transformándose en uno de más de 3000 millones de pérdidas, Rato respondió:


«No existe un agujero, son cambios de criterios contables«.







A primeros de julio de 2012, el partido político UPyD y el movimiento ciudadano 15-M interponen procedimientos judiciales de «querella«… Se admiten ambos a trámite, en contra del criterio de la Fiscalía, la cual considera que «en este momento no cabe hablar de perjudicados por unas conductas delictivas inconcretas«.


La Fiscalía Anticorrupción, controlada por el Fiscal General del Estado nombrado por el PP, se opone además a la intervención judicial de Bankia , solicitada por los querellantes como medida cautelar para evitar la destrucción de pruebas.


El Fiscal General del Estado, en persona, afirma que «no se va a hacer un gran caso«.


Ya veremos.


De momento, la Audiencia Nacional llamará a declarar a 33 consejeros de Bankia, con Rodrigo Rato a la cabeza, para que declaren como imputados por la presunta comisión de los delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas, delitos societarios, administración fraudulenta y maquinación para alterar el precio de las cosas durante su gestión al frente de Bankia.


Delitos castigados con hasta 15 años de prisión.


Parece que, esta vez, Rato tendrá que afrontar el temporal.


(Continuará)

27
Sep
12

Pararratos 3




Rodrigo Rato, al frente del FMI, y con la ventaja del idioma, realiza varias giras por Hispanoamérica entre 2004 y 2006 para cambiar la percepción de la gente sobre el FMI y su responsabilidad en las desastrosas políticas macroeconómicas apadrinadas en la región.


Entre bambalinas, no duda en alentar a sus políticos a, en palabras del presidente argentino Néstor Kichner, «cambiar el bienestar del pueblo por el pago de deuda a terceros«.




Pero Rato no consigue contener la ola de cancelaciones anticipadas de la deuda contraida por muchos países con el FMI.


Lejos de aplaudir la decisión de pagar las deudas pendientes, Rato intenta convencer a los mandatarios para que «no cancelen la hipoteca«.





Lula da Silva, presidente de Brasil, narra la conversación con Rato sobre terminar de pagar la deuda pendiente:

«Y ellos, los del Fondo, no querían. El titular del FMI, que era el español Rodrigo Rato, me decía: «Lula, no, no. No hace falta que nos pague, no lo necesitamos». Y yo les respondí: «, yo quiero pagarles, y les voy a pagar»«.



Como director gerente del FMI, Rato avala personalmente el propósito de la organización: actuar de prestamista, que, además de lucrarse, empobrece a los países para acceder fácilmente a sus recursos.




Eso es lo que hacen el FMI ó el Banco Mundial.


En palabras de John Perkins, un ex-francotirador financiero subcontratado como asesor por el propio FMI:

Mi verdadero trabajo era ofrecer préstamos a países… Préstamos tan enormes, que sería imposible devolverlos.

Por ejemplo, se concedían 1000 millones de dólares a Indonesia o Ecuador, con la condición de dedicar el 90% del préstamo a contratar a empresas estadounidenses... Empresas de infraestructuras, como Halliburton o Bechtel...

Esas empresas construirían estaciones eléctricas, ó puertos, ó autopistas…

Eso beneficia a unas pocas familias ricas del país... Los pobres se quedan con una enorme deuda, que no podrán pagar jamás.”







Cansados de verse inmersos en una espiral de pago de la deuda que les impide el crecimiento y acarrea la injerencia de terceros en su soberanía, ya nadie quiere recibir los préstamos del FMI.


Bolivia se rebela contra la subida del privatizado suministro de agua.


Ecuador realiza una auditoría de su deuda con el FMI, y descubre que se trata, en realidad, de deuda ilegítima, y declara el cese de pagos del 70% de su deuda en bonos.


Brasil, Argentina, Serbia, Indonesia, Uruguay, Filipinas y muchos otros, renegocian su deuda con el FMI, algunos amenazando con el impago (‘default‘), y anticipan la cancelación total de la misma.


Brasil se proclama liberado del FMI, pero Rato sigue «aconsejando«: más autonomía al Banco Central, supresión de barreras comerciales





Néstor Kichner, presidente de Argentina, también se queja de que, pese a ya haber cancelado la deuda con el FMI, su director gerente Rodrigo Rato siga insistiendo en que se sigan las políticas económicas dictadas desde el FMI:

«Voy a contestarle al presidente del Fondo Monetario Internacional, que ya no nos puede indicar lo que tenemos que hacer, que ya vimos cómo nos fueYa vimos cómo nos fue







El FMI se queda al borde de la insolvencia, al perder la mayor parte de sus ingresos, provenientes de los altos intereses de esos préstamos.


Turquía es el único cliente de importancia que le queda.


Rato empieza a considerar considerar mecanismos de financiación alternativos.


Ante la perspectiva de no poder justificar su existencia, y ni tan siquiera costear su propia estructura como organización, el FMI se orientará a dejar de prestar a los países de bajos ingresos.


Es una forma que decir que pone el punto de mira en sitios… como la vieja Europa.


El shock de la crisis subprime lo propicia.


El FMI retomará su papel de inversor bursátil y financiero, pero en países «viables«, en los que sea factible realizar operaciones de envergadura… en el futuro.


Porque, de momento, las arcas están vacías.







Y, en esas, el 27 de junio de 2007, tres años después de llegar al FMI para un mandato de cinco, Rato anuncia su dimisión del puesto de Director Gerente.


Alega: «he tomado esta decisión por razones personales«, y añade «circunstancias y responsabilidades familiares, en particular la educación de mis hijos«.


En el FMI, la postura oficial es de «sorpresa» y «nadie se lo esperaba«.


Tras abandonar de forma efectiva el FMI el 31 de octubre de 2007, Rato vuelve a España.







Apenas un mes después, el 4 de diciembre de 2007, un banco de inversión en horas bajas, Lazard, anuncia que Rato se incorpora a su estructura internacional a partir del 1 de febrero de 2008 en calidad de Director General Sénior.


Bruce Wasserstein, presidente ejecutivo del grupo Lazard, reconoce que Rato aporta abundantes relaciones en los sectores público y privado por su perfil en altos cargos financieros, y admite que su función será:

«Abrir puertas, asesorar grandes fusiones y adquisiciones, aprovechar una agenda llena de políticos, banqueros y empresarios de todo el mundo





Además, el 11 de enero de 2008, el Banco Santander anuncia el fichaje de Rato para incorporarle a su consejo asesor internacional.

Lejos queda el caso judicial «Aguas de Fuensanta», nombre de una empresa de Rato quebrada en 1999, por la que Botín pagó en lugar de ejecutar el preceptivo embargo tras la quiebra.







Consecuentemente, Caruana deja el FMI en la primavera de 2009, y se centra en el BIS, donde alcanza la cúpula al ser ascendido a Director General.









El 10 de enero de 2011, la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI publica un análisis del comportamiento de esta institución durante el periodo de gestación de la crisis, titulado «El desempeño del FMI en el periodo previo a la crisis financiera y económica: la supervisión del FMI de 2004 a 2007».


Precisamente, los años de gestión de Rato al frente del FMI.


El resultado es una crítica devastadora, denunciando el nulo papel de la institución:

El FMI no previo la crisis, ni el momento en que se produciría, ni su magnitud (…)


He aquí el resumen:


Esta evaluación concluye que el FMI proporcionó pocas señales claras de advertencia sobre los riesgos y vulnerabilidades vinculados a la crisis inminente antes de que esta estallara. El mensaje general fue de continuo optimismo tras más de una década de condiciones económicas benignas y un bajo nivel de inestabilidad macroeconómica.


La creencia de que los mercados financieros eran fundamentalmente sólidos y de que las grandes instituciones financieras podrían sobrellevar cualquier problema que pudiera surgir, disminuyeron la necesidad urgente de hacer frente a los riesgos o la preocupación por la posibilidad de serias consecuencias adversas.


Tampoco se prestó la suficiente atención en la supervisión a los riesgos de contagio o propagación de una crisis en las economías avanzadas (…), pese a las discusiones internas y a las solicitudes presentadas a tal efecto por miembros del Directorio y otros.


Algunos de los riesgos que posteriormente se materializaron, fueron identificados en diferentes momentos, pero se presentaron en términos generales… sin una evaluación de la magnitud de los problemas, y quedaron oscurecidos por el tono en general positivo de la evaluación global presentada.


Estos riesgos no quedaron reflejados en el informeWorld Economic Outlook” (‘Perspectivas económicas mundiales’), ni en las declaraciones públicas del FMI.


El FMI vio la urgencia de hacer frente a los grandes desequilibrios mundiales en la balanza de pagos por cuenta corriente, que podrían desencadenar una recesión mundial, pero no estableció una vinculación entre estos desequilibrios y los riesgos sistémicos que se estaban acumulando en los sistemas financieros







¿Por qué el FMI fue incapaz de detectar los eslabones de la crisis, y actuar en consecuencia?




Los auditores señalan:


La capacidad del FMI para identificar correctamente los crecientes riesgos se vio obstaculizada por un alto grado de pensamiento de grupo, una tendencia general a pensar que era improbable una fuerte crisis financiera en las grandes economías avanzadas, y unos enfoques analíticos inadecuados.


Un débil régimen de gobierno interno, la falta de incentivos para integrar el trabajo de las distintas unidades y plantear opiniones contrarias, y un proceso de revisión que no lograba atar cabos o asegurar que se siguieran todos los pasos necesarios, también jugaron un papel importante.







Dicho de otra manera… unos “intereses creados” que obstaculizan, dificultan e ignoran el análisis de economistas e inspectores.


A pesar de cubrir los años de gestión de Rodrigo Rato como director gerente del FMI, el estudio no le nombra directamente, pero su presencia al frente de la institución durante el periodo analizado resulta obvia.





Rodrigo Rato no hizo un seguimiento a los análisis e inquietudes planteadas por Raghu Rajan en 2005 y 2006, pese a su cargo (Consejero Económico y Director de Investigación del FMI), a sus expertas objeciones y a los documentos (argumentarios, estadísticas y gráficas) aportados por él y sus colaboradores.


Como Consejero Económico y Director de Investigación, Raghu Rajan, dependía directamente, según el organigrama del FMI, del Director Gerente, Rodrigo Rato.


Esas opiniones no influyeron en el programa de trabajo del FMI ni en los documentos emblemáticos difundidos por la organización.


El informe es demoledor.


Pero Rato hace ya idem que ha puesto tierra de por medio, y no oye los truenos.


La publicación del informe pilla a Rodrigo Rato bien cubierto, al frente de la entidad financiera Caja Madrid desde hace un año.


(Continuará)

27
Ago
12

Pararratos 2




El 4 de marzo de 2004, en plena campaña electoral, una echadora de cartas del tarot vaticina a Rato:


La ruleta de la fortuna augura un periodo de muy buena economía


Rato sonríe burlonamente.


Pocos días después, la sonrisa se le hiela en mueca.


El PP pierde las elecciones generales del 14 de marzo de 2004 en un tremendo vuelco electoral, al entender parte de la población que su gobierno había intentado tergiversar la autoría del atentado terrorista del 11 de marzo en Madrid.







El gobierno rehuye interpretar el atentado en clave de evidente represalia por la intervención de España en la Guerra de Irak, declarada ilegal por el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), y realizada contra el 91% de la opinión pública.


Entre el atentado y las elecciones, Rato es protegido por la policía y recibido al grito de «Asesino«.





Al frente del derrotado PP, está Mariano Rajoy, tras ser designado por Aznar como sucesor y candidato.


Los esfuerzos de Rato por erigirse en gran artífice del boom del ladrillo, mientras elude toda responsabilidad en la consiguiente burbuja inmobiliaria, y por auparse en la orgullosa autoría a la vez que niega su existencia, no encuentran recompensa en la lista electoral.







Aznar se rodea, pero recela de los ricos y poderosos económicamente; por otro lado, conoce a Rato desde hace muchos años, y considera que su sistema emocional sube y baja con frecuencia, y que la combinación no da el «perfil social» políticamente correcto.


Rato, en la batalla por la sucesión de Aznar, sufre la derrota de su vida.


Necesita reconstruir su imagen de perdedor.





Tras las elecciones, Rato tensa sus relaciones confesables e inconfesables (Bilderberg), y sale como un rayo para tomar posesión el 1 de junio de 2004 del cargo de Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).


El propio Rato reconoce que su candidatura al puesto fue algo «muy sobrevenido«, que sucedió «prácticamente en cuatro semanas«.


El ruido de pasillo de los gángsters y francotiradores financieros ahogará al de los truenos inmobiliarios, y la brisa de Washington barrerá como un vendaval la debacle electoral.


Además, Rato se cubre las espaldas dejando la batuta económica de España a su protegido Jaime Caruana, al que le restan 2 años como gobernador del Banco de España, plazo convenientemente calculado por estar el  mandato establecido por ley en 6 años.





El 30 de junio de 2004, Caruana comparece ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, y declara que  «no hay burbuja inmobiliaria«.


El 1 de abril de 2005, Caruana afirma que  «la supervisión bancaria desempeña un papel menor, si lo comparamos con el papel que debe jugar el mercado«.


El 17 de noviembre de 2005, Caruana participa en un seminario organizado por el Banco de México con el sugerente título «Estabilidad y crecimiento: el papel del Banco Central». Allí explica:

«Los precios de la vivienda en España, si bien están sobrevalorados, no implican necesariamente que se viva en una burbuja«.





Además, desde mayo del 2003, Caruana compagina su cargo con la presidencia del Comité de Supervisión del Banco Internacional de Pagos (BIS).



Dentro del BIS, Caruana facilita los acuerdos de Basilea II de junio de 2004 para el funcionamiento de la banca internacional, ganándose el aprecio de los «reguladores» y de la «industria» de servicios financieros.


El BIS, la misma institución privada que impone ahora a los Gobiernos “soberanos” las medidas que deben adoptar para salir de la crisis, consigue, gracias a los acuerdos Basilea II, dejar en manos de las entidades financieras la valoración de sus propios activos, y fijar sus propios requerimientos de capital… Las entidades financieras pueden usar sus propios métodos para calcular la probabilidad de impago de sus créditos, la calidad de sus garantías y los porcentajes de capital mínimo que debían tener.

De modo que, con esta “regulación” promovida por Caruana, la salud del balance de un Banco se auto-valora.







No obstante, para evitar las limitaciones de capital mínimo recomendadas por Basilea II, la Banca busca fuentes alternativas de liquidez, y eso les lleva a sofisticar la ingeniería financiera, y a reclamar y conseguir una supervisión más benévola y pasiva por parte de las autoridades.


La Banca de inversión despega hacia un sistema bancario en la sombra (‘shadow banking system’), que supone un 30% del sistema bancario, pero que no es el principal foco de la regulación y supervisión prudencial.


Basilea II no es un conjunto de normas o reglas a cumplir. Sólo promueve reforzar la gestión de riesgos, la adecuación de capital, la disciplina de mercado y la estabilidad financiera… de la Banca comercial «tradicional«.


No de la financiera. Y, menos, de la de inversión.


Se deja fuera entidades y segmentos financieros no regulados ni supervisados, como los «hedge funds«, varios tipos de activos fuera de balance, algunas comisiones de intermediación bancarias, además de securitizaciones, leasing y «off-balance sheets operations» (OTC), como derivados, repos,CDS, CDO


Tampoco contemplaba riesgos operativos, ni transparencia.







Nace cándidamente obsoleto, se aprueba en 2004, y su calendario de entrada en vigor queda cómodamente «escalonado«: 2007-2008.




En agosto del 2006, con el respaldo de la industria financiera por sus esfuerzos en Basilea II, Jaime Caruana entra en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como consejero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital.. de la mano del entonces Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato.




El 16 de mayo de 2006, en su penúltimo discurso, Caruana insiste:

«La posición de las instituciones financieras parece lo suficientemente sólida como para afrontar una corrección de los desequilibrios globales, incluso si esta viniera acompañada de un deterioro de las condiciones financieras y un aumento moderado de la volatilidad«.






La proximidad del relevo al frente del Banco de España y la anunciada llegada de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyas críticas a la burbuja inmobiliaria y de crédito son conocidas, llevan al presidente de la Asociación de Inspectores en Entidades de Crédito del Banco de España, disconforme con la gestión de Caruana, a elevar el 26 de mayo de 2006 una carta sin precedentes al vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes:


«Los inspectores del Banco de España queremos distanciarnos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace en sus últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, señor don Jaime Caruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada situación actual hasta hacerla más sostenible y segura«.


Prosigue:
«En nuestra opinión… ni todos los riesgos están tan controlados como afirma el Gobernador, ni es probable que las consecuencias sean tan limitadas como él propone, si, finalmente, alguno de los mencionados riesgos latentes llega a materializarse«.



Advierte:
«Nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos 6 años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del Gobernador«.


Y denuncia  «la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España —con su Gobernador a la cabeza— ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años del mandato del señor Caruana«.





El recurso de las entidades a la financiación exterior, ocupa también una parte de la denuncia de los inspectores del Banco de España:


«Algunos riesgos típicos del negocio bancario, como el riesgo de tipo de interés o el de liquidez, se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de las entidades de crédito de acudir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversión crediticia… Una parte importante del crecimiento del crédito experimentado por el sistema bancario español en los últimos años (se debe) a un proceso de deriva en la gestión de las entidades que ha dado lugar a una relajación generalizada de los criterios de concesión del crédito».




¿ Existen los instrumentos para intervenir ?




Los inspectores aseguran que


«El Banco de España cuenta con los medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados… La pasividad del Banco de España en los últimos 6 años en la prevención de la creciente exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario (se debe) a la voluntad de su máximo responsable, el Gobernador«.





Hasta el último día como gobernador, Caruana se mantiene fiel a la política llevada a cabo por Rodrigo Rato y a su postura respecto a la burbuja:


«En relación con los mercados inmobiliarios, el año 2005 parece haber marcado el inicio de un proceso de desaceleración en el precio de la vivienda, que incrementa —tanto más cuanto más firmemente se afiance— la probabilidad de que la sobrevaloración actual de este activo sea reabsorbida de una manera progresiva, como sucedió en anteriores episodios de auge«.







El 7 de junio de 2006, un mes antes de que Jaime Caruana cese como gobernador del Banco de España, el Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato, le nombra jefe del departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI, una nueva división del organismo, creada ex-profeso para él.







En junio de 2007, en la presentación del informe anual sobre la economía del ejercicio anterior, y el primero de Fernández Ordóñez como Gobernador, se advierte la continuidad de gestión con Jaime Caruana.


Una cosa es ser columnista económico; otra, secretario de Estado de Hacienda; otra, Gobernador del Banco de España… y otra, ser el que pinche la burbuja inmobiliaria.







Un mes después, en julio de 2007, la burbuja inmobiliaria estalla oficialmente en EEUU.





Los Bancos, que han estado otorgando masivamente préstamos inmobiliarios, empaquetándolos como nuevos productos financieros y vendiéndolos a otras entidades (‘securities‘), se ven atrapados como Banca de inversión, y comienzan a ser rescatados con dinero público.









Bajo los truenos de una tormenta perfecta de crisis económica, escasa liquidez en el mercado y debilidad del consumo, el desempleo se dispara y las Bolsas se hunden.


Rato, desde el FMI, auguraba, 4 meses antes del estallido de la burbuja, un «suave aterrizaje» de la economía.


(Continuará)



31
Jul
12

Pararratos 1




Negros nubarrones se ciernen sobre Rodrigo Rato, que ha comparecido ante la Comisión de Economía del Congreso de España para dar explicaciones por su gestión al frente de la entidad financiera Bankia.


En paralelo, Rato ha sido imputado por la justicia, por la salida de Bankia a Bolsa previa falsificación de los datos de pérdidas de la entidad.





El periodista económico Ernesto Ekaizer, en su libro “Indecentes”, recorre los últimos 20 años de actuación en la vida política y económica española de Rodrigo Rato.






Rodrigo de Rato y Figaredo, conocido como Rodrigo Rato, es un político y economista español que fue vicepresidente segundo del gobierno y ministro de Economía del Partido Popular (PP), entre 1996 y 2004.


Después ocupó el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta su dimisión el 19 de junio de 2007.


Posteriormente, dirigió el grupo financiero Bankia entre 2010 y 2012.





Jaime Caruana, hombre de confianza del ministro de Economía Rodrigo Rato, es nombrado gobernador del Banco de España en julio del 2000.


En diciembre de 2002, el grupo técnico Economistas 2004 publica un informe titulado “Aproximación cuantitativa a la ‘burbuja’ inmobiliaria”, donde, observando incremento de precios de la vivienda en el periodo 2000-2002, estiman que existe una sobrevaloración del 28%, afirmando:

El mantenimiento de unas tasas de crecimiento de los precios inmobiliarios como el que ha tenido lugar en los últimos trimestres, conduciría a una ‘burbuja’ inmobiliaria de difícil sostenibilidad”.




En 2003, la atmósfera se recalienta ante la posible tormenta de una “burbuja inmobiliaria”.


Poco antes, en la presentación del informe de primavera del FMI, “World Economic Outlook” (‘Perspectivas económicas mundiales’), del 3 de abril de 2003, el entonces economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, advierte:

«El estudio detecta que el estallido es típicamente más grande cuanto mayor es el incremento de precios durante el boom«.




Por entonces, la revista londinense The Economist identifica la existencia de burbujas inmobiliarias en EEUU, Australia, Reino Unido, Irlanda, Holanda y España. Según sus cálculos, la burbuja, es decir, la parte del precio basado en especulación futura, es, en España, del 30%.





El 18 de junio de 2003, Jaime Caruana, explica su versión de lo que está pasando en el sector inmobiliario español en la comisión de economía del Congreso:

El Banco de España considera que en estos momentos no tenemos una burbuja inmobiliaria… Esta sobrevaloración podría perfectamente ajustarse sin necesidad de que hubiese lo que se ha venido a llamar el pinchazo de una burbuja”.




El 23 de junio de 2003, Rodrigo Rato, ministro de Economía, vicepresidente segundo del gobierno, y hombre fuerte del gobierno, insiste:

«No estamos ante una burbuja, estamos en una demanda muy poderosa que se mantiene, aunque se está moderando»







Miguel Ángel Fernández Ordóñez, militante socialista, economista y columnista económico, advierte:

«El ministro Rato ha declarado que «los precios de la vivienda en España no están artificialmente altos» y ha emprendido una campaña contra la idea de que pueda haber una burbuja inmobiliaria en España… Como nadie puede pensar que Rato no vea lo que ve todo el mundo, hay que buscar la explicación en el miedo con que cualquier responsable de Economía ve acercarse el final de un modelo de crecimiento basado en el boom inmobiliario y en la explosión del endeudamiento de las familias… Y es que, cuando este patrón de crecimiento llegue al final, empezarán a aparecer las consecuencias negativas que acompañan al descenso de la burbuja… Cuando los precios empiecen a caer, la gente echará de menos lo bien que se vivía cuando subía de precio«.


Los economistas del Servicio de Estudios del Banco de España recogen, en el Boletín Económico de la entidad de septiembre de 2003, que «entre 1997 y 2002, el precio medio de las viviendas tasadas en España creció un 78%«.


Pero, en ese Boletín, la palabra burbuja, por supuesto, no figura.


Sigue prohibida.





Compaginándolo con su puesto de Gobernador del Banco de España, Caruana se incorpora al Banco Internacional de Pagos (BIS) en mayo del 2003, como presidente del Comité de Supervisión.


El Banco Internacional de Pagos (BIS), es una pieza clave en las finanzas mundiales de las últimos 80 años.


Es «el Banco» de los Bancos Centrales, y su Consejo lo forman los profesionales en las finanzas más encumbrados a nivel mundial: Noyer, Bernanke, Draghi, Trichet, Weber


El BIS controla el 10% de las reservas en monedas extranjeras y oro mundiales, a través de Credit Suisse.


Desde los 90′, los ordenadores del BIS están conectados «online» con los de los Bancos Centrales, lo que le da la capacidad inmediata de analizar la situación de todos los sistemas financieros del mundo… Si hay un problema, tiene el poder para intervenir en el mercado del oro y en el mercado de divisas (Forex) para estabilizarlos.







Fernández Ordóñez declara el 27 de septiembre de 2003:
«El principal problema económico que tendremos que afrontar en los próximos años es el derivado de los excesos en el sector de la construcción. Esta burbuja pinchará y caerá la actividad de este sector y el Gobierno no ha preparado al país para este cambio en la estructura de la demanda y de la oferta«.


Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, colaborador y muy amigo de Rato, sostiene, el 2 de octubre de 2003:
«El concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla incesantemente de la ‘economía del ladrillo’«.

El 3 de octubre de 2003, José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, recuerda:
«Advertimos sobre el riesgo de que hubiera una burbuja inmobiliaria, y el Gobierno desoyó todos los avisos«.


Luis de Guindos, Secretario de Estado de Economía, con Rodrigo Rato como mentor, dice el 2 de noviembre de 2003:
«Es cierto que las familias están más endeudadas, pero está aumentando la riqueza patrimonial y financiera y hay unos activos que se transmitirán a las generaciones futuras… Y no hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se va a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencia en los procedimientos de urbanismo«.







El 3 de noviembre de 2003, en plena época preelectoral, Rato insiste:
«No creo que estemos a una situación de burbuja. Los propios datos del Banco de España fijan un exceso de precios pero que no se pueden entender como una burbuja como la que vivimos con los valores tecnológicos en el año 2000«.


En la recta final de la campaña electoral, Rato vuelve a defenderse y a atacar a quienes hablan de una burbuja… El 23 de febrero de 2004 se queja:
«Lo que riza el rizo de la equivocación es considerar la construcción como ‘el sector del ladrillo’, como si estuviéramos en la época de ‘La escopeta nacional«.


Y reafirma:
«Estamos asentados en un crecimiento duradero… La verdad es que estamos asentados en un ciclo largo y con pocas incertidumbres.


Pero Fernández Ordóñez ve relámpagos.


Sólo 5 días después, el 28 de febrero, a 2 semanas de las elecciones, se pregunta:
«¿Hasta cuándo podremos crecer apoyándonos en los desequilibrios?… Cuando Europa se recupere y los tipos suban, nos arrepentiremos de haber forzado los desequilibrios durante estos años. Porque antes, la salida era la devaluación… Pero, esta vez, nos encontraremos en una situación sin salida.»


Sin salida.


El PP pierde las elecciones del 14 de marzo de 2004.


Entretanto, la «tormenta económica perfecta» se va acercando.





(Continuará)

29
Ene
12

Ojo




El 30% del tiempo de los informativos se dedica a los deportes.


El equipo médico habitual del Doctor Sito no podía permanecer impasible ante esta pérdida de tiempo y neuronas, así que hemos decidido comenzar este año…  hablando de deportes.


En 2012, los Juegos Olímpicos se celebrarán en la ciudad de Londres, como transición a los irremediables Juegos de Madrid 20xx (xx = 12, 16, 20, y subiendo), que parece confirmado acabarán siendo organizados por voluntarios dados a la Botella.


El programa de radio «Asuntos propios» invitaba recientemente a sus oyentes a proponer nuevos deportes olímpicos.


De las aportaciones enviadas, vamos a entresacar y ampliar algunas, y a añadir otras nuevas.





«Levantamiento de bienes«.

Iñaki Urdangarín, yerno del Rey de España, parece tener muchas posibilidades de llevarse… la plata. Eso explicaría lo de sacar billetes para Londres. Aunque pueda significar dejar aparcada una prometedora carrera cinematográfica, en producciones como «Pagainfantas«, «El informe pelín-caro«,  «Los especímenes del Museo de Cera» y «Tempestad sobre Washington«. Curioso espíritu de superación en la transición desde el balonmano al talonmano, pasando por el banquillo. Nöos llena de orgullo y satisfacción. Presuntamente.







«Lanzamiento de disco de Ramoncín«.

No se trata de animar al artista-antes-llamado-El-Rey-del-Pollo-Frito a publicar un nuevo single… Consiste en lanzar sus discos lo más lejos posible. Lejos de la SGAE. Lejos de Operación Triunfo. Lejos de El Jueves. Lejos de PopularTV/13TV. Lejos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)… Muy lejos.





«Triple salto de prima de riesgo«.

Es una prueba con fama de complicada, que no lo es tanto: las agencias de calificación se encargarán de ir bajando escalones en el rating de la deuda soberana, hasta culminar en un fácil salto al cubo del bono basura. Todos los países optan a medalla:  basta con que las paguen como si fuesen de oro. Las recibirán de manos de los Bancos, en una ceremonia de imposición.





«3000 kilómetros marcha«.

No se requiere mínima para participar. Y habrá medallas para todos. La prueba consiste en emigrar, en que los participantes marchen y no vuelvan. La cobertura televisiva es permanente; hasta vienen luego a ver lo bien que te va «por el mundo«. Es un deporte neolímpico en auge; lo promueven hasta los gobernadores/delegados del gobierno, proponiendo itinerarios alternativos para las manifestaciones de resignados, indignados, ocupados y parados, a fin de crear cantera a la vez que se protege su derecho… a salir.





«Billar a 2 bandas«.

Por la Ley D’Hont, el oro y la plata se repartirán entre 2 los únicos partidos políticos participantes. En caso de fallo de uno, tira el otro. Las bolas son de la Banca. Evitando usar taco alguno, y en voz baja para no molestar al juego, el estupefacto público puede comentar que «capullos y gaviotas nos han tomado por idiotas».







«Tiro al Blanco en gasolineras«.

José Blanco, ex-Ministro de Fomento de España, ha sido acusado de haber recibido dinero a cambio de agilizar ‘unos permisos’. Es cierto que su acusador es un imputado por corrupción, que puede haber encontrado así una via fácil para negociar su libertad provisional. Pero los participantes hacen cola tirando a dar. Y, en realidad, no es importante si dan en la diana o no…  Sólo por el hecho de que el propio Blanco ha reconocido haberse entrevistado con su acusador en su coche oficial en una gasolinera, haberle llevado a comer y haber hablado de «gestiones»,  José Blanco se ha asegurado de que haya competición. La cual, para más aliciente,  se llama «Operación Campeón«.







«Gimnasia artística sobre suelo de hipoteca«.

Los participantes realizan las más variadas composiciones coreográficas, para evitar el desequilibrio y caer en el desahucio. A su vez, los jueces realizarán una interpretación artística, valorando aleatoriamente de forma positiva o negativa las piruetas de los participantes. Una vez más, prima (de riesgo) el espectáculo.





«Maratón de Manhattans«.

La afamada prueba atlética neoyorkina se incorpora a la gran familia neolímpica, con el aval de EEUU, utilizando las recetas del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los participantes recortarán sus prestaciones sociales, a cambio de un pelotazo tras otro (esta vez no urbanístico) de cócteles ácidos y amargos, achacables a la angostura actual. Está mal visto devolver la invitación usando la variante Molotov como bebida para acompañar la comida. Sería de mal gusto.


En fin, todo un arsenal de modernas pruebas para ponernos a prueba.


Los medios de comunicación suelen echar el ojo a millonarias estrellas, que a menudo tienen su domicilio fiscal en el extranjero, para encumbrarlas como fuente de entretenimiento permanente.





No es de extrañar que se ha elegido como mascotas de Londres 2012 a muñecos de un solo ojo.





Y… sí, guardan un preocupante parecido con los alienígenas de Los Simpson.





No se oculta la intención de que toda nuestra atención se dedique a los deportes, o a cualquier otra distracción que desvíe nuestra mirada de la cruda realidad que se nos impone.





Realmente, preferirían que lleváramos una venda en los ojos para no ver nada en absoluto.


Por fin, un buen uso para la tijera de los recortes.


Mira.




22
Dic
11

Ilusionismo



Mariano Rajoy, el nuevo presidente del gobierno de España, afirmaba durante su precampaña electoral:

«No hay que engañarse ni engañar… Las cosas no estarán en orden el lunes por arte de magia«.


Pues estarán a su gusto el martes, o el miércoles… Porque Rajoy tiene el poder. Un poder que es mágico.


Rajoy cuenta con la magia neoliberal aplicada tanto en el seno de la Unión Europea (UE) como en el resto del mundo via el Fondo Monetario Internacional (FMI), con resultados ya conocidos.





Este poder mágico aparece en el video  «Cómo convertir la deuda privada en deuda pública«, que muestra, en sólo 3 minutos, la analogía entre el expolio actual y un Gran Casino donde las fichas se mueven de un lado a otro, y donde el azar y la magia no tienen lugar… porque la Banca siempre gana.


A continuación, transcribimos su contenido:


Hola, amigos de la magia. En el truco de hoy, convertiremos la deuda privada en deuda pública.


El truco es bien sencillo.


Todo lo que haremos será introducir la deuda privada en la chistera de los mercados financieros. Tres toques con la varita mágica..1… 2…3… y he aquí el resultado: la deuda privada se ha convertido en deuda pública.


Veamos ahora la explicación de este truco.

Lo primero es crear una deuda privada. Para ello, dejaremos que el dinero en manos de los especuladores circule libremente por el mundo, y que con la cómplice ayuda de los paraísos fiscales, no pague impuestos.


A los Bancos les permitiremos que se endeuden sin control y que inviertan el dinero de los ciudadanos en el Gran Casino financiero, especulando con todo lo que se pueda, y más.

Como el mercado se autoregula, no hay riesgo de desestabilización.


¿ Qué sucede ahora ?…


Una vez que tengamos una deuda privada enorme, e imposible de pagar, entramos en la segunda fase del truco: los estados pedirán dinero a los mercados financieros, para ayudar a los bancos responsables del desastre, generando una deuda pública inmensa que pagaremos los contribuyentes y nuestros descendientes.


Por supuesto, lo harán sin dar nada a cambio.





Y ahora, ¿ cómo pagaremos los rotos de esta fiesta especulativa ?


A ver…


A las rentas más altas le sacamos un poco… No mucho… no queremos una minoría dominante enfadada…

A las rentas medias y bajas, un poco más… casi no lo notarán, ya que son la mayoría, y, por lo tanto, es lo más democrático…


A las empresas también le sacaremos algo, pero, con la reforma laboral les sale a cuenta…


Y a los Bancos… A los Bancos, algo simbólico: si pagan impuestos, tendrán que recortar el crédito, y no es buena idea para salir de la crisis…


Bien, ahora habrá que distribuir este dinero…


Para «Defensa», bastante… El mundo está lleno de amenazas…


Para «Pagar los intereses de la deuda»… bueno, bastante también… Es justo pagar lo que se les debe…


Para «Sanidad, educación, pensiones»… bueno, un poquito a cada uno no hace mal a ninguno…


Si reducimos el presupuesto, los servicios públicos serán tan deficientes, que tendremos la excusa perfecta para entregarlos a las grandes corporaciones…


La sociedad está «bien informada», y es «crítica», por lo que seguramente «comprenderá» que hay que apretarse el cinturón.


En fin, amigos con esto haremos todo aquello que siempre quisimos hacer… Cumplir el mejor ideal europeo: todo para pocos, nada para el resto.


[Fin del video].



La propia Asociación Española de la Banca reconoce que la crisis del sistema bancario de Irlanda fue el primer ejemplo de, no sólo la transmisión de la crisis financiera en crisis de deuda, sino también la conversión de la deuda privada en deuda pública.


Por «conversión«, principalmente, se entiende el rescate público de las instituciones financieras, que, en palabras de la ONU, «fue responsable de gran parte del déficit público“.


La cifra la aporta el propio presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso: «en los últimos 3 años, los estados de la Unión Europea, los contribuyentes, han dado ayuda y garantías de 4,6 billones de euros al sector financiero«.


Eso supone, aproximadamente, la suma del PIB de España y Alemania en el 2010


Y aún no ha terminado… De nuevo, 523 bancos europeos acaban de acudir a la nueva barra libre de liquidez bancaria proporcionada por el Banco Central Europeo (BCE), y han solicitado rescates por valor de 489.000 millones de euros.


El dinero del rescate se dedica a saldar las deudas de los bancos privados, pero la deuda que se origina… la pagan los ciudadanos en su conjunto.


Así, los presupuestos se reducen para pagar los intereses de la deuda… incluso a costa de vender patrimonio.





La Banca se encuentra expuesta por el dinero que ella misma prestó para financiar la burbuja inmobiliaria.


Para que no sufran sus cuentas ni se deteriore su balance, sigue refinanciando a promotoras y constructoras, y se resiste a rebajar el precio del suelo y de las viviendas.


Así, sus activos no se deterioran.





La banca privada de España acumula aún 176.000 millones en crédito inmobiliario «tóxico«.


Para «sanear» los balances de la Banca, ésta ha de deshacerse de los activos inmobiliarios «depreciados«.


Y, para eso, algunos expertos plantean la creación de «bancos malos« que asuman los activos inmobiliarios «problemáticos«, sin intervención estatal… Pura venta y comercialización de esos activos.



Pero nadie va a pagar un precio irreal por activos devaluados.


Como era de esperar… Esos expertos son los menos.


La mayoría abogan por una intervención directa del Banco de España en las entidades con más problemas, creando «bancos malos» que aglutinen lo depreciado, dejando saneado al banco matriz, con dinero público.


Si se sigue el modelo de banco malo de Irlanda, la Banca entregaría los activos al Estado, recibiendo a cambio deuda pública con la que se puede obtener liquidez en el Banco Central Europeo (BCE).


La lógica fue: considerando que el suelo y los créditos al sector inmobiliario se provisionan en un 33% de media, si el Estado los adquiere con un descuento del 60%, la pérdida para la Banca privada asciende al 27%… Pero a ese precio, los particulares ya se animarán a comprar.


Así, Irlanda reactivó algo el crédito… pero quebraron muchas entidades.


¿Y qué pasó con ellas ?



Que se les aplicó el truco de magia.


Fueron «re-rescatadas» con deuda pública.


Si se sigue el modelo de banco malo de Alemania, el Estado paga a la Banca el mismo precio que tienen fijado en sus balances, restando las provisiones realizadas. En contrapartida, la Banca asume el riesgo de que se tarde mucho en recuperar el precio pagado por los activos, y se marca un plazo (por supuesto, largo) tras el cual las entidades responderán por la caída de valor. Además, la Banca acepta la obligación de dar tanto crédito como ayudas reciban.


Así ocurrió con el banco alemán Hypo Real Estate Bank en 2009… pero, al igual que en el caso irlandés, tuvo que ser re-rescatado… y su gestión pasó a ser pública.





Con ambos modelos de banco malo, el gasto público se incrementa.


Y luego vienen el estancamiento o los recortes en sanidad, educación, pensiones y demás servicios sociales, y la privatización de servicios públicos.





Al final, crear un «banco malo» es crear «otro» banco.


El banco malo intentará vender paulatinamente sus activos tóxicos para devolver el préstamo y las ayudas del Estado.


A medida que pase el tiempo y se multipliquen los impagos, el banco malo se hace insolvente.


Finalmente, el banco malo es «rescatado» (con o sin nacionalización temporal intermedia)… y… alehop… su deuda privada se convierte en deuda pública.


Vendría a ser un «banco expiatorio«, como si los pecados fueran de todos.


De nuevo… la bomba de la deuda.





Y, vista la segmentación del sistema financiero en bancos y cajas de ahorro… Sería una «bomba racimo» de bancos malos.


Dicen que crear un «banco malo» (o muchos) en España costaría 100.000 millones de euros.


Ese es el gran peligro.


Que vuelvan a convertir la deuda privada en deuda pública.


Que saquen su varita mágica, y lo que ahora deben los Bancos, lo conviertan en deuda que todos y cada uno de nosotros habremos de pagar.


Mucho más que 100.000 millones de euros…


La socialización de las pérdidas de la Banca ha precipitado la crisis fiscal y la ruina de la solvencia de los países. Los últimos casos:  Irlanda y Grecia.





Cuando el presidente del Banco Santander, Emilio Botín rechaza crear un banco malo «porque no reactivará el crédito«… no lo hace por motivos altruistas, ni para evitar convertir más deuda pública en privada.


Simplemente, espera, como el resto de la Gran Banca española y no española, comprar rivales caídos a precio de saldo.


Y por eso, a su vez, cuando Mariano Rajoy declara que se debe «hacer un esfuerzo para sanear los balances» de las entidades financieras, los Bancos «más débiles» lo interpretean a su modo para pedir que se adopte una solución «rápida y completa«, a saber: que les dejen crear «bancos malos«.


Quieren evitar que la Gran Maga Banca (como Santander y BBVA) les haga desaparecer.





El recién elegido presidente neoliberal Mariano Rajoy dice que «arreglará la economía española en 2 años«, recalcando asimismo que «con mi Gobierno habrá crecimiento sólido y empleo en 2 años«.


Suena a «milagro mariano«.


¿ Que si el Estado español va a realizar un rescate para librar a los Bancos de sus activos inmobiliarios tóxicos ?


A ver…


Un pase mágico por aquí…


Un pase mágico por allá…





Otro pase mágico por acullá…


Abracadabra


Habla la Cabra


Chan-ta-ta-chán!…







Y Luis de Guindos, un ex-banquero de Lehman Brothers, sale nombrado Ministro de Economía.


Comienza la representación.


Se empieza a ver en qué queda la efectista frase electoral «Rajoy no está dispuesto a recibir órdenes de Europa ni de nadie«…


En puro ilusionismo.


A su alrededor, apenas se defiende crear con el dinero de los «rescates» una Banca Pública que hiciera lo que la Banca Privada no hace: proveer de crédito a la economía productiva para que pueda volver a crecer y generar puestos de trabajo.


Para eso, habría que romper el hechizo de la Gran Maga Banca. Fijar los tipos de interés. Emitir moneda. Salir del euro.


Pero parece que Mariano tiene una varita mágica, y sólo tiene 2 años.








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