Si una mujer que va paseando 10 horas por Manhattan recibe más de 100 increpaciones de varones, es fácil imaginar por lo que pasan las mujeres de Japón, Malasia, Filipinas, Corea, Uganda, Nicaragua, Costa Rica, Chequia, Polonia, Suiza…
Bueno, la lista incluye, en mayor o menor escala, a todos los países.
Los hombres no se considerarían con derecho a maltratar a sus compañeras si la sociedad no les hubiera convencido de que éstas son una cosa más de su propiedad.
Y las mujeres no se dejarían maltratar si no hubieran sido socializadas para ser seres dependientes, siempre «al servicio».
Las mujeres sometidas desarrollan un autoengaño psíquico para sobrevivir, similares a los que se han visto en los campos de concentración: se enganchan a rutinas; sus días pasan sin emociones; sin querer pensar.
Verdaderamente, viven en un mundo virtual.
Automáticamente.
Toman como una verdad absoluta que «haga lo que haga, nada va a cambiar», limitando así su acción… Es el mismo mecanismo de «indefensión aprendida» de los experimentos de Martin Seligman que ya vimos.
Los hombres que maltratan a las mujeres suelen tener baja autoestima.
Y suelen tener una baja autoestima, porque no consiguen cumplir con las expectativas que automáticamente se le atribuyen: ser «el hombre de la casa«, llevar suficiente dinero, hacerse el fuerte, ser dominante, ostentar poder, mostrarse intimidante…
Se le exige, en aras de maximizar la obtención de beneficios, que ejerza un rol injusto para él y su pareja; un papel que, en realidad, no beneficia a ninguno de los dos.
Eso cuadra con las altísimas tasas de suicidio de los trabajadores varones japoneses… El suicidio en Japón no tiene la connotación de huida, sino de protesta.
Y cuadra, también, con su alto grado de alcoholismo.
Japón es el país más tolerante con el consumo de alcohol.
El número de adictos que reciben tratamiento supera el millón.
Nada sorprendente.
El 60% de los hombres que padecen problemas con el alcohol son trabajadores asalariados… Beben con clientes y compañeros por miedo a ser excluidos del grupo y a fracasar en sus aspiraciones profesionales en una sociedad con tan rígidas relaciones sociales como la japonesa.
No obstante, el maltrato no es fruto del problema de alcoholismo masculino; la ingesta de alcohol no produce violencia: sólo desinhibe la que el maltratador lleva dentro.
De una manera distinta y complementaria, el hombre también vive autoengañado, interiorizando un personaje con poder que no es real.
Pero suele resultar mucho más fácil y gratificante representar el papel de amo que el de esclavo.
Especialmente, cuando llegan a casa por la noche, después de haberse controlado, eso sí, con su jefe, durante todo el día.
Y manifiesta esa falta de autoestima y exceso de frustración, agrediendo a su pareja.
Se trata de otra manifestación del «estrés de la pobreza» de las sociedades más desiguales y deshumanizadas: las que te hacen sentir inferior, incompetente, inútil, con frustración, y alientan desconsideracion, menosprecio y complejos de inferioridad.
Sociedades que no valoran la vida humana; sólo su valor económico.
Las agresiones domésticas se contabilizan en las estadísticas, porque sólo se denuncia un 5% de los casos.
Si todos los hechos se denunciasen, estaríamos hablando de una violencia social sólo comparable con una esclavitud a escala global.
Además, con impunidad.
Japón no aprobó su primera ley contra la violencia doméstica hasta 2002… De poca utilidad cuando no se aplica, ni no incluye tratamiento psicológico para el maltratador ni realojo y un medio de subsistencia para la víctima.
Además, ninguna ley persigue a quienes fomentan, promueven o incitan directa o indirectamente con mensajes sexistas en la publicidad, los programas de TV, e incluso con lenguaje sexista en los medios de comunicación o de entretenimiento, incluido el infantil.
Se discrimina a la mujer mediante imágenes, actitudes, decisiones, expresiones, omisiones… Abiertamente.
Se puede reconocer todo tipo de estereotipos sexistas…
Se transmite inferioridad intelectual de las mujeres respecto a los hombres.
Se las desplaza a un segundo plano.
Se manifiesta su dependencia del hombre.
Se la invisibiliza , dándole el monopolio al hombre.
Se exponen y normalizan agresiones físicas o psicológicas hacia la mujer.
Se difunde la necesidad de que la mujer se ajuste a un físico establecido.
Se la utiliza como reclamo sexual, como mujer-objeto.
Se atribuye a la mujer el cuidado de los demás (hijos, marido, mayores, enfermos…) y la realización de las tareas del hogar como labores propias de su género.
Se transmiten comportamientos diferentes para hombres y mujeres…
Ocurre hasta en los cómics y en los dibujos animados… Especialmente, en los manga japoneses, donde las escenas de violencia de género y los estereotipos sexistas se acentúan aún más, si cabe.
«Tiene delito» que el nacimiento determine el porvenir, pero, en eso, no haya delito asociado.
De antemano, es un problema con las mujeres.
Pero, de hecho, es un problema con los Derechos Humanos.
(Continuará)
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Virtualidades 7
Antropoceno 4
Catarsis
Este momento es crucial.
En palabras del antropólogo Marvin Harris:
«Cada decisión individual de aceptar, resistir o cambiar el orden actual, altera la probabilidad de que se produzca un resultado específico.
La evolución cultural nunca está libre de influencia, y probablemente algunos momentos son más «abiertos» que otros.
Los momentos más «abiertos» son aquéllos en los que un modo de producción alcanza sus límites de crecimiento, y pronto debe adoptarse un nuevo modo de producción.
Estamos avanzando rápidamente hacia uno de esos momentos «abiertos».
Cuando lo hayamos atravesado, y sólo entonces, al mirar hacia atrás, sabremos por qué los seres humanos eligieron una opción, y no otra.
Mientras tanto, la gente comprometida a nivel personal con una determinada visión del futuro, está plenamente legitimada para luchar por ella, aunque conseguirlo pueda parecer parezca difícil e improbable.
En la vida, como en cualquier partida cuyo resultado depende tanto de la suerte como de la habilidad, la respuesta racional, en caso de desventaja, consiste en luchar con más ahínco.»
Pero, en este sistema, algunos llegan a la conclusión de que favorecen sus propios intereses cuando consiguen perjudicar con su comportamiento a los demás… Así que, querrán justificar como “respuesta racional” una conducta que no surge del consenso sino de la imposición de sus intereses sobre los de los demás.
Se podría calificar ese comportamiento desaprensivo como «racional» , dado que es fruto de un razonamiento, pero, moralmente, es «destestable».
Quienes lo llevan a cabo saben que, por regla general, su mala conducta quedará impune, bien porque no existe ninguna ley que la prohíba, o bien porque dicha ley existe pero no se hace cumplir con eficacia.
Ahí se encuadra precisamente el ritual neoliberal de «privatizar los beneficios y socializar las pérdidas«.
Los infractores se sienten seguros: son pocos en número, y están muy motivados ante la perspectiva de cosechar beneficios cuantiosos, fáciles e inmediatos.
En contraste, las pérdidas generadas quedan difuminadas entre un gran número de individuos… Esto proporciona a los perdedores (o, como vimos, «incautos«) una motivación escasa para «escarmentar« y complicarse con el trastorno, el embrollo y el coste que supone defenderse, ya que cada perdedor pierde sólo un poco, y, aunque consiguiera enmendar el robo perpetrado por la minoría de «tramposos«, únicamente obtendría beneficios reducidos, inciertos y tardíos.
La lucha contra el cambio climático es otro ejemplo de lucha por una «sociedad civil» organizada fuera de las empresas o corporaciones para actuar en el campo de lo público, buscando el bien común cívico y social, sin ánimo de lucro personal.
El proverbio chino de «la unión hace la fuerza» se ha disfrazado en el eufemístico y moderno concepto de sinergia… Y también resulta válido fuera del ámbito empresarial: la fuerza de la unión de acciones realizadas simultáneamente por individuos separados tienen, en su conjunto, un efecto mayor que la suma de sus individuales: “1+1=3”
No es por un mero calentón.
El cambio climático puede suponer una nueva oportunidad para denunciar el desamparo del capitalismo y su actual globalización corporativa neoliberal.
Para reconstruir la esfera pública, fortalecer la sociedad y crear trabajos dignos.
Para ahondar en la democracia y mejorar realmente la calidad de vida de todo el mundo.
Pero, ¿cómo de probable es influir?
No bastará con recordar que la impredecibilidad del clima es global, y que a todos o a cualquiera le puede afectar.
El tifón Haiyan de 2013 en Filipinas, es un ejemplo de desastre natural que veremos cada vez con mayor frecuencia en el futuro… Miles de muertos, importantes daños económicos, crisis humanitaria y éxodo, violencia y saqueos, informes sobre dejación de la responsabilidad estatal en el mantenimiento de las infraestructuras, críticas a los gobiernos por el tardío aviso y la falta de preparación y coordinación de la asistencia…
Pero eso mismo ocurrió con el huracán Katrina 8 años antes (2005) en la metrópoli EEUU.
Nada cambió porque nada se hizo… Eso sí, se evitó que los pobladores volvieran a sus hogares, para especular urbanísticamente con ese terreno.
Suiza también quedará afectada… Pero las transferencias de fondos son electrónicas, y en algún otro paraíso fiscal hará buen tiempo.
Así, que, con este capitalismo financiero global, no va a ser una tarea fácil.
Pero nunca lo ha sido.
Parafraseando al científico Jared Diamond, cuando la élite puede aislarse de las consecuencias de sus actos, es más probable que haga cosas que beneficien a sus miembros aunque sus actos perjudiquen a todos los demás.
Y, a la inversa, en aquellas sociedades en las que la élite no puede aislarse de las consecuencias de sus actos, es mucho menos probable fracasar en las demandas.
(Continuará)
Pararratos 4
El estruendo del devastador informe del FMI sobre los años de su gestión al frente de la organización, cae en oidos sordos: Rodrigo Rato, de vuelta en España, lleva un año al frente de la cuarta entidad financiera del país.
Tras una dura batalla política en el seno del PP, Rodrigo Rato es nombrado presidente de Caja Madrid el 29 de enero de 2010.
Vuelve como una solución de compromiso para cerrar la guerra interna por el control de la entidad.
Nadie saca a colación que Rato tiene antecedentes familiares poco halagüeños en Banca: su padre fue condenado en 1967 a 3 años de prisión y multado con más de 160 millones de pesetas, por evadir dinero español a Suiza y dejar 2 bancos en quiebra.
Tampoco recuerda nadie que, siendo Rodrigo Rato vicepresidente del gobierno y Ministro de Economía español en 2003, y para facilitar la financiacion bancaria en plena burbuja inmobiliaria, decidió dar vida a otro ‘instrumento financiero‘para la Banca… Desde su ministerio, se elaboró una reforma de la Ley 13/1985 de «Coeficientes de inversión, recursos propios y obligaciones de información de los intermediarios financieros«, en la que se menciona, por primera vez, las «participaciones preferentes«, promocionadas como sencillas inversiones garantizadas, pero que en realidad eran productos complejos de muy alto riesgo para el comprador.
Entre sus primeras medidas como presidente de Caja Madrid, está la de subirse su propio sueldo un 30% respecto al de su predecesor en el cargo, pese a las crisis general y de la entidad.
Un mes después, es nombrado vicepresidente de la compañía aérea Iberia, donde facilita la fusión Iberia-British Airways, de dudosa rentabilidad para la compañia española.
A los escasos 6 meses de llegar, el 11 de junio de 2010, Rato anuncia la unión de Caja Madrid con la entidad valenciana Bancaja y otras 5 cajas de ahorro más pequeñas, la mayoría bajo control del PP.
En julio de 2010, el Banco de España (BdE) y el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS), en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, realiza pruebas de resistencia (o «stress tests») en Bankia y otras entidades, con el objeto de medir su capacidad para enfrentarse a un deterioro general de la economía.
Antes las necesidades financieras detectadas, la comisión rectora del fondo de rescate estatal (FROB) acuerda el 29 de junio de 2010… apoyar financieramente el proceso de integración de las Cajas de Bankia, suscribiendo «participaciones preferentes» por un importe de 4465 millones de euros de ayuda pública.
El FROB realiza el desembolso de los fondos el 28 de diciembre de 2010, coincidiendo con el dia de los Santos Inocentes del santoral católico, que en España e Hispanoamérica acostumbra a ser jornada de «bromas» de toda índole… causando un frío estupor cuando los medios de comunicación anuncian la no tergiversada noticia.
El 2 de marzo de 2011, nace la nueva entidad de crédito Bankia.
El «Grupo Bankia» cuenta incluye 402 sociedades, con más de 4000 oficinas bancarias y 11,2 millones de clientes de todos los segmentos.
Al mes siguiente de su constitución, Bankia remite al organismo público que conoce de los mercados de valores (CNMV) su avance de resultados del ejercicio 2010, indicando que el beneficio se sitúa al cierre de 2010 en 440 millones de euros, que “la situación de liquidez del Grupo es cómoda«, y que «el Grupo inicia su andadura con un nivel global de solvencia y provisiones adecuado, al haber realizado un ejercicio de saneamiento responsable y prudente, anticipando las pérdidas futuras de un escenario de estrés«.
Ejercicio de saneamiento no terminado, pues a continuación crea un «banco malo«, al que traspasa el suelo inmobiliario adjudicado y la financiación para compra del mismo en situación dudosa o subestándar.
Así, cuando Rato ofrece Bankia a los grandes fondos de inversión internacionales, puede presentar un balance limpio, que deja fuera 53000 millones de euros en activos tóxicos.
Rato contrata a sus recientes ex-compañeros de Lazard para gestionar su salida a Bolsa, que finalmente se materializa el 20 de julio de 2011.
Gestión feliz, porque, pese a carecer de cuentas consolidadas de ejercicios anteriores debidamente auditadas, la CNMV permitió a Bankia salir a Bolsa, partiendo de información financiera sólo basada en «hipótesis y proyecciones«.
En el folleto de salida a Bolsa, Bankia indicaba que, debido a la reciente integración de las distintas Cajas, la única información consolidada y auditada disponible eran los estados financieros intermedios resumidos del trimestre cerrado a 31 de marzo de 2011, pero que, para compensar esa la falta de información «histórica«, se aportaban información «a efectos ilustrativos, partiendo de determinadas bases e hipótesis«, de las que resultaba que la entidad tenía una muy saludable solvencia, y que incluso arrojaba prometedores beneficios.
Los informes sobre Bancaja y su participado Banco de Valencia los realiza Deloitte, auditor de ambas entidades y de Caja Madrid, en un extraño e inaudito conflicto, porque las valoraciones de la fusión las hace el propio auditor.
Rato se enorgullece de pilotar “el tercer grupo financiero más grande de España”.
El día de estreno en Bolsa, Rato empieza su discurso afirmando que «estar hoy aquí es, en sí mismo, todo un éxito«.
Subraya eufóricamente que «la salida al mercado de Bankia se ha considerado un punto de referencia del sector bancario español«, y, tras dar las gracias a «los 347000 nuevos accionistas de Bankia y a los 11 millones de personas que siguen depositando su confianza en nosotros«, manifestó que «la salida a Bolsa es una decisión estratégica porque hace más fuerte a nuestra entidad y consolida su papel de liderazgo en la banca universal española«. (!?).
A continuación, Rato indica que Bankia tiene «unas premisas de gestión muy claras, centradas en la solvencia, la gestión rigurosa de riesgos en todas las fases del ciclo y la eficiencia y austeridad de costes«, y añade que «así es como Bankia pretende crecer y crear rentabilidad de forma sostenible y esto se traducirá en valor para nuestros nuevos accionistas«.
La situación patrimonial reflejada en el folleto y en el discurso de salida a Bolsa, poco o nada tiene que ver con la real, como se pone de manifiesto unas semanas después.
El barco de Bankia parece disfrutar de una calma que no es tal… Se trata del ojo del huracán.
El 65% de la morosidad de Bankia proviene de Bancaja, la caja valenciana que dominada por el PP, por su exceso de créditos al ladrillo y de activos adjudicados pero no provisionados.
El 21 de noviembre de 2011, el BdE se ve obligado a rescatar al Banco de Valencia con 3000 millones de euros.
La exposición a los activos inmobiliarios tóxicos que ahora reconoce Bankia , el 4 de mayo de 2012, es de unos 35000 millones de euros… En unas «cuentas de 2011 «, que presentan sin auditar.
Como salida a las dificultades, se ofrece una fusión entre Bankia y La Caixa , pero Rato la descarta, no ya por el coste social ante la duplicidad de estructuras y consiguientes despidos, como por escapar al control de Madrid y situarse en el campo de influencia de Barcelona.
El 7 de mayo de 2012, Rodrigo Rato dimite como presidente de Bankia.
Rato justifica su dimisión «para que no se entienda que las eventuales ayudas públicas han sido decididas para favorecer a una persona ligada al PP«.
Llueve sobre mojado.
Porque sólo 3 días antes de dimitir, el 4 de mayo, Rato envía un plan de saneamiento al BdE y al Ministerio de Economía español, para solicitar 7000 millones de euros de ayuda pública adicional.
Y, pocos días después de la dimisión, la auditora Deloitte altera su opinión valorativa sobre Bankia de otros años, y saca a la luz unas pérdidas no declaradas en el ejercicio 2011 de 4952 millones de euros, arrojando una situación de quiebra técnica por patrimonio neto negativo de 4489 millones de euros, y Bankia reconoce el 29 de mayo la necesidad de acudir al rescate público estimado en 19000 millones.
Bankia queda nacionalizada, y su multimillonario rescate público ya asciende a la friolera de 23500 millones de euros, más que todo el presupuesto de infraestructuras español, y equivalente al 2% del PIB… A 500 euros por habitante.
Tras la nacionalización, la CNMV tarda en suspender la cotización de Bankia en Bolsa… 3 semanas (¡?).
Los títulos de Bankia pasan, de los 3,75 euros de su salida a Bolsa, a oscilar alrededor de 1,1 euros por acción en el IBEX-35, dejando a 400.000 pequeños inversores con graves pérdidas.
A finales de julio, Rato comparece ante la Comisión de Economía del Congreso de España, para hablar sobre la crisis de Bankia.
A la pregunta de por qué un balance de 306 millones de euros de beneficios acabó transformándose en uno de más de 3000 millones de pérdidas, Rato respondió:
«No existe un agujero, son cambios de criterios contables«.
A primeros de julio de 2012, el partido político UPyD y el movimiento ciudadano 15-M interponen procedimientos judiciales de «querella«… Se admiten ambos a trámite, en contra del criterio de la Fiscalía, la cual considera que «en este momento no cabe hablar de perjudicados por unas conductas delictivas inconcretas«.
La Fiscalía Anticorrupción, controlada por el Fiscal General del Estado nombrado por el PP, se opone además a la intervención judicial de Bankia , solicitada por los querellantes como medida cautelar para evitar la destrucción de pruebas.
El Fiscal General del Estado, en persona, afirma que «no se va a hacer un gran caso«.
Ya veremos.
De momento, la Audiencia Nacional llamará a declarar a 33 consejeros de Bankia, con Rodrigo Rato a la cabeza, para que declaren como imputados por la presunta comisión de los delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas, delitos societarios, administración fraudulenta y maquinación para alterar el precio de las cosas durante su gestión al frente de Bankia.
Delitos castigados con hasta 15 años de prisión.
Parece que, esta vez, Rato tendrá que afrontar el temporal.
(Continuará)