El ayuntamiento de Madrid ha lanzado una consulta popular para valorar la iniciativa de trasladar una estatua de Felipe II a la Plaza de la Villa.
El consistorio argumenta que el traslado «supone dar mayor visibilidad a la figura de un monarca imprescindible en la historia de nuestra ciudad«.
Y tanto, porque la estatua se encuentra desde 2006 en un depósito municipal.
Anteriormente, adornaba la Plaza de la Armería, entre el Palacio de Oriente y la Catedral de la Almudena, con vistas a la zona verde de la Casa de Campo, y con el paisaje de fondo de la Sierra de Guadarrama.
Un sitio ideal.
El más apropiado para un monarca que siempre se mantuvo demasiado ocupado por los problemas religiosos y de política exterior como para preocuparse por Madrid, y cuyas iniciativas monumentales se dirigieron hacia 2 proyectos que no forman parte de la ciudad: el monasterio de El Escorial, y el palacio y los jardines de Aranjuez.
La estatua en sí, no es una obra nueva, ni siguiera original.
Es una copia en bronce de una obra de los hermanos Leone y Pompeo Leoni que se conserva en el Museo del Prado.
Su nuevo emplazamiento obligaría a desplazar la magnífica estatua de Alvaro de Bazán, original, obra de Mariano Benlliure, realizada en 1888 con motivo del tercer centenario de la muerte del navegante, y sufragada con fondos provenientes de un concierto en el Teatro de la Zarzuela y de la suscripción popular.
Difícil de creer… PPero así es.
Un ayuntamiento que realiza un sufragio para contradecir la voluntad plasmada en una obra costeada por sufragio popular.
Su frágil memoria borraría 124 años de paisaje urbano consolidado en la historia de la ciudad.
Se anunció que, tras la votación, si se aprobaba el traslado, este se llevaría cabo después del verano de 2013. Caso de no obtener el apoyo popular, la estatua volvería a su ubicación original en la Plaza de la Armería.
Pero esa hipotética vuelta a la explanada parece difícil.
Máxime, cuando no ha sido prevista, dado que el ayuntamiento, tras destrozar la vista de la cornisa desde la Casa de Campo por la construcción de un Museo de Colecciones Reales, va a señalizar su ubicación colocando, con grandes caracteres, de unos 2 metros de altura, la palabra «MUSEO» en el subsuelo de la explanada, justo debajo del lugar donde estaba la estatua de Felipe II.
La vuelta de la estatua sería un problema.
Igual le está traicionando el subconsciente al ayuntamiento, considerando que un rey llamado Felipe deba apartarse del rico patrimonio atesorado en su museo.
Y se hace eco de las voces que reclaman al alejamiento de lo monárquico.
En cualquier caso, el concejo está en un aprieto si la votación no aprueba su propuesta de traslado, porque ya ha decido sacar la dichosa estatua de los almacenes.
El ayuntamiento anuncia un periodo de votaciones desde el jueves 7 de febrero al domingo 31 de marzo de 2013.
Todas las personas que lo deseen, pueden depositar su voto en una urna del Salón de Actos de la Junta Municipal de Centro, calle Mayor nº 72, durante los meses de febrero y marzo, en horario de lunes a jueves, de 9:00 a 16:30h, y los viernes de 9:00 a 14:30h.
Horarios populares.
Que la urna esté enfrente de la Plaza de la Villa, apoya la iniciativa de trasladar allí la estatua.
Esta es la recreación virtual de cómo quedaría:
La Plaza de la Villa alberga la Casa de la Villa, una de las sedes del ayuntamiento.
No pasa desapercibido que esta estatua de bronce daría lugar a una clarísima y muy sintomática fusión y confusión entre los poderes estatal y municipal.
También se puede participar en la votación de forma online, accediendo a la aplicación web de la consulta, donde además se puede comprobar día a día el resultado de las votaciones.
Así es como marcha el escrutinio a fecha 25 de marzo, pocos días antes de finalizar el periodo electoral:
El día 15 de abril, 15 días después de haber finalizado el período de votaciones, aún se podían consultar en la web de seguimiento del ayuntamiento los resultados finales de la votación:
A tenor de los mismos, los votantes han rechazado la iniciativa:
Sorpresivamente, el ayuntamiento saca una nota de prensa el 19 de abril, anunciando que «tras la consulta popular, se han iniciado ya los trámites para su nueva ubicación«:
La nota de prensa afirma que la propuesta se sometió a «consulta popular no vinculante«.
Vaya.
¿Dónde quedó aquello de «Si la consulta es negativa, la segunda opción sería reponer la imagen en su lugar original«?
A tenor de la propaganda oficial sobre la votación, cualquiera hubiese dicho que el concejo pedía consejo.
Pues no.
Como justificación para el traslado, el comunicado de prensa aporta estas cifras:
«La votación, que ha contado con la participación de 4.581 madrileños, arroja un resultado del 54,1% a favor de la recuperación e instalación de la estatua de Felipe II en la plaza de la Villa, y del 45,9% (en contra)…«.
Esas cifras no cuadran con las publicadas en el portal web de la votación el 15 de abril, porque falta añadir los resultados de la votación presencial en la urna electoral.
Uniendo las cifras publicadas en el portal internet y en la nota de prensa, tenemos:
Sólo hay que desvelar los datos que faltan.
El detalle de votos totales se obtiene de los porcentajes y de la participación total aportados en la nota de prensa:
Este cálculo coincide con el realizado por medios de comunicación controlados o afines al partido que gobierna el ayuntamiento.
Ya sólo falta restar los votantes de internet del total, para saber cómo fue la votación presencial.
Y… ¡oh, sorpresa!
El resultado de la votación presencial rompe cualquier probabilidad estadística.
Uno esperaría ver una victoria mayoritaria o reñida, a favor o en contra de la propuesta.
Y lo que uno encuentra es una paradoja:
Eso es unanimidad.
¿Sólo 27 personas, de entre 1055, se personaron para votar no al traslado?
La intención de voto, caso de celebrarse elecciones en estas fechas, contradice que la población esté tan contenta, convencida o adoctrinada, como para dar ese apoyo del 97,5% al actual poder municipal.
Es un porcentaje propio de dictaduras.
Estadísticamente, inconcebible.
Materialmente, imposible.
No hay tema que en un plebiscito poblacional alcance esa «unanimidad«.
Se debe tratar, o bien de un error, o bien de un fraude electoral.
Si es lo primero, el titular del pomposo «Area de Gobierno de Las Artes, Deportes y Turismo» del ayuntamiento de Madrid, Fernando Villalonga Campos, un diplomático de carrera valenciano reclutado (que no votado) para la política por un tipo al que sus amigos censuraban por acudir a la política para lucrarse, debe pedir disculpas, y dar marcha atrás al traslado de la estatua, como se comprometió.
Si es lo segundo, este mariscal municipal de la cultura, que admite «me gusta provocar«, que propone “más fomentar y menos hacer”, y que pregona que «la cultura no es gratis, la cultura hay que pagarla«, debe dimitir.
O ser cesado, ante tamaña falta de legitimidad para «gestionar» lo público.
Claro, que es una legitimidad similar a la de quien gobierna su ayuntamiento: alguien no elegido en urnas, y cuyo mayor mérito político es haber acompañado a su consorte cuando éste ejercía la presidencia de gobierno del estado.
Este desaguisado es perfectamente entendible como guinda del pastel que han cocido el anterior y el actual corregidor de Madrid, y sus nefastas recetas neoliberales.
Para ser político en democracia, no hace falta que uno sea demócrata, pero debería, cuanto menos, parecerlo.
En este caso, dando las oportunas explicaciones.
Y aportando un acta notarial.
Porque, con el traslado de la estatua de Felipe II, el ayuntamiento puede haber llegado a un «punto filipino».
Así cabe referirse, con cierta benevolencia, al comportamiento pícaro.
Pero, mientras que en el siglo XVI, el pícaro era sinónimo de «nacido en la pobreza«, que roba para comer con astucia y disimulo, el de los siglos XX y XXI engaña a los demás por un puro ánimo de saqueo y lucro, abanderando la huida hacia adelante de este capitalismo deshonesto, desvergonzado, malintencionado e inmoral.
De capital.
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Ingles para presidentes
Las carencias de Mariano Rajoy con las lenguas están saliendo a la luz.
No se trata de un caso aislado: desde Juan Negrín, presidente de la II República en 1937, ningún presidente de gobierno español ha manejado i-n-g-l-e-s con soltura.
Pero lo de Rajoy es singular.
Sus afines se mofaron del anterior jefe de gobierno por esas mismas carencias.
Incurre, además, en un agravio comparativo: parece mentira que se pida para acceder a un contrato malpagado, pero no se le exija a un presidente del gobierno.
Pero, sobre todo, por la temeraria osadía con que lanza sus exabruptos.
Todavía se comenta el desatino ‘spanglish‘ que Mariano Rajoy le soltó a David Cameron en Bruselas en noviembre de 2012, sin venir a cuento: «It’s very difficult todo esto«.
Fue la (pen)última conocida de toda una retahíla de situaciones incómodas.
En unas jornadas convocadas por el periódico neoliberal The Economist a finales de 2009, el tema en que más profundizó Rajoy fue la educación.
Pero, realmente, lo que le pidió en inglés un interviniente, fue que hablase sobre el problema de la vivienda y la «edificación«… Nada que ver con la «educación«.
Cuando más profundizaba en el sistema educativo, más chistes y bromas hacían los periodistas que seguían la intevención del líder del PP.
En otra ocasión, ante la presidenta de Dinamarca, Rajoy desplegó todo su arsenal… gestual. No derrochó simpatía: sólo algo parecido a «sonrisas».
Unido a su política, en lugar de misterioso, viene a dar, más bien, un perfil tenebroso.
Rajoy excusa sus carencias por haber estudiado francés en la escuela… pero su francés parece igual de bueno… Insuficiente, si no muy deficiente.
Cuando el presidente francés François Hollande le comentó: «Es necesario que se nos vea unidos…«, Rajoy salió con: «C’est très important pour l’Espagne» («Es muy importante para España«).
Igual le traicionó el subconsciente… Francia es uno de los más activos compradores de deuda pública española. Más liquidez que liquida, ante la cual, Rajoy se derritió…
Rajoy y su empeño en no estudiar idiomas… La marca empaña.
Para que, por lo menos, se maneje con i-n-g-l-e-s a un nivel medio estándar, el equipo médico habitual del DoctorSito ha contado con el debido asesoramiento para poder mostrarle una serie de útiles pautas de supervivencia.
Objetivo: inmersión, sin complejines ni pelos en esa lengua.
Hay que evitar las conversaciones sobre armas: nada de «pistolas cargadas«, «cañones a punto de estallar«, «destrucción masiva«… Además de sus evidentes connotaciones, se insertan palabras homófonas, que es fácil se vuelvan homófobas.
Nada de hablar de turismo. Ellos nunca han venido por la conversación, y no van a hacerlo ahora. Sospecha si te sorprendes contándoles tu vida… Habrías pasado al aperturismo. Y eso, con un extraño, es tan comprometido como hablar de armas.
Rehuye las conversaciones sobre enfermedades. Siempre se complican. Empiezas con un catarro, sigues con impotencia, y acabas estreñido.
Tampoco conviene sacar a colación la familia. Es fácil ser condescendiente y paternalista… especialmente, cuando no estás bien informado.
Nada de gastronomía. Lo que te comas, es asunto tuyo. Solotuyo. Tan malo es pasar por tragón como pasarse con los brotes. Y huye de las comidas no planificadas. Plántate.
Además, hablar poco de comida evita entrar en una guerra de cifras, que no suele ser ni realista ni elegante.
Los ingleses raramente dicen lo que piensan… Tú no seas tan reprimido. Sigue con tus habituales sencillez, sinceridad y caballerosidad: siempre son apreciados.
Tu vida personal es intransferible, así que no insistas en darle un sentido, y menos a los demás. En su lugar, debes convencerles de que sigues queriendo centrarte en tu vida política… Demuestra que eres hombre de mundo.
Detalla tus viajes con total incontinencia.
Por supuesto, requiere esfuerzo.
En los idiomas, como en todo lo demás, para conseguir resultados conviene invertir tiempo y recursos.
Si sólo te dedicas a recortar de aquí y de allá, sin ton ni son… rian de rian.
Hay que soltarse.
Porque menos da una piedra.
Una vez Rajoy consiga un nivel aceptable en i-n-g-l-e-s, habrá por fin superado el principal obstáculo para el siguiente paso en su carrera.
Ya podrá emigrar.
Pararratos 5
Muchos califican la gestión de Rato al frente de Bankia como de fracaso.
Nada más lejos de la realidad.
Las cajas que integran Bankia , y la propia Bankia una vez constituída, han sido una impagable fuente de financiación barata… y un refugio de puestos de trabajo bien pagados para familiares y allegados.
Medio PP trabaja en Bankia.
El caso más sintomático es el de Mercedes Rojo.
Fue la secretaria de la «liberal» y nobiliaria (pero a la postre, funcionaria de carrera) Esperanza Aguirre, ex-ministra y ex-presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Por esa razón, percibía una retribución de 374000 euros al año como consejera , primero de Caja Madrid, y luego de Bankia.
Pese a llevar 6 años sentada en el consejo de administración, y pertenecer al Comité de Auditoria, reconoció ante el juez que ella «no tenía conocimientos financieros«.
Eso explicaría también que, durante 3 años, fuese también consejera de la corporación financiera Caja Madrid Cibeles.
Esta es la forma en que el sector privado compra un trato de favor al sector público: repartiendo prebendas y representación a los grupos políticos con capacidad de decisión.
Los «únicos» descontentos son los accionistas, los usuarios y el resto de cuidadanos, cuando la burbuja de la avaricia desborda todos los límites, y los «mercados» vienen a presentar la factura.
Se le echa en cara a Rato, que, como las ratas, siempre abandona su puesto justo antes del hundimiento.
Sin embargo, en cada puesto que ha ocupado, ha cubierto sus objetivos.
Como ministro de economía, creando la burbuja inmobiliaria.
Como máximo mandatario del FMI, convenciendo a los mandatarios para que contraigan una espiral de deuda con cargo al bolsillo del contribuyente, y orientando a la organización hacia los países que realmente podían pagarla.
Y, como presidente de Bankia… También ha triunfado.
Bankia nace del deseo de la cúpula del Partido Popular (PP) en general, y de su presidente Mariano Rajoy en particular, para crear un potente «banco del PP«.
Así de sencillo.
Rato siempre ha dicho siempre que su fidelidad al PP está por encima de las personas y de quién mande en el partido en cada momento.
En el PP decían que, si Rato vuelve a España, «sólo puede ser porque quiere volver con Mariano Rajoy o por una causa grave«.
Y ese era el caso.
Volvió a España para salvar los restos del naufragio de las cajas de ahorro controladas por el PP y formar un gran banco que saliese a flote gracias al rescate del estado.
Y lo ha conseguido.
Cuando la crisis arreció y las cajas de ahorro estuvieron a punto de irse a pique todas ellas, él fue la cara sonriente y carismática de la operación de la que nació Bankia: crea un ‘banco malo’ privado, y sólo tiene que esperar a que el gobierno de su partido lo rescate a través del ‘banco malo’ público que luego crea, el SAREB.
Y así, puede continuar el juego del dinero en manos de muy pocos, con cargo al rescate que sale del bolsillo de todos los demás.
Un juego de y para la Banca, en el que entra el PP.
Por eso no pactó la fusión de Bankia con La Caixa.
No es ya una cuestión de recelos entre las derechas españolista del PP y catalanista de CiU…
Cada una tenía una gallina de los huevos de oro a la que rescatar con dinero público.
Eso sí.
Todas, una vez rescatadas, aceleraron los desahucios a los ciudadanos que no podían pagar, para traspasar sus viviendas al ‘banco malo‘.
Desde 1985, las Cajas de Ahorro habían quedado expuestas a la influencia del partido político de turno en su provincia o comunidad autónoma, confundiendo los intereses personales y partidistas de los consejeros con los de la entidad.
Mientras el negocio bancario se centro más en la actividad comercial que en la financiera, hicieron dinero plácidamente.
Ahora, tras la burbuja inmobiliaria hinchada con complejos «productos financieros», pese al expolio, y gracias al reflote y a las fusiones, pueden conseguir un tamaño crítico lo suficientemente grande para blindar los intereses de quien quede dentro… si los grandes Bancos no les hincan antes el diente.
La unión entre Caja Madrid y Bancaja es el fruto de un compromiso político.
Del deseo de Mariano Rajoy de crear un fuerte «Banco PPopular« que sirviera a los intereses del partido, y de contrapeso frente a los núcleos regionales en la órbita de los partidos nacionalistas (La Caixa, por un lado, y las cajas vascas, por otro), y frente al poder aglutinador de las Cajas en las comunidades gobernadas por el PSOE, de Asturias, Aragón y Andalucía, especialmente a través de Unicaja.
El PP ha perdido el resto de sus ‘posesiones’, con la única excepción de Bankia y el pequeño consuelo de una Caja Murcia relativamente fuerte dentro de Banco Mare Nostrum.
El barón popular Nuñez Feijóo tuvo que desligar Galicia de la operación Bankia, porque Caixanova y Caixa Galicia tuvieron que ser nacionalizadas de urgencia por el gobierno socialista anterior… Pero el actual gobierno del PP ya está planeando integrarlas… Sí, dentro de Bankia.
La alicantina Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) hizo equilibrios entre la intervención del Banco de España y la garras de Cajastur de influencia socialista, para finalmente ser nacionalizada… y acabar comprada por 1 euro por el Banco Sabadell a partir del 1 de diciembre de 2012.
Las castellano-leonesas Caja España y Caja Duero han caído en manos de Unicaja.
Es un juego de bastiones financieros… y Bankia es el único bastión financiero del PP.
Bankia salió a Bolsa para que sobreviviese el control financiero del PP, frente al control del entonces gobernante PSOE.
De esta manera, Bankia resulta demasiado grande para dejar que caiga.
Forma los brazos que rodean y unen a «la gran familia del PP«.
Una «gran familia liberal» que se reúne alrededor del dinero y los sueldos con cargo al erario público.
La cúpula de Bankia es, en realidad, una cúpula del PP.
Y ésta, como otras cúpulas de poder en torno al dinero de los Bancos, han preferido hundir al país, antes de perder uno solo de sus privilegios.
A eso, le llaman «hacer política en las instituciones públicas«.
Desde su nombramiento hasta su dimisión, lo que hizo Rato en Bankia no fue economía, sino política.
El PP quería un gran banco, y Rato vino para dirigir la operación desde dentro.
Rato nunca dejó de ser un ‘animal político‘ durante su mandato como presidente de Bankia.
Lo demuestra además su continua presencia en actos del partido.
Sólo un político, y no un tecnócrata, puede ser «ministro de economía» sin ser economista.
Porque, en efecto, Rato se doctoró en economía política en 2003, cuando ya llevaba casi 8 años como «ministro de economía», y estaba a punto dejar el cargo.
Y, por ser un político, su partido le protege.
Así, el PP impide (con el respaldo del grupo parlamentario catalán de CiU y el silencio mediático del PSOE) la celebración de la asamblea general de Caja Madrid, de la que Rato sigue siendo presidente… para evitar su escarnio público, con turnos de intervención demoledores, preguntas incontestables y medios de comunicación entre bambalinas.
De paso, impide cualquier oportunidad de que Rato deslice qué se encontró tras la presidencia en Caja Madrid del también afín al partido Miguel Blesa, bajo la «supervisión» de los presidentes madrileños, también del partido, Alberto Ruiz Gallardón, primero, y Esperanza Aguirre, después… y cómo Rato tuvo que maniobrar para salvar los privilegios de todos ellos.
Por eso, Rato es más que apreciado dentro del PP.
Le adoran.
Rato vuelve a la tierra prometida de España para ser un mesías entre su gente.
Viene a servir a su partido, y a dar ejemplo siendo el primero en servirse.
Es perseguido, y sufre un martirio.
Pero tiene poder.
A este pastor no le fulmina ningún rayo… Sólo perecen las ovejas.
Para Rato, el dinero es su pararrayos.
Su fortaleza, su escudo, su defensa y su paz.
Por eso es inmune a las tormentas inmobiliarias, del FMI ó de Bankia.
Por eso domina los «elementos«.
Sus fieles no temen caer en «idolatría«, ni le tienen por «falso profeta«, cuando, al revisar las hemerotecas, releen su aparente falta de clarividencia, y testimonios tan poco neoliberales como éste:
«Es conocido que una economía en la que se bajan los salarios y se suben los impuestos, seguro que, antes o después, se detiene.»
(Rodrigo Rato. DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. 11ª Legislatura; Sesión Plenaria núm. 206, celebrada el jueves 16 de mayo de 1985)
Todo pecado le va a ser perdonado.
Está en una misión.
Y, como decía Karl Rove, el siniestro consejero de George W. Bush en plena época de recorte neoliberal de derechos y libertades en EEUU:
«Nosotros somos actores de la historia, y ustedes… todos ustedes… se limitarán a estudiar lo que hacemos.»
(Continuará)
Pararratos 4
El estruendo del devastador informe del FMI sobre los años de su gestión al frente de la organización, cae en oidos sordos: Rodrigo Rato, de vuelta en España, lleva un año al frente de la cuarta entidad financiera del país.
Tras una dura batalla política en el seno del PP, Rodrigo Rato es nombrado presidente de Caja Madrid el 29 de enero de 2010.
Vuelve como una solución de compromiso para cerrar la guerra interna por el control de la entidad.
Nadie saca a colación que Rato tiene antecedentes familiares poco halagüeños en Banca: su padre fue condenado en 1967 a 3 años de prisión y multado con más de 160 millones de pesetas, por evadir dinero español a Suiza y dejar 2 bancos en quiebra.
Tampoco recuerda nadie que, siendo Rodrigo Rato vicepresidente del gobierno y Ministro de Economía español en 2003, y para facilitar la financiacion bancaria en plena burbuja inmobiliaria, decidió dar vida a otro ‘instrumento financiero‘para la Banca… Desde su ministerio, se elaboró una reforma de la Ley 13/1985 de «Coeficientes de inversión, recursos propios y obligaciones de información de los intermediarios financieros«, en la que se menciona, por primera vez, las «participaciones preferentes«, promocionadas como sencillas inversiones garantizadas, pero que en realidad eran productos complejos de muy alto riesgo para el comprador.
Entre sus primeras medidas como presidente de Caja Madrid, está la de subirse su propio sueldo un 30% respecto al de su predecesor en el cargo, pese a las crisis general y de la entidad.
Un mes después, es nombrado vicepresidente de la compañía aérea Iberia, donde facilita la fusión Iberia-British Airways, de dudosa rentabilidad para la compañia española.
A los escasos 6 meses de llegar, el 11 de junio de 2010, Rato anuncia la unión de Caja Madrid con la entidad valenciana Bancaja y otras 5 cajas de ahorro más pequeñas, la mayoría bajo control del PP.
En julio de 2010, el Banco de España (BdE) y el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS), en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, realiza pruebas de resistencia (o «stress tests») en Bankia y otras entidades, con el objeto de medir su capacidad para enfrentarse a un deterioro general de la economía.
Antes las necesidades financieras detectadas, la comisión rectora del fondo de rescate estatal (FROB) acuerda el 29 de junio de 2010… apoyar financieramente el proceso de integración de las Cajas de Bankia, suscribiendo «participaciones preferentes» por un importe de 4465 millones de euros de ayuda pública.
El FROB realiza el desembolso de los fondos el 28 de diciembre de 2010, coincidiendo con el dia de los Santos Inocentes del santoral católico, que en España e Hispanoamérica acostumbra a ser jornada de «bromas» de toda índole… causando un frío estupor cuando los medios de comunicación anuncian la no tergiversada noticia.
El 2 de marzo de 2011, nace la nueva entidad de crédito Bankia.
El «Grupo Bankia» cuenta incluye 402 sociedades, con más de 4000 oficinas bancarias y 11,2 millones de clientes de todos los segmentos.
Al mes siguiente de su constitución, Bankia remite al organismo público que conoce de los mercados de valores (CNMV) su avance de resultados del ejercicio 2010, indicando que el beneficio se sitúa al cierre de 2010 en 440 millones de euros, que “la situación de liquidez del Grupo es cómoda«, y que «el Grupo inicia su andadura con un nivel global de solvencia y provisiones adecuado, al haber realizado un ejercicio de saneamiento responsable y prudente, anticipando las pérdidas futuras de un escenario de estrés«.
Ejercicio de saneamiento no terminado, pues a continuación crea un «banco malo«, al que traspasa el suelo inmobiliario adjudicado y la financiación para compra del mismo en situación dudosa o subestándar.
Así, cuando Rato ofrece Bankia a los grandes fondos de inversión internacionales, puede presentar un balance limpio, que deja fuera 53000 millones de euros en activos tóxicos.
Rato contrata a sus recientes ex-compañeros de Lazard para gestionar su salida a Bolsa, que finalmente se materializa el 20 de julio de 2011.
Gestión feliz, porque, pese a carecer de cuentas consolidadas de ejercicios anteriores debidamente auditadas, la CNMV permitió a Bankia salir a Bolsa, partiendo de información financiera sólo basada en «hipótesis y proyecciones«.
En el folleto de salida a Bolsa, Bankia indicaba que, debido a la reciente integración de las distintas Cajas, la única información consolidada y auditada disponible eran los estados financieros intermedios resumidos del trimestre cerrado a 31 de marzo de 2011, pero que, para compensar esa la falta de información «histórica«, se aportaban información «a efectos ilustrativos, partiendo de determinadas bases e hipótesis«, de las que resultaba que la entidad tenía una muy saludable solvencia, y que incluso arrojaba prometedores beneficios.
Los informes sobre Bancaja y su participado Banco de Valencia los realiza Deloitte, auditor de ambas entidades y de Caja Madrid, en un extraño e inaudito conflicto, porque las valoraciones de la fusión las hace el propio auditor.
Rato se enorgullece de pilotar “el tercer grupo financiero más grande de España”.
El día de estreno en Bolsa, Rato empieza su discurso afirmando que «estar hoy aquí es, en sí mismo, todo un éxito«.
Subraya eufóricamente que «la salida al mercado de Bankia se ha considerado un punto de referencia del sector bancario español«, y, tras dar las gracias a «los 347000 nuevos accionistas de Bankia y a los 11 millones de personas que siguen depositando su confianza en nosotros«, manifestó que «la salida a Bolsa es una decisión estratégica porque hace más fuerte a nuestra entidad y consolida su papel de liderazgo en la banca universal española«. (!?).
A continuación, Rato indica que Bankia tiene «unas premisas de gestión muy claras, centradas en la solvencia, la gestión rigurosa de riesgos en todas las fases del ciclo y la eficiencia y austeridad de costes«, y añade que «así es como Bankia pretende crecer y crear rentabilidad de forma sostenible y esto se traducirá en valor para nuestros nuevos accionistas«.
La situación patrimonial reflejada en el folleto y en el discurso de salida a Bolsa, poco o nada tiene que ver con la real, como se pone de manifiesto unas semanas después.
El barco de Bankia parece disfrutar de una calma que no es tal… Se trata del ojo del huracán.
El 65% de la morosidad de Bankia proviene de Bancaja, la caja valenciana que dominada por el PP, por su exceso de créditos al ladrillo y de activos adjudicados pero no provisionados.
El 21 de noviembre de 2011, el BdE se ve obligado a rescatar al Banco de Valencia con 3000 millones de euros.
La exposición a los activos inmobiliarios tóxicos que ahora reconoce Bankia , el 4 de mayo de 2012, es de unos 35000 millones de euros… En unas «cuentas de 2011 «, que presentan sin auditar.
Como salida a las dificultades, se ofrece una fusión entre Bankia y La Caixa , pero Rato la descarta, no ya por el coste social ante la duplicidad de estructuras y consiguientes despidos, como por escapar al control de Madrid y situarse en el campo de influencia de Barcelona.
El 7 de mayo de 2012, Rodrigo Rato dimite como presidente de Bankia.
Rato justifica su dimisión «para que no se entienda que las eventuales ayudas públicas han sido decididas para favorecer a una persona ligada al PP«.
Llueve sobre mojado.
Porque sólo 3 días antes de dimitir, el 4 de mayo, Rato envía un plan de saneamiento al BdE y al Ministerio de Economía español, para solicitar 7000 millones de euros de ayuda pública adicional.
Y, pocos días después de la dimisión, la auditora Deloitte altera su opinión valorativa sobre Bankia de otros años, y saca a la luz unas pérdidas no declaradas en el ejercicio 2011 de 4952 millones de euros, arrojando una situación de quiebra técnica por patrimonio neto negativo de 4489 millones de euros, y Bankia reconoce el 29 de mayo la necesidad de acudir al rescate público estimado en 19000 millones.
Bankia queda nacionalizada, y su multimillonario rescate público ya asciende a la friolera de 23500 millones de euros, más que todo el presupuesto de infraestructuras español, y equivalente al 2% del PIB… A 500 euros por habitante.
Tras la nacionalización, la CNMV tarda en suspender la cotización de Bankia en Bolsa… 3 semanas (¡?).
Los títulos de Bankia pasan, de los 3,75 euros de su salida a Bolsa, a oscilar alrededor de 1,1 euros por acción en el IBEX-35, dejando a 400.000 pequeños inversores con graves pérdidas.
A finales de julio, Rato comparece ante la Comisión de Economía del Congreso de España, para hablar sobre la crisis de Bankia.
A la pregunta de por qué un balance de 306 millones de euros de beneficios acabó transformándose en uno de más de 3000 millones de pérdidas, Rato respondió:
«No existe un agujero, son cambios de criterios contables«.
A primeros de julio de 2012, el partido político UPyD y el movimiento ciudadano 15-M interponen procedimientos judiciales de «querella«… Se admiten ambos a trámite, en contra del criterio de la Fiscalía, la cual considera que «en este momento no cabe hablar de perjudicados por unas conductas delictivas inconcretas«.
La Fiscalía Anticorrupción, controlada por el Fiscal General del Estado nombrado por el PP, se opone además a la intervención judicial de Bankia , solicitada por los querellantes como medida cautelar para evitar la destrucción de pruebas.
El Fiscal General del Estado, en persona, afirma que «no se va a hacer un gran caso«.
Ya veremos.
De momento, la Audiencia Nacional llamará a declarar a 33 consejeros de Bankia, con Rodrigo Rato a la cabeza, para que declaren como imputados por la presunta comisión de los delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas, delitos societarios, administración fraudulenta y maquinación para alterar el precio de las cosas durante su gestión al frente de Bankia.
Delitos castigados con hasta 15 años de prisión.
Parece que, esta vez, Rato tendrá que afrontar el temporal.
(Continuará)
Pararratos 2
El 4 de marzo de 2004, en plena campaña electoral, una echadora de cartas del tarot vaticina a Rato:
“La ruleta de la fortuna augura un periodo de muy buena economía”
Rato sonríe burlonamente.
Pocos días después, la sonrisa se le hiela en mueca.
El PP pierde las elecciones generales del 14 de marzo de 2004 en un tremendo vuelco electoral, al entender parte de la población que su gobierno había intentado tergiversar la autoría del atentado terrorista del 11 de marzo en Madrid.
El gobierno rehuye interpretar el atentado en clave de evidente represalia por la intervención de España en la Guerra de Irak, declarada ilegal por el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), y realizada contra el 91% de la opinión pública.
Entre el atentado y las elecciones, Rato es protegido por la policía y recibido al grito de «Asesino«.
Al frente del derrotado PP, está Mariano Rajoy, tras ser designado por Aznar como sucesor y candidato.
Los esfuerzos de Rato por erigirse en gran artífice del boom del ladrillo, mientras elude toda responsabilidad en la consiguiente burbuja inmobiliaria, y por auparse en la orgullosa autoría a la vez que niega su existencia, no encuentran recompensa en la lista electoral.
Aznar se rodea, pero recela de los ricos y poderosos económicamente; por otro lado, conoce a Rato desde hace muchos años, y considera que su sistema emocional sube y baja con frecuencia, y que la combinación no da el «perfil social» políticamente correcto.
Rato, en la batalla por la sucesión de Aznar, sufre la derrota de su vida.
Necesita reconstruir su imagen de perdedor.
Tras las elecciones, Rato tensa sus relaciones confesables e inconfesables (Bilderberg), y sale como un rayo para tomar posesión el 1 de junio de 2004 del cargo de Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El propio Rato reconoce que su candidatura al puesto fue algo «muy sobrevenido«, que sucedió «prácticamente en cuatro semanas«.
El ruido de pasillo de los gángsters y francotiradores financieros ahogará al de los truenos inmobiliarios, y la brisa de Washington barrerá como un vendaval la debacle electoral.
Además, Rato se cubre las espaldas dejando la batuta económica de España a su protegido Jaime Caruana, al que le restan 2 años como gobernador del Banco de España, plazo convenientemente calculado por estar el mandato establecido por ley en 6 años.
El 30 de junio de 2004, Caruana comparece ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, y declara que «no hay burbuja inmobiliaria«.
El 1 de abril de 2005, Caruana afirma que «la supervisión bancaria desempeña un papel menor, si lo comparamos con el papel que debe jugar el mercado«.
El 17 de noviembre de 2005, Caruana participa en un seminario organizado por el Banco de México con el sugerente título «Estabilidad y crecimiento: el papel del Banco Central». Allí explica:
«Los precios de la vivienda en España, si bien están sobrevalorados, no implican necesariamente que se viva en una burbuja«.
Además, desde mayo del 2003, Caruana compagina su cargo con la presidencia del Comité de Supervisión del Banco Internacional de Pagos (BIS).
Dentro del BIS, Caruana facilita los acuerdos de Basilea II de junio de 2004 para el funcionamiento de la banca internacional, ganándose el aprecio de los «reguladores» y de la «industria» de servicios financieros.
El BIS, la misma institución privada que impone ahora a los Gobiernos “soberanos” las medidas que deben adoptar para salir de la crisis, consigue, gracias a los acuerdos Basilea II, dejar en manos de las entidades financieras la valoración de sus propios activos, y fijar sus propios requerimientos de capital… Las entidades financieras pueden usar sus propios métodos para calcular la probabilidad de impago de sus créditos, la calidad de sus garantías y los porcentajes de capital mínimo que debían tener.
De modo que, con esta “regulación” promovida por Caruana, la salud del balance de un Banco se auto-valora.
No obstante, para evitar las limitaciones de capital mínimo recomendadas por Basilea II, la Banca busca fuentes alternativas de liquidez, y eso les lleva a sofisticar la ingeniería financiera, y a reclamar y conseguir una supervisión más benévola y pasiva por parte de las autoridades.
La Banca de inversión despega hacia un sistema bancario en la sombra (‘shadow banking system’), que supone un 30% del sistema bancario, pero que no es el principal foco de la regulación y supervisión prudencial.
Basilea II no es un conjunto de normas o reglas a cumplir. Sólo promueve reforzar la gestión de riesgos, la adecuación de capital, la disciplina de mercado y la estabilidad financiera… de la Banca comercial «tradicional«.
No de la financiera. Y, menos, de la de inversión.
Se deja fuera entidades y segmentos financieros no regulados ni supervisados, como los «hedge funds«, varios tipos de activos fuera de balance, algunas comisiones de intermediación bancarias, además de securitizaciones, leasing y «off-balance sheets operations» (OTC), como derivados, repos,CDS, CDO…
Tampoco contemplaba riesgos operativos, ni transparencia.
Nace cándidamente obsoleto, se aprueba en 2004, y su calendario de entrada en vigor queda cómodamente «escalonado«: 2007-2008.
En agosto del 2006, con el respaldo de la industria financiera por sus esfuerzos en Basilea II, Jaime Caruana entra en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como consejero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital.. de la mano del entonces Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato.
El 16 de mayo de 2006, en su penúltimo discurso, Caruana insiste:
«La posición de las instituciones financieras parece lo suficientemente sólida como para afrontar una corrección de los desequilibrios globales, incluso si esta viniera acompañada de un deterioro de las condiciones financieras y un aumento moderado de la volatilidad«.
La proximidad del relevo al frente del Banco de España y la anunciada llegada de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyas críticas a la burbuja inmobiliaria y de crédito son conocidas, llevan al presidente de la Asociación de Inspectores en Entidades de Crédito del Banco de España, disconforme con la gestión de Caruana, a elevar el 26 de mayo de 2006 una carta sin precedentes al vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes:
«Los inspectores del Banco de España queremos distanciarnos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace en sus últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, señor don Jaime Caruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada situación actual hasta hacerla más sostenible y segura«.
Prosigue:
«En nuestra opinión… ni todos los riesgos están tan controlados como afirma el Gobernador, ni es probable que las consecuencias sean tan limitadas como él propone, si, finalmente, alguno de los mencionados riesgos latentes llega a materializarse«.
Advierte:
«Nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos 6 años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del Gobernador«.
Y denuncia «la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España —con su Gobernador a la cabeza— ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años del mandato del señor Caruana«.
El recurso de las entidades a la financiación exterior, ocupa también una parte de la denuncia de los inspectores del Banco de España:
«Algunos riesgos típicos del negocio bancario, como el riesgo de tipo de interés o el de liquidez, se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de las entidades de crédito de acudir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversión crediticia… Una parte importante del crecimiento del crédito experimentado por el sistema bancario español en los últimos años (se debe) a un proceso de deriva en la gestión de las entidades que ha dado lugar a una relajación generalizada de los criterios de concesión del crédito».
¿ Existen los instrumentos para intervenir ?
Los inspectores aseguran que sí…
«El Banco de España cuenta con los medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados… La pasividad del Banco de España en los últimos 6 años en la prevención de la creciente exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario (se debe) a la voluntad de su máximo responsable, el Gobernador«.
Hasta el último día como gobernador, Caruana se mantiene fiel a la política llevada a cabo por Rodrigo Rato y a su postura respecto a la burbuja:
«En relación con los mercados inmobiliarios, el año 2005 parece haber marcado el inicio de un proceso de desaceleración en el precio de la vivienda, que incrementa —tanto más cuanto más firmemente se afiance— la probabilidad de que la sobrevaloración actual de este activo sea reabsorbida de una manera progresiva, como sucedió en anteriores episodios de auge«.
El 7 de junio de 2006, un mes antes de que Jaime Caruana cese como gobernador del Banco de España, el Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato, le nombra jefe del departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI, una nueva división del organismo, creada ex-profeso para él.
En junio de 2007, en la presentación del informe anual sobre la economía del ejercicio anterior, y el primero de Fernández Ordóñez como Gobernador, se advierte la continuidad de gestión con Jaime Caruana.
Una cosa es ser columnista económico; otra, secretario de Estado de Hacienda; otra, Gobernador del Banco de España… y otra, ser el que pinche la burbuja inmobiliaria.
Un mes después, en julio de 2007, la burbuja inmobiliaria estalla oficialmente en EEUU.
Los Bancos, que han estado otorgando masivamente préstamos inmobiliarios, empaquetándolos como nuevos productos financieros y vendiéndolos a otras entidades (‘securities‘), se ven atrapados como Banca de inversión, y comienzan a ser rescatados con dinero público.
Bajo los truenos de una tormenta perfecta de crisis económica, escasa liquidez en el mercado y debilidad del consumo, el desempleo se dispara y las Bolsas se hunden.
Rato, desde el FMI, auguraba, 4 meses antes del estallido de la burbuja, un «suave aterrizaje» de la economía.
(Continuará)
Pararratos 1
Negros nubarrones se ciernen sobre Rodrigo Rato, que ha comparecido ante la Comisión de Economía del Congreso de España para dar explicaciones por su gestión al frente de la entidad financiera Bankia.
En paralelo, Rato ha sido imputado por la justicia, por la salida de Bankia a Bolsa previa falsificación de los datos de pérdidas de la entidad.
El periodista económico Ernesto Ekaizer, en su libro “Indecentes”, recorre los últimos 20 años de actuación en la vida política y económica española de Rodrigo Rato.
Rodrigo de Rato y Figaredo, conocido como Rodrigo Rato, es un político y economista español que fue vicepresidente segundo del gobierno y ministro de Economía del Partido Popular (PP), entre 1996 y 2004.
Después ocupó el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta su dimisión el 19 de junio de 2007.
Posteriormente, dirigió el grupo financiero Bankia entre 2010 y 2012.
Jaime Caruana, hombre de confianza del ministro de Economía Rodrigo Rato, es nombrado gobernador del Banco de España en julio del 2000.
En diciembre de 2002, el grupo técnico Economistas 2004 publica un informe titulado “Aproximación cuantitativa a la ‘burbuja’ inmobiliaria”, donde, observando incremento de precios de la vivienda en el periodo 2000-2002, estiman que existe una sobrevaloración del 28%, afirmando:
“El mantenimiento de unas tasas de crecimiento de los precios inmobiliarios como el que ha tenido lugar en los últimos trimestres, conduciría a una ‘burbuja’ inmobiliaria de difícil sostenibilidad”.
En 2003, la atmósfera se recalienta ante la posible tormenta de una “burbuja inmobiliaria”.
Poco antes, en la presentación del informe de primavera del FMI, “World Economic Outlook” (‘Perspectivas económicas mundiales’), del 3 de abril de 2003, el entonces economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, advierte:
«El estudio detecta que el estallido es típicamente más grande cuanto mayor es el incremento de precios durante el boom«.
Por entonces, la revista londinense The Economist identifica la existencia de burbujas inmobiliarias en EEUU, Australia, Reino Unido, Irlanda, Holanda y España. Según sus cálculos, la burbuja, es decir, la parte del precio basado en especulación futura, es, en España, del 30%.
El 18 de junio de 2003, Jaime Caruana, explica su versión de lo que está pasando en el sector inmobiliario español en la comisión de economía del Congreso:
“El Banco de España considera que en estos momentos no tenemos una burbuja inmobiliaria… Esta sobrevaloración podría perfectamente ajustarse sin necesidad de que hubiese lo que se ha venido a llamar el pinchazo de una burbuja”.
El 23 de junio de 2003, Rodrigo Rato, ministro de Economía, vicepresidente segundo del gobierno, y hombre fuerte del gobierno, insiste:
«No estamos ante una burbuja, estamos en una demanda muy poderosa que se mantiene, aunque se está moderando»
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, militante socialista, economista y columnista económico, advierte:
«El ministro Rato ha declarado que «los precios de la vivienda en España no están artificialmente altos» y ha emprendido una campaña contra la idea de que pueda haber una burbuja inmobiliaria en España… Como nadie puede pensar que Rato no vea lo que ve todo el mundo, hay que buscar la explicación en el miedo con que cualquier responsable de Economía ve acercarse el final de un modelo de crecimiento basado en el boom inmobiliario y en la explosión del endeudamiento de las familias… Y es que, cuando este patrón de crecimiento llegue al final, empezarán a aparecer las consecuencias negativas que acompañan al descenso de la burbuja… Cuando los precios empiecen a caer, la gente echará de menos lo bien que se vivía cuando subía de precio«.
Los economistas del Servicio de Estudios del Banco de España recogen, en el Boletín Económico de la entidad de septiembre de 2003, que «entre 1997 y 2002, el precio medio de las viviendas tasadas en España creció un 78%«.
Pero, en ese Boletín, la palabra burbuja, por supuesto, no figura.
Sigue prohibida.
Compaginándolo con su puesto de Gobernador del Banco de España, Caruana se incorpora al Banco Internacional de Pagos (BIS) en mayo del 2003, como presidente del Comité de Supervisión.
El Banco Internacional de Pagos (BIS), es una pieza clave en las finanzas mundiales de las últimos 80 años.
Es «el Banco» de los Bancos Centrales, y su Consejo lo forman los profesionales en las finanzas más encumbrados a nivel mundial: Noyer, Bernanke, Draghi, Trichet, Weber…
El BIS controla el 10% de las reservas en monedas extranjeras y oro mundiales, a través de Credit Suisse.
Desde los 90′, los ordenadores del BIS están conectados «online» con los de los Bancos Centrales, lo que le da la capacidad inmediata de analizar la situación de todos los sistemas financieros del mundo… Si hay un problema, tiene el poder para intervenir en el mercado del oro y en el mercado de divisas (Forex) para estabilizarlos.
Fernández Ordóñez declara el 27 de septiembre de 2003:
«El principal problema económico que tendremos que afrontar en los próximos años es el derivado de los excesos en el sector de la construcción. Esta burbuja pinchará y caerá la actividad de este sector y el Gobierno no ha preparado al país para este cambio en la estructura de la demanda y de la oferta«.
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, colaborador y muy amigo de Rato, sostiene, el 2 de octubre de 2003:
«El concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla incesantemente de la ‘economía del ladrillo’«.
El 3 de octubre de 2003, José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, recuerda:
«Advertimos sobre el riesgo de que hubiera una burbuja inmobiliaria, y el Gobierno desoyó todos los avisos«.
Luis de Guindos, Secretario de Estado de Economía, con Rodrigo Rato como mentor, dice el 2 de noviembre de 2003:
«Es cierto que las familias están más endeudadas, pero está aumentando la riqueza patrimonial y financiera y hay unos activos que se transmitirán a las generaciones futuras… Y no hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se va a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencia en los procedimientos de urbanismo«.
El 3 de noviembre de 2003, en plena época preelectoral, Rato insiste:
«No creo que estemos a una situación de burbuja. Los propios datos del Banco de España fijan un exceso de precios pero que no se pueden entender como una burbuja como la que vivimos con los valores tecnológicos en el año 2000«.
En la recta final de la campaña electoral, Rato vuelve a defenderse y a atacar a quienes hablan de una burbuja… El 23 de febrero de 2004 se queja:
«Lo que riza el rizo de la equivocación es considerar la construcción como ‘el sector del ladrillo’, como si estuviéramos en la época de ‘La escopeta nacional’«.
Y reafirma:
«Estamos asentados en un crecimiento duradero… La verdad es que estamos asentados en un ciclo largo y con pocas incertidumbres.”
Pero Fernández Ordóñez ve relámpagos.
Sólo 5 días después, el 28 de febrero, a 2 semanas de las elecciones, se pregunta:
«¿Hasta cuándo podremos crecer apoyándonos en los desequilibrios?… Cuando Europa se recupere y los tipos suban, nos arrepentiremos de haber forzado los desequilibrios durante estos años. Porque antes, la salida era la devaluación… Pero, esta vez, nos encontraremos en una situación sin salida.»
Sin salida.
El PP pierde las elecciones del 14 de marzo de 2004.
Entretanto, la «tormenta económica perfecta» se va acercando.
(Continuará)
Apaga y vámonos
El ministro de Industria, Energía y Turismo del gobierno de España, prepara una subida general del recibo de la luz.
Otra más.
Lo ve como la única solución al déficit de 24.000 millones de euros que le reclama el sector eléctrico tradicional (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E.ON y HC).
Este oligopolio ya consiguió que un gobierno anterior del Partido Popular (PP) aprobara la Ley 54/1997 y las compensara por una posible bajada de los precios por la liberalización del sector impuesta por la Unión Europea (UE).
Pero los precios no bajaron (por cierto… son de los más altos de la UE)… Así que, además del blindaje, ganaron dinero.
Y, además el oligopolio eléctrico dice que se les debe una deuda, por haberse congelado las tarifas… El dichoso déficit de los 24.000 millones.
Un déficit que no es tal.
Esa espiral de «deuda» no tiene nada que ver con los costes de producción de la energía.
Se basa en unos cálculos realizados por las propias empresas productoras de electricidad, mezclando los distintos tipos de energía tradicionales (procedentes del carbón, petróleo, gas natural, hidroeléctrica…) y tasándolas al precio más caro de todas ellas.
Es como si vas al pescadero y le pides 1 kilo de sardinas, 1 kilo de merluza, y 100 gramos de percebes… Te lo pone todo en una bolsa, te lo pesa y te cobra como si fueran 2.100 gramos de percebes.
Así que, más que una deuda contraida, sería más bien un regalo… del Partido Popular (PP) al lobby energético tradicional.
El ministro Soria está asumiendo las recomendaciones sobre política energética de FAES, el think tank neoliberal que dirige el ex-presidente del gobierno, José María Aznar (PP).
Curiosamente, Aznar fue nombrado hace un año «asesor» por la eléctrica Endesa (cuya privatización él mismo concluyó en 1998), por unos módicos 200.000 euros anuales.
Todo un ejemplo de «moderación salarial«, para premiar una trayectoria que recuerda a la de su amigo y compañero de batallas (por lo que a Iraq se refiere), Tony Blair.
Claro, que Aznar no estará solo… La ex-ministra de economía Elena Salgado (PSOE) también ha fichado por Endesa, un destino ya antes acogedor para otro ex-ministro de economía, Pedro Solbes (PSOE), y…sí… para el actual ministro de economía español, Luis de Guindos (PP).
Fichajes de alto voltaje.
La susodicha ley de 1997, con su imposición de horarios de producción, forzó a que unas 50.000 empresas fotovoltaicas (en directa competencia con el oligopolio tradicional de la energía) se vieran abocadas a la quiebra.
La excusa del oligopolio energético tradicional es que la energía solar y eólica son caras respecto a la nuclear.
No es que las eléctricas tradicionales estén perdiendo dinero, precisamente… En 2010 obtuvieron un beneficio de más de 8.200 millones de euros, con un incremento del 8% respecto al año anterior… pese a la crisis.
Es un problema de posicionamiento: no han apostado por las energías renovables… y se sienten amenazados… como el vendedor de cables cuando llegó el Wi-Fi… Así que, obtener 24.000 millones de euros les dará fuerza para seguir «conectados«.
Entre las renovables, Abengoa es el mayor productor termosolar del mundo, y lidera el mayor proyecto mundial. Su punto fuerte: la innovación y la inversión en I+D+i.
Justo lo que los científicos e ingenieros reclaman como salida a la crisis al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y que éste pese al fulgor propagandístico… no contempla.
De modo que, con los recortes, el proyecto de crear 100.000 puestos de trabajo con las energías renovables (una alternativa al ladrillo), se apaga, para dar brillo al lobby energético tradicional.
En un país donde los fabricantes de coches se marchan si no reciben subvenciones, donde la agricultura no existe sin subvenciones… y donde hasta la iglesia católica recibe subvenciones… se recortan las subvenciones para las renovables.
Eso sí que puede calificarse de actuación discriminatoria y no transparente.
El actual gobierno español no desea salga a la luz el lado oscuro de las eléctricas tradicionales .
Que fueron multadas por prácticas anticompetitivas en 2011.
Que cuesta lo mismo construir la termosolar Solucar que construir una central nuclear de tercera generación.
Que la energía nuclear recibió 40 veces más ayuda pública que la eólica.
Que reciben 15.000 millones de euros en subvenciones, anualmente, para la energía nuclear.
Que reciben 1.000 millones cada año para fomentar el uso del gas natural.
Que han cobrado miles de millones de euros indebidamente a los usuarios desde 1984, a los que añadir los que se están cobrando al «estimar» los consumos con los nuevos contadores de paso de la luz.
Las centrales nucleares ya están amortizadas, y se les va a sacar más jugo al conseguir que el gobierno amplíe su vida útil, por muy peligrosa que sea su tecnología.
Da igual los vertidos en el mar.
Da igual que aumente la tasa de leucemia infantil en las zonas próximas a centrales nucleares.
Da igual que las empresas que las explotan ahorren dinero en seguridad contra accidentes.
Por no hablar del problema de los residuos.
España había alquilado almacenamientos temporales centralizados de residuos nucleares de alta radioactividad (ATC) en Gran Bretaña y en Francia. Los contratos vencían, respectivamente, en 2010 y 2011, pero, al no poder asumir el retorno de esos residuos por no disponer de un lugar apropiado, el gobierno español ha venido asumiendo multas de hasta 60.000 euros diarios.
Unos y otros han hecho creer a la opinión pública que era obligación del estado, tanto pagar las multas, como constuir un ATC.
Y no era así.
¿ Qué pasaría si el gobierno no construyese el ATC ?…
Pues que habría que crear un almacén ó ampliar las piscinas de cada central nuclear, opciones que, según el gobierno, resultarían más caras… porque tendrían que pagarlo las eléctricas.
700 millones de euros (al menos), que se han ahorrado.
Por supuesto, el gobierno no ha incluido el coste del ATC en el circuito de «recortes presupuestarios» en serie.
Prefiere que paguen los de siempre… Mediante circuitos para-lelos.
Todo, para fomentar una energía que dicen limpia.
Podrían preguntar sobre ello al que limpia, o al que come y pisa Chernobil.
O poner su parte para reunir los 2.500 millones de euros que cuesta evitar los previsibles chernobiles de los países del Este de Europa.
Deben tener mucha confianza…
Como la que da Fukushima y su «infabilidad«.
La misma confianza que transmiten las imágenes del ex-ministro Fraga bañándose en el «inocuo» Palomares… cuando, ahora, sus herederos políticos dicen negociar con EEUU (50 años después) la limpieza de la zona…
Nos ven con pocas luces.
La energía es otro caso de escasez impuesta.
Pero las renovables han logrado que haya un superávit energético. En promedio, y salvados los picos de consumo, España exporta energía: unos 15.000 GWh año en 2010, y 20.000 en 2015, previendo unos 25.000 para 2020.
Está claro que la lucha del lobby energético tradicional con el lobby renovable es una pugna de intereses entre familias por el dinero, y por el poder para conseguir más dinero.
Pero hay cosas más trascendentes en juego.
Una, que la producción de electricidad tradicional, basada en combustibles fósiles es, a nivel mundial, la actividad que más dióxido de carbono (CO2) emite a la atmósfera: el 41% del total, en 2008.
Incluso si no crees que el cambio climático está inducido por la quema de combustibles fósiles, el agotamiento de éstos obliga a que, cuanto más rápidamente se industrialice el mundo subdesarrollado, más rápidamente deba desarrollar el mundo industrial un nuevo modo de producción.
La otra, es la tecnología de acceso a la energía en sí. En el fondo, el lobby energético tradicional y los estados temen que, en pocos años, la energía fotovoltaica y el agua caliente se abaraten, y cada consumidor o grupo de ellos sea autosuficiente en su casa y termine con los actuales privilegios.
Postulado por la «Teoría Hidráulica» de Karl Wittfogel, el peligro es tan cierto en el control del agua, como en el de la energía.
Sin una forma descentralizada y libre de acceso a los recursos y a sus tecnologías de explotación, es fácil perpetuar una tiranía con un mínimo de esfuerzo.
Y con un mínimo de inversión.
Actualmente, mientras boicotean a su competencia renovable, las eléctricas tradicionales se frotan las manos ante la perspectiva de utilizar minirreactores nucleares comercializando por EEUU, China, Rusia y Japón, porque, aún siendo instalaciones peligrosas, su despliegue requeriría una inversión financiera muy inferior a los costes nucleares tradicionales.
Eso no es precisamente, descentralizar.
Es perpetuar su control centralizado, a un menor coste.
Como si le faltase tiempo, el primer decreto-ley que aprobó el gobierno de Rajoy en 2012, el RDL 1/2012, establece una moratoria para las nuevas instalaciones de energías renovables.
Afecta, especialmente, a la eólica .
Es lógico. La eólica es la más competitiva… y su nombre le trae malos recuerdos al ministro Soria, que fue acusado de corrupción, cohecho, tráfico de influencias y prevaricación en varios casos, siendo uno de ellos el «caso Eólico» ó «caso Eolo«, no hace mucho.
Cuando suba el precio de la luz, subirán los precios de todo… Sí, el Metro también…
Toda una reacción en cadena.
Más focos para el escenario neoliberal, alumbrando un ciclo combinado de inflación y paro con un nivel de tensión e intensidad descomunales, pese a la resistencia.
Estos actores con reactores insisten en llegar al núcleo del error, con luz y taquígrafos.
Entretanto, a la gente se nos va encendiendo la bombilla.
Ante abusos similares, hay donde hasta han saltado los fusibles.
Para iluminarnos a todos, los pro-nucleares podrían dar ejemplo.
Que la claridad bien entendida, empieza por uno mismo.
A ver…
Si ese es el futuro que propugnan…
Podrían instalar los minirreactores nucleares en su propia casa.
La ubicación más lógica.
En cuanto a las pruebas de resistencia que promueve la «dúctil» OIEA… cualquiera podría superarlas.
Las simulaciones son claras.
Con la inspiración, llegaría la iluminación.