Archivo de May 2012

30
May
12

Estrategias




Pese a haber nacido como individuos únicos e irrepetibles, el altruismo recíproco es nuestra única estrategia para subsistir como especie.


El biólogo Robert Trivers investigó este tema en 1971, utilizando el concepto de «estrategia evolutivamente estable» del genetista John Maynard Smith, para estudiar el comportamiento de los individuos, ya sean personas… o simples genes.


Una «estrategia evolutivamente estable» (EEE) es una política de comportamiento que, si la mayoría de la población la adopta, NO puede ser mejorada por una estrategia alternativa, en cuasnto al resultado de beneficios menos coste promedio para todos los individuos.


Analicemos un caso real observable en la naturaleza.





El individuo B tiene un parásito peligroso en la coronilla de su cabeza, y ahí, no puede  para limpiarse. El individuo A le ayuda a deshacerse de él.


Más tarde, se presenta la situación en que A tiene también un parásito en su coronilla. Naturalmente, busca a B con el fin de que éste le retribuya su buena acción anterior.


Entonces… B le desprecia… y se aleja…





B es un tramposo, un individuo que acepta el beneficio derivado del altruismo de otro ser, pero que no devuelve el favor, o, si lo hace, es de forma insuficiente.


A los tramposos les va mejor que a los altruistas incondicionales, ya que obtienen beneficios sin pagar coste.


Y eso que el beneficio por haber sido aseado es superior al coste por asear.


Pero, aunque el coste de asear la cabeza de otro individuo parece pequeño comparado con el beneficio de que le hayan eliminado un parásito peligroso, no se trata de un coste insignificante… Hay que emplear cierto tiempo y energía, siempre valiosos.





Asumamos que la población consiste en individuos que adoptan una de esas dos estrategias: la de los Incautos y la de los Tramposos.


Los incautos asearán a cualquiera que lo necesite, de manera indiscriminada; en cambio, los tramposos aceptarán el altruismo practicado por los incautos, pero no asearán a nadie, ni siquiera a aquellos que le ayudaron previamente a eliminar el parásito.


Si la incidencia de parásitos es alta, cualquier individuo incauto en una población de incautos puede contar con que será aseado cuando lo precise, ya que él hará los mismo por los demás.


El resultado promedio para un incauto entre incautos es, por lo tanto, positivo… Bueno, en realidad, como a todos les va bastante bien, el apelativo «incauto» sería inapropiado… Más bien, sería amable, saludable, conveniente, sano





Ahora, supongamos que aparece un tramposo en la población.


Siendo el único con tal característica, puede contar con ser aseado por todos los demás, pero no pagará nada a cambio.


Su resultado promedio de beneficio menos coste es mejor que el promedio que obtiene un incauto… Por consiguiente, los genes para los tramposos empezarán a expandirse a través de la población… Y pronto, los genes de los incautos se extinguirán.


Eso ocurrirá irremediablemente, sea cual sea su proporción en la población: los tramposos siempre se las arreglarán mejor que los incautos.


Por ejemplo, si la población está compuesta de un 50% de incautos y un 50% de tramposos,  el resultado promedio obtenido por los incautos y los tramposos será menor que el de cualquier individuo en una población  100% de incautos


Pero, aun así, los tramposos obtendrán un resultado más alto que los incautos, ya que ellos obtendrán todos los beneficios (los que sean), y no pagarán nada a cambio.





Cuando la proporción de los tramposos en la población alcance un 90%, el resultado promedio para todos los individuos de la población será muy bajo: muchos de ellos, tramposos o incautos, estarán muriendo por la infección transmitida por los parásitos.


Aún así… a los tramposos les irá mejor que a los incautos… Incluso si toda la población tiende a la extinciónnunca habrá un momento en que a los incautos les vaya mejor que a los tramposos.


Debido a la infección, nada podrá impedir la extinción de los incautos y los tramposos… es decir, de toda la población.





Supongamos ahora que se plantea una tercera estrategia denominada de los «Escarmentados«… Los escarmentados asearán a los extraños y a los conocidos que, con anterioridad, les hubiesen aseado a ellos. Sin embargo, si cualquier individuo les engaña, recordarán el incidente y le guardarán «rencor»: se negarán a asearle en el futuro.


En una población de escarmentados e incautos, es imposible diferenciar a unos de otros… Ambos se comportan de manera altruista hacia los demás, y ambos obtienen un resultado promedio de beneficio/coste alto y parejo.


En una población compuesta en su mayoría por tramposos, un solo escarmentado no tendría mucho éxito… Gastaría mucha energía aseando a la mayoría de los individuos que encontrase, porque tardaría mucho tiempo en acumular rencor contra todos los que le engañan.


Además, nadie le asearía a él… Así que, si el número de escarmentados sería muy pequeño comparado con el de tramposos… y el gen de los escarmentados se extinguiría.





Sin embargo, si los escarmentados lograran aumentar su número hasta constituir una proporción importante, sus posibilidades de encontrarse unos a otros llegarían a ser bastante grandes, y les compensaría lo perdido aseando a los tramposos.


Cuando se lograse esta proporción decisiva, empezarían a obtener, como promedio, un resultado más alto que los tramposos, y estos últimos se verían empujados, a un ritmo acelerado, hacia su extinción.


Cuando los tramposos estuvieran prácticamente extintos, su índice de desaparición se ralentizaría, y podrían sobrevivir como minoría durante bastante tiempo, porque un tramposo tendría sólo una pequeña probabilidad de encontrarse con el mismo escarmentado 2 veces, y la proporción de individuos que guardasen rencor contra un determinado tramposo sería muy pequeña.





Todo esto se puede simular por ordenador.


La simulación empieza con una fuerte mayoría de incautos, una minoría de escarmentados que se encuentra justo por encima de la proporción crítica, y una minoría integrada más o menos por el mismo número de tramposos.





Lo primero que ocurre es un dramático descenso de la población de incautos, al ser explotados por los despiadados tramposos. Éstos disfrutan de una considerable explosión demográfica, que alcanza su máximo cuando el último de los incautos muere.


Pero los tramposos aún deben tener encuenta a los escarmentados.


Durante el precipitado declive de los incautos, el número de escarmentados ha ido decreciendo por haber sufrido el embate de los prósperos tramposos, pero se las arreglan para mantenerse firmes.


Cuando ha desaparecido el último incauto, y los tramposos ya no pueden lograr tan fácilmente su egoísta explotación, los escarmentados empiezan a aumentar lentamente a costa de los tramposos.


Su población empieza a cobrar auge.


Su ritmo de incremento se acelera, la población de tramposos se desmorona hasta casi extinguirse… y luego parece aguantar, ya que goza del privilegio de su rareza y de la relativa libertad respecto a los escarmentados con la proporción alcanzada en la población…


Sin embargo… lenta e inexorablemente… los tramposos son eliminados y los escarmentados sobreviven como únicos integrantes de la población.


La estrategia de los escarmentados resultó ser evolutivamente estable, en el sentido de que una población compuesta en su mayoría por escarmentados, no se verá invadida por tramposos ni por incautos.


Sin embargo… la de los tramposos también es una estrategia evolutivamente estable  (EEE), ya que una población que consista en una
gran mayoría de tramposos no se verá invadida por escarmentados ni por incautos.


Una población podría asentarse en cualquiera de estas dos EEE.


A largo plazo, podrá oscilar, cambiar de una a la otra.


Dependiendo de los valores exactos de los beneficios obtenidos frente a los costes incurridos, uno u otro de esos 2 estados estables ejercerá una mayor «zona de atracción», y tendrá más posibilidades de triunfar.


Sin embargo… a pesar de que una población constituída por tramposos constituye una «estrategia evolutivamente estable«…. es más probable que se extinga.





Llegar a una EEE…   no significa sobrevivir.


Sólo significa haber conseguido ventajas blindadas frente a cambios.


Si una población alcanza una EEE que implica su extinción… Pues eso… inexorablemente, se extingue.





Qué lástima… Qué oportunidad perdida. Estando a huevo







Y también se extingue, como decíamos anteriormente, si el número de escarmentados es muy bajo, y no consigue una proporción suficiente de la población, una masa crítica.


De las dos EEE , la única que sobrevive es la de los escarmentados.


La cual, por cierto, mejora matemáticamente el resultado obtenido cuando se trata de una EEE de «escarmentados con capacidad de perdonar«.


La única forma de ganar es el cambio de nuestro sistema de valores: del egoísmo individual al altruísmo del bien común.


Es un juego que se puede enseñar.


El juego de la supervivencia humana por su comportamiento… O la humanidad termina en la extinción, o sobrevive gracias al respeto al otro.


Paradójicamente, volviendo al principio de la historia, la presencia de los incautos, en realidad, puso en peligro a los escarmentados, ya que ellos fueron los responsables de la temporal prosperidad de los tramposos.


Indignante.






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