27
Feb
14

Antropoceno 1

El mundo en tus manos


El Grupo o Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, o IPCC por sus siglas en inglés, es una organización internacional creada en 1988 a instancias de la ONU.


Su misión: informar sobre el eventual riesgo de cambio climático provocado por la actividad humana, alterar sobre sus potenciales consecuencias, y definir las posibles opciones para modificar, adaptarse y/o mitigar sus efectos.


El clima ha venido sufriendo modificaciones a lo largo de la historia del planeta, tanto a escala global como regional.


En el contexto actual, «cambio climático» se refiere al cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, al haber modificado la composición de la atmósfera.


A finales de 2013, el IPCC comenzó a liberar su informe de evaluación sobre el cambio climático.


Para estar tan fresco… Está que arde.





¿Existe un cambio climático debido a la actividad humana?



Sí.


Los datos son incontestables.


CO2 en 800000 años


Emisiones CO2 desde 1980


El aumento de la concentración del gas CO2 en la atmósfera, se debe, indiscutiblemente, al ser humano y su modo de producción económico basado en la obtención de energía con la quema de combustibles fósiles.


Sabemos que los humanos son responsables de todo ese aumento sin precedentes del CO2 atmosférico por 2 razones.


Primero, porque la composición del CO2 atmosférico es distinta de la del CO2 liberado en la quema de combustibles fósiles. Los combustibles fósiles son más ricos en átomos ligeros de carbono (C-12), mientras que el CO2 atmosférico de origen natural es más rico en átomos pesados (C-13).


Si el aumento del CO2 se debiera a la quema de combustibles fósiles, entonces la proporción C-13/C-12 del CO2 atmosférico se iría reduciendo…


CO2 vs Carbono-13


Bien: eso es, exactamente, lo observado.


La prueba de la autoría del ser humano yace en que los combustibles fósiles no contienen el isótopo Carbono-14 (C-14), porque se formaron hace millones de años y el Carbono-14 ya ha desaparecido de su composición (su vida media es de 5730 años).


El Carbono-14 de la atmósfera se presenta en una concentración constante: se produce en la estratosfera por acción de los rayos del sol.


Luego, se absorbe por las plantas por la fotosíntesis, y pasa a los animales que se alimentan de ellas. Por eso, las plantas y los animales vivos tienen la misma proporción de C-14 y de C-12 que el CO2 atmosférico.


Con este equilibrio de partida, la reducción de la concentración de C-14 observada en la atmósfera entre los años 1850 y 1954 sólo se puede explicar por la introducción en la atmósfera de CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles.


Carbono 14 atmosférico


A partir de 1954, estas mediciones se enmascaran… porque las pruebas nucleares empezaron a liberar enormes cantidades de C-14.




¿Hay consenso entre los científicos?



Sí.


El 97% de los científicos opina que el calentamiento en el sistema climático es inequívoco y que muchos de los cambios observados desde la década de 1950, no han tenido precedentes en las últimas decenas de milenios.


Los informes del IPCC alertando de la realidad del cambio climático son fruto del consenso científico.


Revisión IPCC


El IPCC lo forman 195 países. Su informe está redactado por 259 autores de 39 países diferentes, representando un amplio abanico de disciplinas. Su trabajo compila miles de artículos que representan el trabajo de muchos miles de científicos de todo el mundo, y que se revisan ​​por parejas. Asimismo, el IPCC admitió comentarios de forma abierta; recibieron, revisaron y contestaron 54677 comentarios de 1089 expertos, incorporando o desechando de forma argumentada cada uno.


Finalmente, consiguieron condensar el informe en 2 páginas escritas en lenguaje asequible que los políticos deberían, en principio, poder leer y entender sin dificultad.


No hay un problema de consenso científico: las pruebas y evidencias son abundantes y conocidas.


Sin embargo, existe una brecha significativa entre la percepción pública y la realidad.


Esto es especialmente sangrante en EEUU, uno de los mayores productores de CO2 del mundo, donde el 57% de sus ciudadanos desconoce o se opone a la opinión científica mayoritaria de que la Tierra se está calentando debido a la actividad humana.


Sin duda, esa discrepancia se debe a las campañas diseñadas para confundir al público sobre el alto grado de acuerdo entre los científicos del clima.


Así, en 1991, la Western Fuels Association financió una campaña de 510000 dólares cuyo objetivo principal era «reposicionar el calentamiento global como teoría (no como hecho)«.


Incomodiverdad


Eso explica que, en EEUU, y tras el éxito del documental «Una verdad incómoda» de Al Gore en 2006, la preocupación por el calentamiento global descendiese un 14% en 2011… Menos de la mitad declara estar inquieto. Y, de la otra mitad, la mayoría piensa que se debe únicamente a un proceso «natural» en el que no ha intervenido el ser humano…


Es difícil abstraerse de preocupaciones tan inmediatas como la estabilidad laboral, la economía, la sanidad, la educación, los derechos humanos… Lo cierto es que, al desaparecer de los medios, el cambio climático parece haber desaparecido también de la conciencia pública.


Las personas reaccionamos basándonos en creencias profundamente arraigadas.


Solemos fiarnos, compartir y apoyar la postura de aquellos con los que nos identificamos y cuya estima buscamos.


Pero, cuando oigamos frases que siembren dudas, del estilo de «La ciencia del clima es poco fiable» o «La energía nuclear es necesaria«… en lo que se refiere al cambio climático, estamos asistiendo a una manipulación, a una cerrazón preconcebida, sesgada, y a menudo interesada, por motivos ideológicos, religiosos y/o económicos.


La evidencia científica es clara, abierta, factual, y amplísimamente aceptada.





¿Cuáles son las consecuencias del cambio climático debido a la actividad humana?





Cambio observado en la temperatura en superficie, 1901-2012


La alta concentración de CO2 en la atmósfera produce un efecto invernadero que afecta directamente a nuestro hábitat vital:




• Aumento de la temperatura media, con persistencia de olas de calor y humedad
• Derretimiento de los casquetes polares y de los glaciares,
• Subida del nivel del mar
• Irregular disponibilidad del agua dulce
• Más dañinas tormentas, inundaciones, sequías, incendios forestales…
• Acidificación del mar
• Menor productividad de agricultura, bosques y pesca
• Extensión geográfica de enfermedades
• Formación y dispersión de contaminantes del aire
• Distribución y abundancia de las especies


Desastres I


Desastres II


Estos daños se ven ya, en forma de inundaciones, incendios, sequías, olas de calor, brotes bacterianos y virales, blanqueo del coral, potentes tifones y huracanes, veranos más calurosos, peores cosechas


Cada uno de los 3 últimos decenios ha sido sucesivamente más cálido en la superficie de la Tierra que cualquier decenio anterior desde 1850.


Calentón global


Estamos sobre aviso.


La última vez fue que la temperatura estuvo 2ºC por encima de la del año 1900, fue hace 130000 años; entonces, el nivel del mar estaba entre 4 y 6 metros más alto que ahora.


La última vez que la temperatura estuvo 3ºC por encima de la del año 1900, fue hace unos 30 millones de años; entonces, el nivel del mar estaba entre 20 y 30 metros más alto que ahora.


La mano que no mece la cuna


Es probable que, para fines del siglo XXI, la temperatura global en superficie sea superior en 1,5 ºC a la del período entre 1850 y 1900 para todos los escenarios de estimaciones considerados.


Estamos cerca de las 400 partes por millón (ppm) de CO2 en la atmósfera. Si llegamos a 450 ppm, hay un 50% de probabilidades de que aumente la temperatura global en 2ºC.







Control





¿Estamos a tiempo de parar el cambio climático?



No.


Ya no.


La mayoría de las consecuencias del cambio climático van a persistir durante muchos siglos, incluso aunque se detengan las emisiones de CO2.


Gran parte del calentamiento es irreversible… aún suponiendo que haya un momento cercano en que las emisiones se reduzcan a cero.


La temperatura global se mantendrá casi constante durante siglos en el nivel alcanzado.


Y los océanos mundiales seguirán calentándose durante el siglo XXI: el calor penetrará desde la superficie hasta las capas profundas de los océanos, afectando a la circulación de las corrientes oceánicas.


Por eso, el problema del clima siempre ha sido un caso para aplicar un «principio de precaución«.


Porque la mayoría de los efectos del cambio climático perdurará durante muchos siglos, incluso, insistimos, aunque pararan ya las emisiones de CO2.


Las emisiones de CO2 acumuladas determinarán en gran medida el calentamiento medio global de finales del siglo XXI y de siglos posteriores.


Y toda esta inexorabilidad, gracias básicamente a estos últimos 2 siglos de las emisiones de CO2.


A lo único que podemos aspirar es a no empeorar la situación.


Obviamente… para no empeorar las negativas consecuencias en la comida, el agua, los ecosistemas, el clima, y los desastres naturales.




Temperaturas en superficie




No es igual que la temperatura suba 2ºC, a que suba 8ºC.




CConsecuencias




Y eso que, por cierto, estamos siendo relativamente afortunados de que el proceso no vaya más rápido por 7 razones, sobre muchas de las cuales no tenemos control: la baja actividad solar, la capacidad del océano para atenuar el calentamiento, los usos menos contaminantes del carbón en China, las acciones derivadas de los acuerdos del Protocolo de Montreal para recuperar la ya dañada capa de ozono, la considerable actividad volcánica (que enfría la atmósfera), la temporal y afortunada disminución del vapor de agua en la estratosfera, y la aceleración de los vientos oceánicos.


Así que, en definitiva, hay que empezar ya a dejar de emitir CO2.


Dejar de respirar, ni influye, ni es una opción… Abandonar la quema de combustibles fósiles, sí.






(Continuará)






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