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30
May
13

Antropodos

Chichas de las chinches




La FAO ha encontrado una solución al hambre en el mundo: comer insectos.


Este organismo, dependiente de la ONU, y especializado en la alimentación, afirma que muchas especies de insectos aportan tantas proteínas como la carne, y que su producción es barata.


Anima, pues, a su consumo, tanto por animales (pienso) como por seres humanos (luego existo).


El informe de la FAO dibuja un futuro prometedor:


«En los países en desarrollo, los miembros más pobres de la sociedad pueden participar en la recolección, el cultivo, el procesamiento y la venta de insectos«.


Así que, pese a ser «tan saludable y nutritivo«… NO es para ricos.


Y tienes que ser rico, cuando, sólo en 2010, los alimentos se encarecieron un 39%, y la subida del precio de cereales, aceites y grasas, alimentos básicos, superó el 71%.


La FAO ve el hambre como una fatalidad inevitable, sin relación con causas políticas e intereses especulativos.


Para la FAO, que no puedas pagar un alimento básico, no es un problema… ¡Come otra cosa!.


La llave de la alimentación


Puedes comer botones, monedas, cepillos de dientes, imanes, llaves, pilas, hebillas, anillos, chicles, cristales


La FAO viene insistiendo desde 2004, en que aporta más comer insectos.


Es la misma FAO que en 2011 anunciaba que el planeta, hoy poblado por 7.000 millones de personas, ya produce comida suficiente para 12.000 millones.


Se ve que lo sostenible no es compartir, sino que los pobres dejen de aspirar a lo que ya tienen los ricos.


Por eso, se publicita que el menú propuesto por la entomofagia es variado y abundante.


Artrópodos como escarabajos, orugas, abejas, hormigas, grillos, cigarras, saltamontes, libélulas, chinches, moscas, pulgones


Todos son alimentables con residuos orgánicos.


Miseria inmisericorde


Un incentivo para vivir junto al lodo, entre las favelas miserables que rodean la ‘city‘ de muchas ciudades.


Los escarabajos proliferan en el estiércol.


Hay chinches en cualquier vivienda sucia y descuidada.


Las plagas de langostas, saltamontes o chapulines, se convierten así en un maná, y consumiendo de paso haces una obra social, protegiendo de la devastación las cosechas de cereales de los países ricos.


Los desempleados ya tienen recompensa por pasarse el día « matando moscas«.


Es fácil imaginar el tránsito, de ser exterminadores de insectos, a su caza, recolección y cría.


El proceso es de sobra conocido.


Mascotas comestibles


Nuevas tiendas, y nuevas estanterías en las ya existentes.


El éxito de ventas provoca una regulación contra los fraudes y contra el uso de pesticidas.


Cotos, licencias, permisos y certificaciones son otorgados por la autoridad administrativa.


Se popularizan las dietas de insectos, para evitar la obesidad.


La secta de los insectos


Ahora, el insecto provoca un efecto de afecto.


El «buggy buggy» es el ritmo de moda.


El «vuelo del moscardón» de Rimski-Kórsakov se interpreta con asiduidad.


«La metaforfosis» de Kafka vuelve a la lista de libros más leídos.


Como es de mal gusto jugar con la comida, dejan de emitirse las antes llamadas películas «de bichos«: Abejas asesinas, Ant Bully, Antz, Arac Attack, Aracnofobia, Arañas asesinas, Avispas asesinas, Bee movie, Bichos, Cuando ruge la marabunta, Hormigas asesinas, Men in Black, Mimic, Plaga letal, Spiderman, Starship Troopers, Tarantula


La plaga de langosta sufrida por Egipto en el Antiguo Testamento, no se afirma literalmente, sino que se interpreta y contextualiza en los sermones.


Los fallos de los programas de ordenadores dejan de llamarse «BUGS«, y se le renombra «PIGS«.


Para evitar las conexiones con el caos, el efecto mariposa pasa a denominarse efecto gaviota.


Planeta insecto


Tras el aprecio generalizado, llega la escalada de precios.


Las insecultoras pasan a cotizar en la Bolsa de Comercio de Chicago, CBOTChicago Board of Trade«) especializada desde 1848 en la negociación de productos primarios, así como en los mercados de futuros de Londres, París, Amsterdam y Francfort.


Khepri


Es la locura de la insecultura.


¡Todo se come y se comercia!


Las multinacionales compran terrenos en todos los continentes para la cría industrializada.


Las colmenas de abejas que están desprotegidas, son asaltadas.


Los señores de la guerra de las zonas subtropicales se atacan entre ellos, subvencionados por las multinacionales, creando nuevos «estados fallidos«.


En las zonas depredadas se registran secuestros de personas, para servir de cebo en trampas con las que cazar insectos grandes.


Viviendo en una burbuja


Se adopta como producto de inversión.


La banca financiera crea nuevos complejos productos estructurados derivados CDS/CDO, no regulados ni supervisados, y a la vez, como seguros que apuestan a que las cosechas de insectos se perderán.


Las agencias de calificación otorgan esos CDO con las notas más altas.


Se venden esos productos por doquier, como acciones preferentes, a miles de cautos inversores que no son conscientes de lo que están comprando.


Gracias a unos bajos tipos de interés, los préstamos inundan el sistema.


Se asiste al aumento desproporcionado y aparentemente ilimitado de los beneficios.


Dependencia de la polinización


Se agravan los problemas en la polinización natural y agrícola.


Las heces y la madera muerta de los bosques no se degradan.


Los suelos pierden fertilidad.


Las plantas crecen sin control.


La cadena trófica se resquebraja.


En las granjas, se suministra a los insectos un cóctel de antibióticos, que al ser ingeridos por el ser humano, provocan la resistencia bacteriana.


Un virus salta de especie, provocando una «gripe metamórfica«, por lo que la OMS lanza una alerta mundial de pandemia. Algunas empresas privadas, en cuyas cúpulas figuran ex-altos cargos políticos, ya disponen de la vacuna; los estados se pertrechan sin reparar en gastos. Poco después, se desvela el desmesurado e innecesario alarmismo creado.


Más subida de precios, inversión, locura colectiva, y endeudamiento.


Bugbuja


Estallido de la «bugbuja» especulativa.


Desplome de precios.


Crash de la Bolsa.


Hundimiento de las microempresas de insecultura.


Un puñado de multinacionales acaparan el sector a precio de saldo, y operan como un oligopolio.


Apadrina un banco


Rescate de los bancos privados vinculados a la crisis, con cargo al dinero público.


Aumento de la prima de riesgo.


Pago de los intereses de la deuda a la banca exterior, a base de recortes a la población interior.


Paralización repentina y duradera del crédito.


Sucesivos aumentos de impuestos no progresivos y disminución de subsidios y prestaciones sociales.


Con la política indiscriminada de ajustes, llegan los desahucios, los suicidios y la represión.


Magnificación de los éxitos deportivos en los medios de comunicación.


Escándalos de adulteración de la carne de insecto, sustituyéndola por carne de caballo.


Para aliviar el stress, la desconsideracion, el menosprecio y los complejos que sufren los pobres, la iglesia forma con carácter urgente nuevos cuerpos de exorcistas.


Insecto controlado por chip


Los científicos insertan mecanismos electrónicos en los insectos para controlarlos en remoto, por su utilidad para volar e infiltrarse en cualquier recoveco.


Las aplicaciones de espionaje y militares son calificadas de alto secreto; para escapar a las leyes de «transparencia» gubernamentales, se desarrollan por empresas privadas del sector.


Las asociaciones de defensa de los derechos de los animales cuestionan que se utilice tecnología para anular la libre voluntad de los seres vivos.


Decapitalismo


Entre la utopía idealista y la distopía apocalíptica, está la lutopía: la negra realidad impuesta por un sistema que, al no haber cambiado, operará de igual manera frente a un mismo estímulo: el del dinero.


El hambre es consustancial al capitalismo.


Bajo este sistema, la propuesta de la FAO se descontrolará, agravando aún más la especulación alimentaria, y provocando nuevos problemas ecológicos y mediombientales.


Más miseria y destrucción, sin soluciones reales.


La FAO propone que los pobres coman y mercadeen con insectos, evitando la tentación de emular y de enfrentarse a los ricos… Algo inevitable, porque los ricos, tarde o temprano, verán esa actividad como un bocado apetecible.


La desigualdad, la segregación, la discriminación y el esclavismo persistirán en cualquier mundo donde unos crean tener más derecho a vivir que otros.


Ese es el caso de este mundo capitalista.


Un mundo hiperglobalizado e hiperconectado para ser hipercompetitivo.


Para que nadie crea tener derecho alguno por el simple hecho de vivir… Como proclama el presidente de EEUU, Barak Obama: «Nadie te da lo que tú no te ganes«… Mientras, se abandera la doctrina de la «desigualdad natural del hombre«: los de «buena posición«, tienen derechos sobre los demás.


Para que interiorices que, si no eres rico y famoso, no eres nadie, y mereces ser tratado como tal.


Pero otro mundo es posible.


Este planeta puede dar cabida a todos, si se hace un uso justo e inteligente de los recursos.




Crujiente mercado


En México, los insectos tienen una gran aceptación.


Un enclave donde la falta de megafauna para cazar, y de mesofauna para domesticar, llevó a sus élites, hace 700 años, a conservar el control político utilizando carne humana para recompensar a grupos selectos.


En efecto. Canibalismo.


Es lo que esconde cualquier sistema donde unos pocos tejan una red para beberse, gota a gota, la vida de la gran mayoría de sus congéneres.


Los insectos pequeños quedan prendidos en ella; los grandes, la rompen.


La red del capitalismo da cobijo a comehombres.


Antrópodos practicando la antropofagia.


Uno es lo que come.


Y las élites siempre han comido carne.


Cuca TV


Las cucarachas acaban de evolucionar.


Evolucionar, en el sentido individual de resistencia… Por no morir.


Sobreviven cuando huyen de lo dulce, porque ese es el sabor del veneno en el cebo de sus exterminadores.


Son criaturas muy sociales, que reconocen a los miembros de sus propias familias; de hecho, las diferentes generaciones de una misma familia viven juntas.


No les gusta que las dejen solas, y sufren problemas de salud cuando lo están.


Forman sociedades igualitarias con una estrecha relación, con estructuras y normas.


Las comunidades de cucarachas son incluso capaces de tomar decisiones colectivas por el bien común.




En TV, no paran de repetir la propuesta de la FAO.


Las élites tienen más hambre.





27
Ago
12

Pararratos 2




El 4 de marzo de 2004, en plena campaña electoral, una echadora de cartas del tarot vaticina a Rato:


La ruleta de la fortuna augura un periodo de muy buena economía


Rato sonríe burlonamente.


Pocos días después, la sonrisa se le hiela en mueca.


El PP pierde las elecciones generales del 14 de marzo de 2004 en un tremendo vuelco electoral, al entender parte de la población que su gobierno había intentado tergiversar la autoría del atentado terrorista del 11 de marzo en Madrid.







El gobierno rehuye interpretar el atentado en clave de evidente represalia por la intervención de España en la Guerra de Irak, declarada ilegal por el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), y realizada contra el 91% de la opinión pública.


Entre el atentado y las elecciones, Rato es protegido por la policía y recibido al grito de «Asesino«.





Al frente del derrotado PP, está Mariano Rajoy, tras ser designado por Aznar como sucesor y candidato.


Los esfuerzos de Rato por erigirse en gran artífice del boom del ladrillo, mientras elude toda responsabilidad en la consiguiente burbuja inmobiliaria, y por auparse en la orgullosa autoría a la vez que niega su existencia, no encuentran recompensa en la lista electoral.







Aznar se rodea, pero recela de los ricos y poderosos económicamente; por otro lado, conoce a Rato desde hace muchos años, y considera que su sistema emocional sube y baja con frecuencia, y que la combinación no da el «perfil social» políticamente correcto.


Rato, en la batalla por la sucesión de Aznar, sufre la derrota de su vida.


Necesita reconstruir su imagen de perdedor.





Tras las elecciones, Rato tensa sus relaciones confesables e inconfesables (Bilderberg), y sale como un rayo para tomar posesión el 1 de junio de 2004 del cargo de Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).


El propio Rato reconoce que su candidatura al puesto fue algo «muy sobrevenido«, que sucedió «prácticamente en cuatro semanas«.


El ruido de pasillo de los gángsters y francotiradores financieros ahogará al de los truenos inmobiliarios, y la brisa de Washington barrerá como un vendaval la debacle electoral.


Además, Rato se cubre las espaldas dejando la batuta económica de España a su protegido Jaime Caruana, al que le restan 2 años como gobernador del Banco de España, plazo convenientemente calculado por estar el  mandato establecido por ley en 6 años.





El 30 de junio de 2004, Caruana comparece ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, y declara que  «no hay burbuja inmobiliaria«.


El 1 de abril de 2005, Caruana afirma que  «la supervisión bancaria desempeña un papel menor, si lo comparamos con el papel que debe jugar el mercado«.


El 17 de noviembre de 2005, Caruana participa en un seminario organizado por el Banco de México con el sugerente título «Estabilidad y crecimiento: el papel del Banco Central». Allí explica:

«Los precios de la vivienda en España, si bien están sobrevalorados, no implican necesariamente que se viva en una burbuja«.





Además, desde mayo del 2003, Caruana compagina su cargo con la presidencia del Comité de Supervisión del Banco Internacional de Pagos (BIS).



Dentro del BIS, Caruana facilita los acuerdos de Basilea II de junio de 2004 para el funcionamiento de la banca internacional, ganándose el aprecio de los «reguladores» y de la «industria» de servicios financieros.


El BIS, la misma institución privada que impone ahora a los Gobiernos “soberanos” las medidas que deben adoptar para salir de la crisis, consigue, gracias a los acuerdos Basilea II, dejar en manos de las entidades financieras la valoración de sus propios activos, y fijar sus propios requerimientos de capital… Las entidades financieras pueden usar sus propios métodos para calcular la probabilidad de impago de sus créditos, la calidad de sus garantías y los porcentajes de capital mínimo que debían tener.

De modo que, con esta “regulación” promovida por Caruana, la salud del balance de un Banco se auto-valora.







No obstante, para evitar las limitaciones de capital mínimo recomendadas por Basilea II, la Banca busca fuentes alternativas de liquidez, y eso les lleva a sofisticar la ingeniería financiera, y a reclamar y conseguir una supervisión más benévola y pasiva por parte de las autoridades.


La Banca de inversión despega hacia un sistema bancario en la sombra (‘shadow banking system’), que supone un 30% del sistema bancario, pero que no es el principal foco de la regulación y supervisión prudencial.


Basilea II no es un conjunto de normas o reglas a cumplir. Sólo promueve reforzar la gestión de riesgos, la adecuación de capital, la disciplina de mercado y la estabilidad financiera… de la Banca comercial «tradicional«.


No de la financiera. Y, menos, de la de inversión.


Se deja fuera entidades y segmentos financieros no regulados ni supervisados, como los «hedge funds«, varios tipos de activos fuera de balance, algunas comisiones de intermediación bancarias, además de securitizaciones, leasing y «off-balance sheets operations» (OTC), como derivados, repos,CDS, CDO


Tampoco contemplaba riesgos operativos, ni transparencia.







Nace cándidamente obsoleto, se aprueba en 2004, y su calendario de entrada en vigor queda cómodamente «escalonado«: 2007-2008.




En agosto del 2006, con el respaldo de la industria financiera por sus esfuerzos en Basilea II, Jaime Caruana entra en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como consejero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital.. de la mano del entonces Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato.




El 16 de mayo de 2006, en su penúltimo discurso, Caruana insiste:

«La posición de las instituciones financieras parece lo suficientemente sólida como para afrontar una corrección de los desequilibrios globales, incluso si esta viniera acompañada de un deterioro de las condiciones financieras y un aumento moderado de la volatilidad«.






La proximidad del relevo al frente del Banco de España y la anunciada llegada de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyas críticas a la burbuja inmobiliaria y de crédito son conocidas, llevan al presidente de la Asociación de Inspectores en Entidades de Crédito del Banco de España, disconforme con la gestión de Caruana, a elevar el 26 de mayo de 2006 una carta sin precedentes al vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes:


«Los inspectores del Banco de España queremos distanciarnos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace en sus últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, señor don Jaime Caruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada situación actual hasta hacerla más sostenible y segura«.


Prosigue:
«En nuestra opinión… ni todos los riesgos están tan controlados como afirma el Gobernador, ni es probable que las consecuencias sean tan limitadas como él propone, si, finalmente, alguno de los mencionados riesgos latentes llega a materializarse«.



Advierte:
«Nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos 6 años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del Gobernador«.


Y denuncia  «la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España —con su Gobernador a la cabeza— ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años del mandato del señor Caruana«.





El recurso de las entidades a la financiación exterior, ocupa también una parte de la denuncia de los inspectores del Banco de España:


«Algunos riesgos típicos del negocio bancario, como el riesgo de tipo de interés o el de liquidez, se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de las entidades de crédito de acudir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversión crediticia… Una parte importante del crecimiento del crédito experimentado por el sistema bancario español en los últimos años (se debe) a un proceso de deriva en la gestión de las entidades que ha dado lugar a una relajación generalizada de los criterios de concesión del crédito».




¿ Existen los instrumentos para intervenir ?




Los inspectores aseguran que


«El Banco de España cuenta con los medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuados… La pasividad del Banco de España en los últimos 6 años en la prevención de la creciente exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario (se debe) a la voluntad de su máximo responsable, el Gobernador«.





Hasta el último día como gobernador, Caruana se mantiene fiel a la política llevada a cabo por Rodrigo Rato y a su postura respecto a la burbuja:


«En relación con los mercados inmobiliarios, el año 2005 parece haber marcado el inicio de un proceso de desaceleración en el precio de la vivienda, que incrementa —tanto más cuanto más firmemente se afiance— la probabilidad de que la sobrevaloración actual de este activo sea reabsorbida de una manera progresiva, como sucedió en anteriores episodios de auge«.







El 7 de junio de 2006, un mes antes de que Jaime Caruana cese como gobernador del Banco de España, el Director Gerente del FMI, Rodrigo Rato, le nombra jefe del departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI, una nueva división del organismo, creada ex-profeso para él.







En junio de 2007, en la presentación del informe anual sobre la economía del ejercicio anterior, y el primero de Fernández Ordóñez como Gobernador, se advierte la continuidad de gestión con Jaime Caruana.


Una cosa es ser columnista económico; otra, secretario de Estado de Hacienda; otra, Gobernador del Banco de España… y otra, ser el que pinche la burbuja inmobiliaria.







Un mes después, en julio de 2007, la burbuja inmobiliaria estalla oficialmente en EEUU.





Los Bancos, que han estado otorgando masivamente préstamos inmobiliarios, empaquetándolos como nuevos productos financieros y vendiéndolos a otras entidades (‘securities‘), se ven atrapados como Banca de inversión, y comienzan a ser rescatados con dinero público.









Bajo los truenos de una tormenta perfecta de crisis económica, escasa liquidez en el mercado y debilidad del consumo, el desempleo se dispara y las Bolsas se hunden.


Rato, desde el FMI, auguraba, 4 meses antes del estallido de la burbuja, un «suave aterrizaje» de la economía.


(Continuará)






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