23
Ago
15

Plutomaterialismo histórico 1

A tus pies




En la naturaleza humana está la capacidad de interacción social.


A la vez, tendemos a satisfacer nuestro propio «bienestar biopsicológico«: a aumentar nuestra calidad de vida disfrutando de salud, sexo, comida, ocio, seguridad, apoyo


Como afirma Desmond Morris, en nosotros conviven, tanto el egoísmo jerárquico de los monos recolectores de fruta, como la colaboración y la cooperación de los cazadores carnívoros.




Mirándonos el ombligo




Hacer compatibles los deseos personales con el bien común no es fácil si hay conflicto de intereses.




Excelente excedente




Los economistas liberales y neoliberales afirman que las personas que actúan guiadas por su beneficio personal («el que sea») tenderán a beneficiar al grupo («bien común»)…




Todos para uno




Eso es una falacia harto conocida.


Una falsedad fruto del error, la ignorancia o la manipulación… juntos sinérgicamente, o por separado igualmente.


En realidad, la desenfrenada e incontrolada búsqueda de beneficio personal tiene desastrosos efectos para el beneficio del grupo.




Donde las dan las toman, con capacidad para perdonar




La Biología lo ilustra con cientos de ejemplos.


En el mundo natural, cualquier ventaja obtenida de la traición, tiene una vida corta


Ser colaborador compensa a medio y largo plazo, cuando de evitar la extinción se trata.


Robert Trivers, con su concepto de altruismo recíproco, consiguió explicar por qué en algunas especies como la nuestra, se da un intercambio cooperativo que supera la frontera del parentesco: el coste de proporcionar algún beneficio a otro miembro de la especie, es más pequeño que la ventajaque puede recibirse al cabo del tiempo.


Es una estrategia evolutivamente estable (EEE)… si puedes reconocer a los tramposos.




Construyendo Confianza




Para que haya intercambio bajo una relación estable y repetitiva, ha de construirse una confianza.


Nos hacemos favores los unos a los otros, y llevamos la cuenta de quién los devuelve, y quién no.


El altruismo recíproco, en efecto, requiere una memoria a largo plazo de caras, situaciones, acciones, personas involucradas


De hecho, el cerebro humano permite almacenar información valiosa de entre 100 a 250 personas aproximadamente; típicamente, de unas 150, cifra conocida como “número de Dunbar”.


Pero también requiere un modo de castigar a quienes se aprovechan del intercambio de favores, tomando mucho más de lo que dan, o no dando nada en absoluto.




Esto se mueve




Los altruistas no son tontos útiles.


Está demostrado que sus acciones hacen aumentar la productividad del grupo.


Además, reportan 2 ventajas adicionales.


Al beneficio recíproco inmediato, por un lado, se añade otro fruto de la interacción, como es el aprendizaje por observación directa: claves sociales, conocimiento del otro, experiencia, técnicas, habilidades


Por otro, se contrarrestan las acciones tiránicas que llevan a cabo los más fuertes a costa de los más débiles del grupo… La igualdad, sostenida por una fuerte coalición frente a los matones, evita la deriva hacia el monopolio de los recursos en manos de unos pocos.




Jogo no bonito




A primera vista, podría parecer que merece la pena ser egoísta, y que el altruismo habría de desaparecer… pero el hecho es que la población alcanza un equilibrio no egoísta.


Socialmente, se puede optar por copiar las actitudes egoístas, o las cooperativas.


Pero, en realidad, lo que las personas prefieren copiar son los modelos de actuación de probado éxito.


Actitudes para con los otros, que aumenten la supervivencia propia a medio o largo plazo.




Tabla de A. Grant




Como evolución cultural, la cooperación funciona tan bien, que se imita y persiste en la sociedad a través de actitudes individuales, creencias, habilidades, conocimientoGeneración tras generación.


De hecho, es una adaptación tan exitosa, que, por evolución biológica, se habría seleccionado genéticamente, siendo ya innata en los humanos.


Así, los sentimientos de elogio, de gratitud, de «elevación«, de respeto moral o de sentirse impresionado, serían mecanismos para recompensar a los altruistas.




Moral universal




Compensa cooperar en reciprocidad con no parientes, de forma continuada, y sin que haya «sorpresas» (esto es, engaños detectados).


Muchas de nuestras características psicológicas tales como la envidia, sentimiento de culpa, gratitud, simpatía, etc, habrían sido adoptadas a través de la selección natural como habilidades perfeccionadas de detectar engaños, de engañar, y de evitar que otra gente piense que uno es un tramposo.


Es una carrera armamentística entre el que engaña y el engañado.


Se trata de una faceta oscura y opaca de nuestra personalidad.




MasAs




Es claro que los tramposos existen.


Y… .


Cualquiera, en un momento dado, puede serlo.


Las estrategias no son «puras«: uno puede ser honesto 9 de cada 10 veces, y en la décima comportarse como un tramposo.


Pero no es igual una pequeña mentira de convivencia, o una mentira que no engañe, de connivencia, que una gran mentira que afecte a la supervivencia.


La opción del altruísmo recíproco no sólo es válida, sino necesaria.


Contrarresta la alternativa de una guerra fratricida global y permanente por los recursos del entorno.


Aun con vigilante incertidumbre, permite relajar y flexibilizar la conducta propia y actuar en función de la del otro, para crear oportunidades con las que ambos puedan ganar a la vez.


Como dice Richard Gould: «A mayor riesgo, más posibilidades de compartir«.


La reciprocidad actúa como un «Banco social«.


Por eso, las personas más exitosas, y por ello, las más copiadas, imitadas, emuladas… no tienen por qué ser aquellas que se dedican a aumentar su propia riqueza.


Poner como modelo social al egoísmo materialista individual, es propaganda ideológica que sólo busca legitimar a quien lo intenta maximizar.




La ley del embudo de oro




Sólo quien ayuda a otro por genuino altruismo, es una persona con la cual se pueden establecer relaciones confiables de ayuda mutua.


Pero, quien ayuda motivado por el cálculo de un beneficio futuro, es quien, en otro contexto, hará trampa.




Por amor al comercio




Los «ricos», al recibir más de lo que dan, vendrían a ser tramposos que viven exitosamente en el seno de la especie.


Actúan con sutiles y sofisticadas tácticas destinadas a dificultar o impedir a los «pobres» puedan reconocerles y recordarles: argucias legales como crear sociedades o personas jurídicas que diluyan la responsabilidad; construcciones jurídicas como las sociedades mercantiles, que, por definición, no pueden tener comportamientos altruistas; artificios para dificultar la identificación del verdadero culpable del engaño, al poner como parapeto a un empleado que es otro «pobre«…


La élite rica se esconde también físicamente, acorazada tras lujosas propiedades securizadas donde se aíslan moralmente de las consecuencias de sus actos.


Influyen para asegurarse de que se enriquecerán protegidos por leyes permisivas, benignas, o descaradamente favorables.


A nivel institucional, la gente ha sido engañada reiteradamente para que crea que no hay nada que amonestar, que la enorme desigualdad es necesaria para su «propio bienestar«.




Balanza natural




La culpa es la emoción que atormenta a un tramposo que corre el riesgo de ser descubierto.


A menor riesgo, menor sensación de culpa.


Por eso, es más peligroso el sutil tramposo indetectado, que el humilde ya descubierto, castigado y privado por los escarmentados de los beneficios que la conducta tramposa le ha otorgado.


Para conseguir una cooperación estable, se requiere castigar, no sólo a los tramposos, sino también a aquellos que no castigan a los tramposos.


De lo contrario… campan a sus anchas.


¿ Cómo hemos llegado a esto ?




(Continuará)



30
Jun
15

Virtualidades 12

Tellevo Papeo




Al aumento de la integración entre personas y robots, le llaman «hibridación«.


Convivirán e interactuarán en cada vez más áreas; trabajarán codo con biela.


Se incorporarán prótesis robotizadas al cuerpo humano; piezas de recambio a falta de tornillos.


Habrá robots con forma de serpiente.


Con forma de araña.


O con forma de niño.




Miniyo




Dicen que no hay que fabricarlos demasiado parecidos a nosotros, porque cuando el robot se parece demasiado a un humano, la confiada aceptación se torna en abrupto rechazo.


Está por ver… porque el ser humano es muy adaptable.




Tokorto bakalao




Ya hay robots humanoides que son loados por mostrar una expresión facial.


Pero los seres humanos con mucho menos nos conformamos.


Taprieto Yteguta




En Japón se comercializa una «silla de los abrazos» para combatir la soledad.


No es tan siquiera un robot.


Es una muñeca que «se parece a una madre«.


Su contacto hace recordar lo que se sentía al recibir el «afectuoso abrazo» materno, algo que con el paso del tiempo «tiende a olvidarse«…


Todo un éxito de ventas… Especialmente, entre los ancianos que viven solos.


El fabricante sostiene que la mayoría de los pacientes que la han probado un tiempo prolongado, experimentaron una reducción de la ansiedad, el miedo y la ira.


No anda desencaminado.




Tesako Sonrisa




Está científicamente demostrado, como ya vimos, que dar y recibir abrazos ayuda al cuerpo a producir oxitocina, una hormona natural presente en la conducta sexual y en el sentimiento materno-filial, que calma el sistema nervioso y estimula las emociones positivas.


Así que no hace falta que las máquinas consigan replicar la calidad de las emociones humanas.


Nosotros llenamos la diferencia.


Somos tan adaptables, que nos autoengañamos con suma facilidad, para conseguir paz de espíritu.




Temiro Sitemueve


Que un bebé reconozca un ser de entre varios objetos, no suele deberse a la similitud visual con una persona… Los bebés reconocen como «humana» la capacidad de interactuar socialmente, no la apariencia.


Da igual lo humano que pueda parecer… Es la socialización del robot la que hace que el bebé le trate como a un ser.


Aunque «una vez que uno aprende cómo funciona un robot, ya sabe cómo funcionan todos«, su software no deja de avanzar para articular gestos, pestañear… Interactuar con el espacio que les rodea.


Les hacen más humanos.


Otra cosa es el «problema» de la conciencia de uno mismo, y la inteligencia.


El Test de Turing es una prueba propuesta en 1950 por Alan Turing para demostrar la existencia de inteligencia en una máquina.


Sea o no la prueba idónea, dado el aumento de su capacidad de procesamiento… es una cuestión de tiempo.


Al ritmo de los algoritmos.




Tekasko Lokesea




Ya hay programas que consiguen imitar conversaciones humanas (‘chatbots‘).


Y se saben chistes.


No es noticia que un programa inconsciente, sin ninguna inteligencia identificable, logre engañar a sus interrogadores.


No es que éstos sean ingenuos.


En el contexto apropiado, los humanos pondremos lo que falte para lograr socializar.


Aún se considera difícil que un robot tome conciencia de sí mismo… pero se le puede programar para que lo parezca.




Temiro Ynoveo


Conforme los robots entran por la puerta de la socialización, los humanos saltan por la ventana.


Un investigador japonés ha inventado unas gafas para fingir sentimientos; con ojos falsos, sirven para ocultar las emociones, evitando que los ojos delaten los sentimientos.


Perfectas para traducir la dicotomía entre lo que se muestra y lo que realmente se piensa.


Un robot podría pensar que se trata de humanos imitando ser humanos.


Pero no.


Es también un comportamiento humano genuino… En este caso, una sofisticada forma de adaptación defensiva frente a una sociedad agresiva construida para fomentar el lucro y la explotación de unos sobre otros.


Lo que, en el reino animal, viene a ser un mimetismo defensivo.




Tetoko Terompo


Se pregona por doquier que el ser humano es «el animal más inteligente«.


Está por ver. De momento, no acaba de usar la tecnología para preservar a todos y cada uno de los miembros de su propia especie.




Tusako Tepongo




Y si a alguien le choca que los robots puedan mejorar las relaciones humanas poco satisfactorias, puede reparar en las mascotas.


La función de las mascotas no es otra que sustituir a los seres humanos.


Sí. Como los robots.


Las mascotas ayudan a superar el anonimato y la falta de comunidad, haciendo mucho más llevadera la vida.


Proporcionan a muchísima gente un motivo, en forma de ser vivo, para volver a casa.


Reemplazan a maridos, esposas o hijos ausentes o poco cariñosos, llenan el vacío hogar y alivian la pesada carga de la soledad en las sociedades post-industriales; máxime, para la gente que vive sola, en las grandes ciudades y/o en la vejez.




Tesigo Alrato




Pueden entretenernos como consumados comediantes, formarnos en biología y robótica, ponernos en forma como entrenadores deportivos, relajarnos, querernos


Las mascotas pueden hacer todo esto sin imponer el maltrato y los castigos que propinan los seres humanos «reales» atrapados en relaciones altamente competitivas, estratificadas y explotadoras.


Por todo ello, a las «mascotas» se les llama «animales de compañía«.


Para sustituir del todo a los humanos, las mascotas tendrían que poder comunicarse, pero, afortunada o desafortunadamente, no pueden sostener realmente una conversación.


Pero escuchan, y, como bien saben psicoanalistas y sacerdotes católicos, las frustraciones y la angustia se alivian por el mero hecho de tener a alguien que nos escuche… o que aparente escucharnos.




Maskota Teamo




Los robots escuchan… pero también pueden hablar, y cada vez mejor.


Las razones para tener robots de compañía en casa podrían ser las mismas que para tener una mascota, con la ventaja de que no se esclaviza a un animal en una jaula de hormigón.


Teniendo en cuenta que las grandes ciudades ya no tienen espacio para las mascotas, no extraña que se agote en las tiendas y haya colas para adquirir un Pepper, el robot «con corazón«, capaz de comunicarse con personas y de interpretar sus emociones.


Para sustituir a los seres humanos reales en derredor, sus dueños les preferirán para llenar sus carencias sociales en relaciones cálidas, apoyo mutuo y amor.




Telate Porarte




Los robots no son la solución.


Son otra respuesta a un mismo problema.


¿ Miedo porque «las máquinas no tienen escrúpulos


Depende de quien las controle. Depende de cómo se programen.


Como los perros guardianes… según su educación.


Como sus propios amos… según la ocasión.


La mayor amenaza para la especie humana no son los robots, ni tan siquiera los marcianos: es la propia raza humana.




Temiro Konmiedo




Nosotros hemos creado las armas de destrucción masiva… y los hemos puesto en manos de «androides» egoístas a los que no puedes distinguir, porque viven entre nosotros, piensan como nosotros… pero prefieren que sangremos nosotros, y no ellos.


Son como «geminoids«, marionetas de alta tecnología, de carne y hueso, guiadas por el control remoto del afán de lucro despreciativo del sufrimiento ajeno, insensibles enfermos por golpes cerebrales o por maltratos conductuales que se comportan como psicópatas desaprensivos.


No es nuestra «estupidez innata» ni nuestra «arrogancia irresponsable».


Son los «intereses» de unos pocos los que deciden que las máquinas sirven para ahorrar trabajo humano, mientras se despreocupan de las consecuencias para quienes pierden su empleo.




Temiro Teveo




Los humanos somos, en efecto, «cíborgs tecnológicos».


Pero aún parecemos máquinas idiotas, porque, ante la tesitura de «evitar el sufrimiento humano«, vemos cómo la decisión óptima elegida históricamente es «matar a la gente«.


Por qué los robots habrían de respetar las 3 leyes, cuando sus programadores humanos no las aplican entre sus congéneres…


Dan más miedo los humanos roboides (te roban la vida), que los robots humanoides.


Todos, máquinas.


Deambulantes.


Controladores, controlados y controlables.





28
May
15

Virtualidades 11

Naita Memojo


La difusión de los métodos de control de la natalidad y la creciente toma de conciencia entre las mujeres de todo el mundo, permiten afirmar que, hacia 2030, serán las mujeres quienes controlarán su propia fertilidad, y el hombre su propia futilidad.


Da igual si ocurre en 2030 ó en 2130.


La liberación femenina llegará al cortar el cordón umbilical con la reproducción y romper la cadena con el patrimonio.


Poco faltará para romper las ataduras vinculadas a la posesión material… Al abolir el derecho de herencia, la propiedad revertirá, no en los descendientes, sino de vuelta a la sociedad… El impuesto de sucesiones evolucionado hacia un «todos somos hermanos» real.


Lo que en Japón se cuece, es más importante de lo que parece.




Mikoko Nopara




Porque, pese a su pesada tradición feudal, son pioneros en enfrentarse al envejecimiento extremo y al declive demográfico.


Son pioneros en el desplome del mercado de valores de los tiempos modernos, con precoz estallido de burbuja inmobiliaria hace ya casi 30 años incluido.


Son pioneros en vivir en medio de una crisis que persiste, en una economía que sigue estancada en estanflación.


Son pioneros en elevar la deuda por encima el 230% del PIB, encabezando las economías neoliberales que privatizan los beneficios pero socializan las pérdidas, consagrando casi el 25% de su Hacienda al pago de intereses y haciendo al país muy vulnerable a cualquier aumento de los tipos… La potencia económica mundial, pero la en endeudarse.




Niduermo Nidejo


Son pioneros en aplicar maltrato y discriminación a la mujer post-industrial, hasta el punto de lograr que se niegue a tener hijos para semejante sociedad cubicular.


Por todo ello, Japón es foco de atención.


Y algo más.


Cómo y dónde concentren sus energías para resolver esos problemas les convierte en modelo a seguir.


En referente.


Da igual que el país en cuestión esté muy industrializado o no… Los problemas de Japón ya afectan o van a afectar a cualquier nación.


Durante los últimos 50 años, las tasas de fertilidad han caído en todo el mundo.




Crecimiento demográfico mundial




De Africa a Asia, de América del Sur a Europa del Este, desde las selvas a los desiertos… En todos los países disminuye la fertilidad.


En 1979, la tasa de fecundidad en el mundo fue de 6’0; hoy en día es de 2’6.


Las naciones industrializadas han sido los más afectadas… EEUU sólo tiene 2’06, pero es una de las más altas… Sólo Israel (2’75) y Nueva Zelanda (2’10) son más fértiles.


El tradicionalmente prolífico Sudeste Asiático alberga ya países sin reemplazo generacional asegurado…


Taiwan, Corea del Sur o Singapur tienen índices de natalidad aún menores que Japón.


China también está afectada: en 1950 alojaba 550 millones de personas, hoy alberga 1330 millones, alcanzará su máximo de 1450 millones sobre 2030, y, en efecto… su población comenzará a reducirse. Para 2050, China acomodará unos 1400 millones, e irá perdiendo 20 millones de personas cada 5 años.


Hoy, China cuenta con 5’4 trabajadores por cada jubilado… En 2050, sólo llegará a tener 1’6.




Tekorta Yrekorta




Todo gobierno del capitalismo financiero se ve abocado, o bien a reducir sustancialmente el gasto (incluidas defensa y obras públicas) para hacer frente a la factura de pensiones y sanidad en tanto no consiga privatizarlas, o bien a aumentar radicalmente la carga fiscal sobre los trabajadores.


Una opción pone en riesgo las ambiciones «desarrollistas» y militares; la otra, pone en riesgo su supervivencia política.


Hasta ahora, nunca ninguna sociedad ha conseguido niveles de prosperidad con una población en contracción.


Hasta ahora, el uso de la Tecnología no ha tenido como meta mejorar el nivel de vida de la gente de forma sistemática e igualitaria, sino como medio para diferenciar poder y dinero.


El beneficio insolidario precisa encontrar mucha y muy barata mano de obra, a nivel global.




Coste por trabajador




De hecho, la mano de obra ya es muy, pero que muy barata.


Sin embargo, los altos costes de crianza y educación de los hijos, el desinterés real para que la mujer se incorpore al mundo del trabajo dejando atrás el dominio sexual y reproductivo, laboral y social del hombre, y la amenaza de agotamiento de los combustibles fósiles, conforman la moderna excusa para reiterar la clásica fórmula de «aumentar el beneficio disminuyendo los costes laborales» intensificando la automatización del trabajo humano remunerado.


Y, por mor de la marea tecnológica en boga… inundando masivamente con robots el sector servicios.




Paranoid humanoid




Máquinas de aspecto más o menos humanoide, como esclavos digitales para los entornos doméstico y educativo.


Un estudio calcula que la robótica sustituirá 18 millones de empleos en Alemania en 20 años.


El 47% de los empleos en EEUU podrían ser ocupados por robots en los próximos 10 años.


En Japón, 1 de cada 6 empleados ya es un robot.


En Alemania, 1 de cada 9.


En China, de momento, 1 de cada 45.


Todo un «considerable potencial de crecimiento«.




Primus inter pares




Y eso que el empleo remunerado ya estaba en plena crisis.


Nadie se ha asombrado demasiado viendo cómo coexisten 2 reyes en un mismo país, y 2 cabezas de una misma iglesia…


Estamos psicológicamente preparados.


Porque, en realidad, los robots son otro paso en la escalada de la terrorífica competencia entre la mano de obra ultrabarata (hoy en Asia, mañana quizá en la colonizada Africa), y la despiadada tecnología supresora de empleos de los países del mundo que se autodenominan «desarrollados«.


Y, esta vez, el trabajo humano no se desplazará de profesiones obsoletas a profesiones nuevas.




Noparo Naita


Ni la mano de obra más barata podrá competir con los robots.


Los robots trabajan 24 horas al día y 7 días a la semana sin sueldo ni seguros sociales ni quejas.


Los costes de inversión en un robot se recuperan ahora en 3 años, lo que significa que, tras este periodo, es más barato tener un robot que un trabajador.


Muy pronto, un robot podrá ser camarero, enfermero, oficinista, periodista, contable, vendedor o incluso abogado.


Y cada vez serán más y más hábiles… Y, en algún momento, nos preguntaremos, no ya si los robots van a reemplazarnos a todos, sino si van a «dominar el mundo«.




Nopago Naita




«Sin la clase ociosa, la humanidad nunca habría salido de la barbarie”, afirmó Bertrand Rusell.


Pero, cegados por la búsqueda de productividad, los empresarios no ven que impedirán que haya consumidores… No puede gastar quien carece de poder adquisitivo.


Porque, hoy por hoy, los robots no tributan.


No pagan impuestos.


No contribuyen al sistema sanitario ni al sistema de pensiones… Justo lo contrario que una población cada vez más envejecida requiere.


¿Quién cotizará al sistema de Seguridad Social por esos robots, para poder pagar los subsidios de desempleo de los puestos de trabajo humanos destruidos?


¿Quién pedirá a los empresarios que tributen por ellos «como si» de varios trabajadores se tratase?…


Y, si los humanos dejamos de trabajar, ¿existirá una renta mínima para vivir?… Y, de ser así, ¿van las empresas a sufragarla a través de un impuesto?


Si los empresarios no se plantean hoy mejorar las condiciones laborales de los humanos, es difícil imaginar que el mismo afán de lucro y beneficio les vuelva altruistas voluntariamente en el futuro.




Mepiro Panipon


EEUU es menos remilgado en materia de inmigración que Japón.


EEUU aloja actualmente 26’6 millones de inmigrantes legales, y unos 11’3 millones «ilegales».


Gracias a ellos, la caída de la natalidad local no tiene efectos en el PIB federal.


Para mantener las «calderas a toda máquina», EEUU también necesita mantener alto el consabido ratio entre población trabajadora y población jubilada.


Cuanto menos, el ya exiguo de 3 trabajadores por cada jubilado…


Pues bien, mantenerlo implicaría que EEUU tendría que incorporar 44’9 millones de nuevos inmigrantes entre 2025 y 2035.


Y si EEUU quisiera volver a disponer de los 5’2 trabajadores por jubilado que tenía en la década de 1960, cuando el baby boom, tendría que importar 10’8 millones de inmigrantes cada año, hasta 2050


En ese momento, EEUU tendría una población de 1100 millones de personas, el 73% de las cuales serían descendientes de inmigrantes recientes.


Es logísticamente imposible incorporar 10’8 millones de inmigrantes al año. Como señala el demógrafo Phillip Longman, «ese flujo requeriría el equivalente a construir una nueva ciudad de Nueva York cada 10 meses«.




Mepiro Palgringo




También hay un problema de oferta… La corriente migratoria a través de la frontera sur de EEUU no será permanente.


La tasa de fecundidad de México era de 6’82 en 1970, pero se redujo a 5’3 en 1980, a 3’61 en 1990 y a 2’75 en 2000; en la actualidad se sitúa en 2’1.


Pasa lo mismo en Centroamérica y Sudamérica… Algunos países, como Chile y Costa Rica, ya están muy por debajo de la tasa de reemplazo.


Y, cuando la fertilidad de un país cae por debajo de la tasa de reemplazo, la gente tiende a dejar de emigrar.


Con la inmigración con los días contados y con las mujeres de lado… veremos cómo intentarán incorporar rápidamente robots para sustituir mano de obra humana flexible y precaria por brazo articulado robótico robusto y permanente.




Tasa media de crecimiento anual mundial




Si bien el tamaño absoluto de la población mundial ha crecido considerablemente, el incremento anual de la población ha disminuido desde finales de los años 1960.


Para 2050, se estima que la población mundial habrá llegado a 9000 millones de personas… pero, muchos de ellos, ancianos.


La proporción entre la población potencialmente activa (entre 15 y 64 años), respecto a la de más de 64 años, ha bajado de 12 a 9 (un 25%) entre 1950 y 2007.


Esa proporción descenderá aún más, llegando a 4 en 2050.


A partir de 2070 se prevé que la demografía humana entre en una «fase de estabilidad«. Las proyecciones de población apuntan a que el techo demográfico se alcanzará alrededor de ese año; entonces, habrá unos 9500 ó 10000 millones de habitantes.


Ese horizonte de los 10000 millones que las proyecciones de la ONU dibujan hacia 2085 se alcanzará con dificultad… porque la fecundidad disminuye más rápidamente de lo inicialmente previsto.


Será una cuestión, no tanto de espacio, como de recursos.


La mismísima agricultura en el siglo XXI se enfrentará al reto de tener que producir más alimentos y fibras para alimentar a una gran población, empleando menos mano de obra.


En cualquier caso, no habrá suficiente savia nueva lista para alimentar esta hidra de economía capitalista.




Hotel Cablifornia




En Japón, este año abrirá el primer hotel del mundo donde nos atenderán robots.


También se anuncia un hotel con «habitaciones de llanto» (así las han llamado), para mujeres. Cómo no.


¿Así se dedicarán las personas a «tareas más creativas«?


Un desigual acceso a la ingeniería robótica provocará que se ahonde en desigualdades sociales, económicas y culturales.


¿Logrará la especie humana superar el afán de beneficio y aprovechar el potencial de los robots para asistir y dar adecuado soporte a su mayoritaria población anciana y a su minoritaria población menos anciana, de forma igualitaria y global?


Y, más a corto plazo… ¿seremos capaces de aceptarlos a nuestro lado?




(Continuará)



27
Abr
15

Virtualidades 10

suvida-


Aunque una huelga de partos caídos podría parecer una medida de presión desmesurada, ni siquiera es nueva.


Los gobiernos ya la han venido utilizando, con su peculiar y característico estilo: esterilizando a todo tipo de población.


Incluso, ilegalmente.


A mujeres, generalmente.


Hay precedentes de «huelgas de sexo», «boicots sexuales» y «huelgas de piernas cruzadas»: mujeres que se han negado a mantener relaciones sexuales con sus maridos o compañeros para resolver un conflicto, lograr una reivindicación, e incluso, conseguir la paz en una guerra.


Qué menos, si la guerra declarada es contra ellas.




suvida-0




Las consecuencias de una huelga de partos caídos serían embarazosas… Alumbrarían la mala concepción de la sociedad: sin suficiente conocimiento ni legítimo consentimiento.


Replantearía el papel de hombre y mujer, y plantaría nuevas y saludables raíces sociales.


Suvida 1




Se acabó el matrimonio por amor… al patrimonio. Allí donde hay amor puntual, estará plenamente justificado que no exista ningún vínculo legal.


Se acabó la adicción a la oxitocina paternofilial… Pero quedará la jovial, generada a base de tocarse, besarse y masajearse; sin parto, pero con pacto.


Se acabó la pensión de viudedad, las herencias, los impuestos sobre sucesiones, y los gastos de notario… Habrá que exigir un subsidio justo después de 40 años de trabajo y 8 de paro.


Se acabó la preferencia por la primogenitura masculina como estratagema para preservar su concentración de riqueza y poder.


Se acabó el derecho de pernada.




Suvida 2




Se acabó el casamiento obligatorio de millones de mujeres cada año.


Se acabó la maternidad obligatoria de millones de adolescentes cada año.


Se acabó el hacerse cirugía plástica como consecuencia del maltrato.


Se tipificará como «delito contra la salud pública» la posesión de mujeres.


Se acabó la muerte prematura de decenas de miles de mujeres cada año a causa de los embarazos infantiles y adolescentes.


Se acabó poner precio a los niños.


Se acabó el arrojar bebés por el inodoro.


Se acabó tirarlos por el balcón.




Suvida 3




Se acabó la homilía eclesiástica que declara a la mujer como traedora de hijos y cuidadora del marido.


Se acabó el rendir la educación a cualquier mesiánica manipulación.


Se acabó imputar culpabilidad o amedrentar calificando de pecado el sexo.


Se reinterpretará el puritano párrafo atribuido a la figura de Pablo de Tarso de que «Es bueno que el hombre no toque a la mujer».


Se acabaron la impunidad de los abusos de monjas realizados por curas, guías espirituales y misioneros.


Se acabó el tenerse que comer la propia placenta.




Suvida 4




Se acabaron las falsas denuncias.


Se acabaron los secuestros.


Se acabaron los abandonos.


Se acabaron las imprudencias paternales.


Se acabó la explotación en el trabajo femenino e infantil.


Se acabó cobrar menos por el mismo trabajo.


Se acabó el problema laboral de quedarse embarazada.


Se acabó refugiarse en una botella de alcohol.




Suvida 5




Se acabó la violencia machista.


Se acabó utilizarlos como reclamos publicitarios.


Se acabó el buscar tiempo y ganas para educar.


Se acabó el malcriarlos conscientemente.


Se acabó el darles «lo que sea» para ocultar el abandono de cuidados por parte de los padres, del profesorado, de los médicos…


Se acabó protestar por la sobrecarga de deberes escolares.


Se acabó recurrir a un elemento para que las provea de alimento, y la caza de marido mediante embarazo malquerido.




Suvida 6




Se acabó la necesidad de dar el pego.


Se acabó echar el lazo.


Se acabó emparejarse para no pasar hambre.


Se acabó el convivir con alguien sin conocerle.


Se acabó poner a los hijos como excusa o represalia.


Se acabó tomarlos como rehenes.




Suvida 7




Se acabó fingir que te gustan los hijos de los demás.


Se acabaron las masacres de escolares.


Se acabaron las maternidades donde procrear una raza pura para el estado.


Se acabaron las casas-cuna.


Se acabó fabricar madres.


Se acabó que UNICEF, un organismo dependiente de la ONU, pida dinero a la gente en vez de a los gobiernos.




Suvida 8




No más abandono psicológico.


No más robos de niños.


No más adopciones, negocios ni explicaciones.


No más utilización de niños en manifestaciones independentistas o religiosas.


Se acabó la vocación para los curas pederastas.


Se acabó predicar moral mientras se realiza un abuso sexual.


Se acabaron las monjas cantando «Like a Virgin«.




Suvida 9




Se acabaron los niños soldado.


Se acabó la liturgia de la custodia.


Se acabaron los niños que tienen niños.


Se acabaron los añejos antojos.


Se acabó aparecer en segundo plano.


Se acabó dar de lado a los demás para centrarse sólo en la descendencia.




Suvida 10




Se acabó mentir a los niños.


Se acabó mentir a los adultos.


Se acabó el ir a la cárcel por no visitar a los padres.


Se acabó el complejo de Edipo.


Se acabaron las demandas de paternidad por fealdad.


Se acabaron las visitas de mujeres al psiquiatra.


Se acabaron los atascos de tráfico a la entrada y la salida de los centros.


Se acabaron los 7.000 años de desigualdad sexual y social.




Nogana Sinkeja




No será viable que el niño-robot de la película Inteligencia Artificial se encariñe con un humano no confiable.


Ser amado y convertirse en un «niño de verdad» es la interminable búsqueda de cualquiera que se sienta abandonado, maltratado, explotado y perdido en una sociedad consumista. De cualquiera.


Quienes sí harían realidad la fábula de Pinocho, serían ellas.


Las muñecas habrían cobrado vida.




(Continuará)



29
Mar
15

Virtualidades 9

Kuato Tekiero


Mientras huyen hacia adelante, las hembras humanas, como género, siguen atrapadas bajo el lema de «Todo por la Prole«.


El antropólogo Robert Trivers definió esa relación como un «vínculo cruel«.


Si las mujeres dejan de ser altruistas, la especie se acaba. En cambio, los machos pueden copular para, a continuación, huir.


Richard Dawkins, autor de «El gen egoísta«, lo resume con una sencilla frase: «El sexo femenino es explotado».




Kitokaka Asako


Hasta el punto de que, estando la educación, en especial, la infantil, en manos de tantas mujeres, se siga modelando una sociedad masculinizada de la que las propias mujeres querrían librarse.


Japón es, simplemente, otro mal país para ser mujer.


Como todos.


Memiro Teveo


No hay apenas incentivos para tener hijos.


Ya vimos que las personas tienden a tener más hijos, no por un impulso irresistible, sino porque, bajo sus circunstancias, maximizar la descendencia les posibilitará incrementar su bienestar biopsicológico.


Y que, cuando incrementan su bienestar biopsicológico teniendo menos, tienen menos.


Dentro del concepto «más bienestar biopsicológico«, entran más sexo, ocio, comida, riqueza, aliados, apoyo en la vejez… Beneficios que aumentan la calidad de vida.


Por eso, pedirle más hijos a los japoneses, y, especialmente, a las japonesas, no es nada fácil… No se concibe.




Tasas de nacimiento y muerte en Japón




Desde luego, si la reproducción dependiera únicamente de lo que contribuyen los recién nacidos a satisfacer las necesidades parentales de aire, agua, alimento, sexo, bienestar corporal y seguridad… las tasas de fecundidad de Japón y del resto de países industrializados ya habrían descendido a cero.


Hay un bienestar biopsicológico adicional.




New kids on the blog




Los hijos satisfacen extraordinariamente bien la necesidad de tener relaciones que sean íntimas, afectuosas y emotivas con seres que les presten apoyo y atención, que sean dignos de su confianza y que aprueben su conducta.


Eso dispara hormonas de satisfacción.


Está científicamente demostrado que dar y recibir achuchones ayuda al cuerpo a producir oxitocina, una hormona natural también presente en el actividad sexual, que calma el sistema nervioso y estimula las emociones positivas.




Memezo Sinbazo




A falta de otras incentivos, podríamos necesitar hijos por el mero hecho de que necesitamos amor.


Una motivación que, por tanto, no es altruista.


De hecho, la motivación para tener hijos puede que no sea, ni siquiera, encomiable


Hijos, como sueños de posteridad.
Como bien de consumo.
Como sacrificio de sangre para ser aceptados socialmente.
Como reto al reloj biológico.
Como juego de rol de paternidad.
Como argamasa para solidificar una relación.
Como complacencia hacia los antecesores.
Como un seguro que habrá de ser posteriormente reembolsado.
Como una reparación.
Como un acto egoísta.
Como una venganza.
Como una expiación de culpa.


Todas, presiones. Ninguna, encomiable ni digna de elogio.


Los pro-natalidad no parecen ser conscientes de ello; y eso que, curiosamente, los hijos sólo vienen a servirles de medio para conseguir un fin tampoco digno de elogio: depositar en ellos la que quizá sea su única esperanza. Aunque sea ideológiconómica.




Nicasa Nicosa




El santuario familiar es un templo frágil.


Las promesas de achuchones, abrazos, besos, chupeteos, sonrisas y agradecimiento como recompensa a la paternidad, no nos gobiernan.


Es más: a posteriori, como en todos los demás tipos de intercambio, la mera expectativa de un rendimiento futuro no vale para sostener indefinidamente el vínculo paterno-filial.




Kimono Noakato


Así que, si eres mujer, y te tratan, en suma, como a una esclava alejada del poder económico, político, eclesiástico y hasta culinario, te deben dar ganas de hacer huelga indefinida de partos caídos.


Cero nacimientos ante tan pocos miramientos.


Aún si te maldicen, y a riesgo de que te penalicen.




Prohibition of passing without stopping - Children




Por el permanente temporal, carretera cortada del dormitorio al paritorio.


Fin del viaje.


Que dé a luz Rita la Cantaora.


O el ministro japonés de Sanidad, que se refirió a las mujeres como «máquinas de hacer bebés«.




Mekito Laliga




Si quieren gestación sustitutoria… que pidan voluntarias, o que funden una orden religiosa.




Mikasko Mikasa




Si quieren «partos en cadena«… que fabriquen robots.


Anti-huelga «a la japonesa«.


Una huelga de partos caídos.


Posiblemente, ya en marcha, de forma encubierta.


Temiro Meveo




Aparte de los agravios e injusticias conyugales, laborales y culturales, habría, por lo menos, 8 razones para no tener hijos: por propio interés, por secuelas físicas, por equilibrio emocional, por economía, por logística, por previsión social, por identidad




Tokio Tokao




E, incluso, por el medio ambiente.


Se empieza a difundir en los medios que nada produce tanto CO2 como un «humano del mundo industrializado»: aproximadamente, 515 toneladas de CO2 durante su vida… Como 40 camiones.


Que tener un hijo es medioambientalmente equivalente a realizar casi 6500 vuelos a París; que una persona podría volar 90 veces al año, ida y vuelta, casi cada semana de una vida… y esto no tendría tanto impacto en el planeta como un nacimiento.


Que se emplea una cantidad indecente de pesticidas, detergentes, plásticos y combustibles nucleares para mantenerle caliente.


Que se cita el informe de la petrolera BP haciendo público que:

«En 2050, se acabará la pesca en los caladeros; en 2080, se acabará el gas; en 2090, se acabará el petróleo«.


Que, así, dar a luz viene a ser un acto egoísta, incluso brutal, porque condena a otros al sufrimiento.




Muñecas embarazadas del siglo XIX




Con una huelga de partos caídos, las mujeres estarían alumbrando algo más que su propia libertad.


Una forma veraz de reivindicar que la violencia machista social sólo desaparecerá cuando la mujer deje de ser considerada como ciudadana de segunda, y el hombre como el amo y cabeza de familia que la fecunda.


En medio de un follaje espinoso e infructuoso, cuya raíz nadie quiere ver, ellas habrían plantado cara.


Una huelga de partos caídos, como fecundo génesis.


¿Utopía lutópica, o lutopía distópica?




(Continuará)



25
Feb
15

Virtualidades 8

Suboka Magrede




Derechos torcidos, y retorcidos.


Muchas veces, el maltratador provoca el conflicto: lo busca, para «descargar» su frustración.


Socialmente, su actuación se suele considerar un asunto de índole privada y personal. No perciben la presión. No se sienten cuestionados ni estigmatizados. Su acción carece de repercusión.


Se añade sumisión a la posesión.




Kiyoshi Okubo




Y el problema se retroalimenta: el 81% de los agresores aprendieron esta conducta en una familia «tradicional» patriarcal, donde, o habían sido maltratados durante su infancia, o habían sido testigos de la violencia familiar.


Es la semilla de un engendro.


Todos los «asesinos en serie» sufrieron malos tratos en su niñez: tortura física y sexual, o una humillación extrema, o maltrato emocional… Aislados del contacto social pleno, liberados así de escrúpulos de conciencia, poseídos por un infantil egocentrismo egoísta carente de empatía y necesitado de autoafirmación («narcisismo«), colocan sus sórdidas necesidades por encima de todo, y, eventualmente, cruzan el umbral.


Igualmente cierto es, que ningún «asesino en serie» surge de un hogar feliz y saludableTodos ellos son fruto de hogares disfuncionales.




Misako Mekita




Las personas no aprenden tanto de sus propias conductas, como de la observación de la conducta de los demás.


Y, aunque podamos aprender conductas nuevas, no las pondremos en práctica, a menos que exista una razón para ello…


¿Como para avasallar a una novia o esposa, madre o no, criada y compañera sexual siempre, para que sirva de «punching ball« doliente y pague los platos rotos permanentemente?


Trata de esclavas.




Nomemire Tanasolo




La dependencia económica de la mujer de los ingresos que aporta el varón es, a menudo en una losa adicional a la espiral de miedo, angustia y vergüenza en que se sumen las víctimas.


Bajo una coyuntura de crisis económica, las mujeres se separan y se divorcian menos, porque tienen menos recursos económicos.


Y por eso disminuye el número de asesinatos: el peligro de sufrir una agresión aumenta cuando abandonan a sus parejas.




Hay para todas




Las cifras son escalofriantes: 1 de 3 mujeres de Japón sufre violencia doméstica.


El 98% de las denuncias de violencia doméstica tiene a una mujer como víctima.


El matrimonio les sirve el vendaje en bandeja.


No son las únicas.




Nogiro Nimiro




La cultura europea clásica siempre mostró una fuerte misoginia.


Platón consideraba a las mujeres una degeneración física del ser humano, y Aristóteles las describía como ‘varones estériles’ incapaces de preparar su fluido menstrual con el refinamiento suficiente para convertirlo en semen («semilla»).


En la Atenas clásica, las mujeres acomodadas no podían tener propiedadesEllas eran propiedad de su marido. Vivían recluidas en los gineceos, y no se relacionaban socialmente con su esposo, demasiado ocupado con sus múltiples actividades sociales, políticas, intelectuales y lúdicas.


Las curanderas y las hetairas (similares al rol de las geishas de Japón) eran las únicas mujeres que gozaban de cierta libertad y estatus: eran fundamentales para la juerga… «Tenemos las hetairas para el placer; las concubinas para el uso diario y las esposas de nuestra misma clase para criar a los hijos y cuidar la casa«, sostenía Demóstenes sin ningún rubor.




Kelito Kesoy




En junio de 2014, Akihiro Suzuki, diputado japonés del partido del gobierno, fue obligado a pedir disculpas a su colega en la oposición Ayaka Shiomura; cuando esta parlamentaria tomó la palabra para reflexionar sobre las dificultades con que tropiezan las mujeres japonesas para compaginar la vida profesional con su labor de madres, fue interrumpida por Akihiro Suzuki con comentarios groseros, seguidos de burlas marcadamente sexistas«¡Vete y cásate ya!», seguido de otros comentarios más vulgares, para luego añadir «¿Y tú, qué?, ¿Ya no puedes tener hijos?», entre las risas jocosas de los parlamentarios masculinos.




Tedigo Nokeja




Desde temprana edad, se enseña a las japonesas a someterse a los hombres de su familia, a cubrirse la boca cuando se ríen, y a cultivar una personalidad sumisa que apuntala el ego del varón.


En Japón, el marido tenía la misión de trabajar, de producir, mientras la mujer se concentraba en llevar las riendas de la familia.


Antes y ahora, ella asume la completa responsabilidad de la educación de los hijos y de administrar los ingresos del hogar, incluso asignándole al marido un cantidad periódica para sus gastos.


Ella ha llevado la carga del éxito o del fracaso escolar de los niños.


Los maridos han pasado largas horas alejados de sus hogares, delegando prácticamente todos los asuntos de la casa a las esposas… Así que muchas mujeres abandonan sus empleos una vez se casan, para poder dedicarse a tan exigente y absorbente trabajo en el hogar.




Cruel atadura




Así, la tasa de participación de la mujer en la fuerza laboral de Japón permanece casi constante desde el año 1965.




(Continuará)



26
Ene
15

Virtualidades 7

Bajo la sombra del monte Fuji


Si una mujer que va paseando 10 horas por Manhattan recibe más de 100 increpaciones de varones, es fácil imaginar por lo que pasan las mujeres de Japón, Malasia, Filipinas, Corea, Uganda, Nicaragua, Costa Rica, Chequia, Polonia, Suiza


Bueno, la lista incluye, en mayor o menor escala, a todos los países.


Los hombres no se considerarían con derecho a maltratar a sus compañeras si la sociedad no les hubiera convencido de que éstas son una cosa más de su propiedad.


Y las mujeres no se dejarían maltratar si no hubieran sido socializadas para ser seres dependientes, siempre «al servicio».




Yanonoto Tukarma




Las mujeres sometidas desarrollan un autoengaño psíquico para sobrevivir, similares a los que se han visto en los campos de concentración: se enganchan a rutinas; sus días pasan sin emociones; sin querer pensar.


Verdaderamente, viven en un mundo virtual.


Automáticamente.


Toman como una verdad absoluta que «haga lo que haga, nada va a cambiar», limitando así su acción… Es el mismo mecanismo de «indefensión aprendida» de los experimentos de Martin Seligman que ya vimos.




Nikato Nidejo




Los hombres que maltratan a las mujeres suelen tener baja autoestima.


Y suelen tener una baja autoestima, porque no consiguen cumplir con las expectativas que automáticamente se le atribuyen: ser «el hombre de la casa«, llevar suficiente dinero, hacerse el fuerte, ser dominante, ostentar poder, mostrarse intimidante


Se le exige, en aras de maximizar la obtención de beneficios, que ejerza un rol injusto para él y su pareja; un papel que, en realidad, no beneficia a ninguno de los dos.


Eso cuadra con las altísimas tasas de suicidio de los trabajadores varones japoneses… El suicidio en Japón no tiene la connotación de huida, sino de protesta.




Toito Metomo




Y cuadra, también, con su alto grado de alcoholismo.


Japón es el país más tolerante con el consumo de alcohol.


El número de adictos que reciben tratamiento supera el millón.


Nada sorprendente.


El 60% de los hombres que padecen problemas con el alcohol son trabajadores asalariados… Beben con clientes y compañeros por miedo a ser excluidos del grupo y a fracasar en sus aspiraciones profesionales en una sociedad con tan rígidas relaciones sociales como la japonesa.


No obstante, el maltrato no es fruto del problema de alcoholismo masculino; la ingesta de alcohol no produce violencia: sólo desinhibe la que el maltratador lleva dentro.


De una manera distinta y complementaria, el hombre también vive autoengañado, interiorizando un personaje con poder que no es real.


Pero suele resultar mucho más fácil y gratificante representar el papel de amo que el de esclavo.


Especialmente, cuando llegan a casa por la noche, después de haberse controlado, eso sí, con su jefe, durante todo el día.


Y manifiesta esa falta de autoestima y exceso de frustración, agrediendo a su pareja.




Mikara Tedoy




Se trata de otra manifestación del «estrés de la pobreza» de las sociedades más desiguales y deshumanizadas: las que te hacen sentir inferior, incompetente, inútil, con frustración, y alientan desconsideracion, menosprecio y complejos de inferioridad.


Sociedades que no valoran la vida humana; sólo su valor económico.


Las agresiones domésticas se contabilizan en las estadísticas, porque sólo se denuncia un 5% de los casos.


Si todos los hechos se denunciasen, estaríamos hablando de una violencia social sólo comparable con una esclavitud a escala global.


Además, con impunidad.




Kitesako Losojo




Japón no aprobó su primera ley contra la violencia doméstica hasta 2002… De poca utilidad cuando no se aplica, ni no incluye tratamiento psicológico para el maltratador ni realojo y un medio de subsistencia para la víctima.


Además, ninguna ley persigue a quienes fomentan, promueven o incitan directa o indirectamente con mensajes sexistas en la publicidad, los programas de TV, e incluso con lenguaje sexista en los medios de comunicación o de entretenimiento, incluido el infantil.


Se discrimina a la mujer mediante imágenes, actitudes, decisiones, expresiones, omisionesAbiertamente.




Asako Palmito




Se puede reconocer todo tipo de estereotipos sexistas…


Se transmite inferioridad intelectual de las mujeres respecto a los hombres.


Se las desplaza a un segundo plano.


Se manifiesta su dependencia del hombre.


Se la invisibiliza , dándole el monopolio al hombre.


Se exponen y normalizan agresiones físicas o psicológicas hacia la mujer.


Se difunde la necesidad de que la mujer se ajuste a un físico establecido.


Se la utiliza como reclamo sexual, como mujer-objeto.


Se atribuye a la mujer el cuidado de los demás (hijos, marido, mayores, enfermos…) y la realización de las tareas del hogar como labores propias de su género.




Kedibu Maflojo




Se transmiten comportamientos diferentes para hombres y mujeres…


Ocurre hasta en los cómics y en los dibujos animadosEspecialmente, en los manga japoneses, donde las escenas de violencia de género y los estereotipos sexistas se acentúan aún más, si cabe.


«Tiene delito» que el nacimiento determine el porvenir, pero, en eso, no haya delito asociado.




Mikosa Mekita




De antemano, es un problema con las mujeres.


Pero, de hecho, es un problema con los Derechos Humanos.




(Continuará)



22
Dic
14

Virtualidades 6

Misako Unakaka


Uno de los problemas de fertilidad de Japón es la edad del matrimonio.


Las mujeres japonesas comenzaron a asistir en mayor medida a la universidad en la década de 1970, retrasando, por tanto, el matrimonio.


Consecuentemente, en el año 2000, la edad media del primer matrimonio para las graduadas universitarias ya sobrepasaba los 30 años.


Al principio, estas mujeres simplemente pospusieron la maternidad; luego, simplemente… abandonaron la idea.


Hoy día, las mujeres japonesas con estudios universitarios tienen, en promedio, apenas 1 hijo durante su vida… Muy lejos de la tasa 2 de mantenimiento poblacional.


Y, cuando se quedan embarazadas, el 60% de las trabajadoras abandona su empleo… Una cifra enorme comparada con otros países desarrollados y desiguales como EEUU, donde el abandono es del 30%.




Yohago Mikola




Otro de los múltiples problemas a que se enfrentan las madres japonesas es encontrar una guardería, pues la demanda supera en mucho a la oferta disponible.


Menos de un tercio de los niños japoneses menores de 3 años acude a guarderías; muy pocos, en comparación con el 63% que sí lo hace en Dinamarca, el 43% de Francia, o el 40% en EEUU.


Y, cuando los hijos dejan la guardería, la cosa tampoco mejora… Los profesores exigen mucho, esperan que las madres vayan prácticamente todos los días a la escuela, y demandan su participación en un sinfín de actividades.




Tekito Lobono




En Japón, la incorporación de la mujer como fuerza de trabajo, frente a lo que se pudiera pensar, ha reafirmado su condición de inferioridad, pues, desde el comienzo se la consideró como un sujeto al margen del sistema de empleo japonés, reservando para el varón las ventajas: el empleo vitalicio, los aumentos de sueldo por antigüedad, las bonificaciones, la formación interna, la protección sindical, el acceso a la alta dirección


Y el sueldo: la mujer japonesa media gana solo el 52% de lo que gana el varón japonés medio.


Esa diferencia es la mayor de todos los países «desarrollados«, e incluso superior a la de países «en proceso de desarrollo«.


Pese a hacer más horas que el hombre.




Tulomo Separte




Típico cuando accedes al empleo precario que surge tras despedir a hombres que tenían contratos fijos con protección laboral, y, por ende, resultaban más «caros» a las empresas.


Japón fue el primero de los países de la historia reciente que sufrieron un crash de burbuja inmobiliaria , para, a continuación, aplicar políticas económicas de recorte que no funcionaron, sumiendo al país en un período de estancamiento económico pero con inflación estanflación«) que dura décadas.




Precariedad del empleo en Japón




En Japón, de un sistema caracterizado por el predominio de trabajadores con contrato indefinido y a tiempo completo, contratados de manera casi inmediata al finalizar sus estudios de secundaria o universitarios, se ha pasado a un sistema donde predomina la figura del trabajador a tiempo parcial y con contrato temporal.


El «modelo» occidental de «contratación y despido«.




Tusako Nokupa




La presión del sistema la sufren tanto los hombres como las mujeres.


Abundan los casos de trabajadores varones que, careciendo de suficiente sueldo para pagarse un apartamento, alquilan cubículos en «cibercafés 24 horas»para vivir.


La tasa de suicidios de trabajadores masculinos es altísima… En 2011 ocupaba el lugar mundial.


Dudoso honor, máxime teniendo en cuenta que Japón figura como una de las primeras potencias económicas del mundo.


Entre los hombres se producen casos de muerte por agotamiento en el trabajo, por sobrecarga y por exceso de horarios, como resultado de una aplicación extrema de modelos regidos por el principio ideológico del kaizen («progreso»), que exige del trabajador más que su participación, su entrega absoluta y su superación continua.




Laketiene Keservir




Pero no cabe duda de que la mujer sigue desempeñando un papel social secundariotambién, en el trabajo.


Las japonesas sufren mayor inestabilidad laboral que los japoneses.


Eso, supuesto que las contraten, y el empresario no prefiera a una persona que no pueda quedarse embarazada.


De hecho, Japón aparece en el puesto 101 en la lista de 135 países analizados en el informe global sobre igualdad de género del Foro Económico Mundial (WEF) de 2012, que mide cómo se distribuyen recursos y oportunidades entre los hombres y las mujeres… Sólo 4 puestos por encima de India, el peor país del G-20 para ser mujer, según un estudio de la Fundación Thomson Reuters.


El 11% de las mujeres casadas son pobres.


En Japón, la feminización de la pobreza también aparece por el abandono, la incapacitación o el fallecimiento del marido.


A su vez, la mitad de las divorciadas se ve inmersa en una lucha para llegar a fin de mes, y la mitad de los hogares de madres solteras en Japón vive bajo el umbral de la pobreza, resultando que el país ocupe también los puestos más bajos de las clasificaciones de la OCDE.




Feminización japonesa de la pobreza




1 de cada 3 mujeres de entre 20 y 64 que viven solas, son pobres.


La pobreza femenina es un mal endémico en la sociedad japonesa debido al papel secundario que tradicionalmente ha desempeñado la mujer.




Tekomo Toito




Hasta hace pocas décadas, las japonesas debían caminar tras el hombre a una distancia de 10 pasos.


Y cualquier hombre japonés podía divorciarse de su esposa por ofensas tan triviales como el hecho de que hablase demasiado. La mujer sólo podían promover la separación si su marido cometía delitos graves.


Las mujeres no pueden ser maestras en la preparación del sushi, el popular plato de cocina japonés; las razones que dan los maestros son éstas: las mujeres menstruan, llevan perfume y maquillaje, se les haría muy arduo, tienen las manos pequeñas, y sobre todo, porque esas manos son «demasiado calientes para manejar el arroz«…


Entre prejuicios y falsedades, se vuelve a constatar la apropiación masculina de los trabajos más prestigiosos, y la exclusión cultural de las mujeres.




Kimona Supaya




En la naturaleza, cuando uno de los sexos invierte considerablemente más que el otro, aquel se vuelve más selectivo, obligando a los miembros de éste a competir entre sí para poder aparearse. Y, cuando ambos sexos invierten lo mismo, la selección sexual opera de manera similar en los dos sexos.


Pues bien… En Gran Bretaña, tienden a buscar pareja primando la seguridad financiera y el rango social más las mujeres que los hombres, en una proporción de 3 a 1.


Y, en Japón, la proporción es de 31 a 1.




Tejuro Temaldigo




Las denuncias de violencia doméstica en Japón durante el primer semestre de 2012 se incrementaron un significativo 46,3% respecto al mismo periodo del año anterior.


Pero, en realidad… Ninguna mujer o niña del mundo está completamente a salvo de sufrir violencia y abusos.


(Continuará)



30
Nov
14

Virtualidades 5

Tekito Lagusa




No es que Japón se haya hecho abstinente, o se le haya pasado el arroz de repente.


El sexo figura, junto al hambre, entre las principales motivaciones de la acción humana, y es una fuerza importante de la evolución cultural.


Al igual que el hambre, el sexo conjuga, a la vez, pulsión y apetito.


Los efectos perniciosos de una privación sexual prolongada no son tan graves como los de un ayuno prolongado, pero, caso de no haber penuria alimenticia, el sexo se impone como deseo.


Es un hecho que los humanos bien alimentados no tienen problema en demorar los placeres de la mesa por los del lecho.


Su carencia se convierte en otra forma de «pasar hambre«.




Asako Tekomo




Los desvelos parentales, las iras conyugales, los espionajes policiales y los mandamientos eclesiales podrán desalentar o desviar el comportamiento apareatorio humano, pero nunca extinguir completamente la pulsión y el apetito de placer y alivio sexuales.


Es un instinto básico.


No como la guerra.


Come amor. Que es mejor hacer el amor, y no la guerra.


Hay una estrecha semejanza entre la búsqueda del placer sexual y la adicción a las drogas psicotrópicas: las endorfinas generadas son sustancias análogas al opio.


De modo que ni los japoneses ni nadie carece de motivación para hacer el amor.




Culturismo




La selección natural ha apostado porque obtengamos el placer más intenso al estimular los órganos que inician el proceso de la reproducción.


Sin embargo, la evolución cultural ha roto el vínculo que se suponía «natural» entre placer sexual y reproducción.


De hecho, también ha roto el vínculo entre el placer y el acto sexuales… ¿Qué, si no, hacen las drogas y los psicofármacos?




Preservativo prehistórico (Combarelle, Francia)




La desconexión entre el sexo y sus consecuencias reproductoras es muy anterior a la reciente era de técnicas avanzadas en materia de aborto y anticoncepción.


Las parejas de cualquier época pre-industrial recurrían a los efectos anticonceptivos de una lactancia prolongada para espaciar los nacimientos, utilizaban prácticas sexuales no reproductoras como la masturbación, la homosexualidad y el coitus interruptus; practicaban métodos abortivos, y aplicaban a los nacidos métodos indirectos de infanticidio, como dejarles morir de hambre lentamente, descuido físico y psicológico, y «accidentes«.


Japón no ha sido una excepción.




Madera japonesa sobre el aborto




El antropólogo G. William Skinner estudió los registros de nacimientos de dos aldeas japonesas del siglo XIX, y calculó que un tercio de todos los matrimonios mataba a su primer hijo.


A su vez, la historiadora Susan Hanley pudo afirmar que el infanticidio era tan corriente en el Japón premoderno, que se hizo costumbre no felicitar a la familia por el nacimiento de un hijo, hasta saber si iba o no a ser criado… Si la respuesta era negativa, nada se decía; si era afirmativa, se ofrecían las felicitaciones y regalos acostumbrados.


Todo esto sería imposible si el vínculo entre padres e hijos fuera el resultado «natural» del embarazo y el parto.




Nosako Toito




Los padres y madres humanos no están «programados de fábrica«, ni para procrear, ni para hacer todo lo posible por aumentar la esperanza de vida de su descendencia.


No es la selección natural, sino la cultural, la que determina el número de niños que los padres deciden, no ya procrear, sino criar.


Es fundamental comprender el crucial papel que juegan la cultura o el entorno en nuestra conducta; la Biología evolutiva darwiniana juega un papel muy limitado en comparación con las fuerzas de la evolución cultural.




Makina Degenes




La influencia de los genes como mera base biológica de la conducta estaba implícita en los escritos de pioneros del neo-darwinismo en el siglo XX, como R. A. Fisher en la década de los años 30′, W. D. Hamilton y G. C. Williams en la década de los 60′, y en la de los 70′ con John Maynard Smith y Robert Trivers, hasta alumbrarse en la obra de Richard Dawkins.


Su mensaje central es ya ortodoxia en los libros de texto.


Los robots son máquinas que contribuyen a nuestra supervivencia, pero, a una medida y complejidad mayor, los seres vivientes somos máquinas de supervivencia evolutiva para los genes.


Los cerebros pueden ser considerados, en este sentido, análogos a las computadoras: generan información de salida tras procesar la información de entrada y la memoria almacenada… Y tienen la capacidad para simular situaciones y predecir el futuro.


Los genes controlan la síntesis de las proteínas, pero es un proceso lento de manipular el mundo; así que, no pueden modificar el comportamiento diario de los seres vivos de forma directa, pero sí les preparan para ser flexibles y adaptables.


Los genes dan «instrucciones» a sus máquinas de supervivencia, no de manera específica, sino en términos de estrategias generales y trucos válidos para el asunto de vivir.


Eso nos incluye sobremanera.


Haciendo un símil con la programación robótica para jugar al ajedrez: los genes programaron a los robots humanos para aprender a adaptarse a cualquier situación de la partida de la vida.




Notoke Misako




Reproducirse no está determinado genéticamente.


Nada lo está, en el sentido de que algo obligatoriamente ocurrirá sólo por la existencia de uno o varios genes; los genes no se expresan si no se dan unas circunstancias particulares.


Perpetuarse no es obligatorio.




Inversión parental




En realidad, es un problema de bienestar. De coste-beneficio. De salud de los hijos. De procreación futura.


El biólogo Robert Trivers lo definió como un problema de inversión parental, referida al gasto energético y de tiempo por parte de los padres para beneficiar a sus crías a expensas de sus propias expectativas.


Benjamin White mostró que los padres son capaces de criar más niños si ello significa un saldo de beneficios, aunque sean mínimos.




Kampesino Kakato




Los padres de la era industrial actual han olvidado lo útiles que pueden ser los niños en casa.


En otras épocas, en cambio, los adultos sabían que la vida iba a ser extraordinariamente dura si no conseguían criar cierto número de hijos. Se esperaba que los niños se «ganasen su sustento» con pleno sentido material.


En las sociedades agrícolas y pre-industriales, los niños se hacen cargo de la mitad, aproximadamente, de todo el trabajo que realizan los miembros de la unidad doméstica.


Los niños comienzan a realizar faenas domésticas apenas echan a andar… A los 6 años, ayudan a recolectar leña para el fuego y transportan agua para cocinar y lavar; cuidan de sus hermanos menores; plantan, escardan y recogen la cosecha; muelen los cereales; llevan la comida a los adultos en los campos; barren el suelo; hacen recados


A la edad de 12 años, los niños varones, en promedio físicamente más fuertes, empiezan a producir más de lo que consumen.


En la adolescencia, están ya en condiciones de preparar la comida, trabajar a jornada completa en los campos, fabricar recipientes y pucheros, confeccionar esteras y redes, así como cazar, pastorear, pescar, o hacer, aún con menos eficacia, prácticamente todo lo que hacen los adultos.


A los 15, ya han compensado todos los años en que no se autosustentaban.


Como confirmó el antropólogo Marvin Harris, la relación entre el número de hijos y los ingresos ayuda a explicar por qué tantos países subdesarrollados han parecido contrarios al control de la población mediante planificación familiar: donde los beneficios netos de criar hijos exceden los costes, la familia que logre criar más hijos vivirá ligeramente mejor que sus vecinos… aunque disminuya el nivel de vida de la población general.




Yahize Yare




Cuando el modo de vida es, típicamente, la caza, la recolección o la agricultura, al envejecer los padres y abandonarles las fuerzas, los hijos resultan más valiosos.


O, más modernamente, cuando los padres envejecen y no pueden contar con pensiones, pagas, subsidios o asignaciones de beneficencia.


Es decir: cuando sólo pueden contar con sus hijos.




Tusako Telleno




La decisión de criar más o menos descendencia, también se extiende al sexo de la misma.


La preferencia por los hijos varones es mayor donde, por su dureza, el suelo deba desbrozarse mediante un arado manual y una yunta de bestias escasamente dispuestas a cooperar.


Pero, en los arrozales, las operaciones más importantes son el transplante y la escarda; son actividades que las mujeres pueden realizar con idéntica eficacia que los hombres por no depender de la fuerza física, con lo que, en esas regiones, los padres carecen de prejuicios contra la descendencia de sexo femenino, y tienen tantas hijas como hijos.




Kampesinado




La población agraria del Japón fue, en su momento, la más eficaz reguladora del proceso de reproducción de todo el mundo: durante el siglo XIX, los matrimonios campesinos ajustaban matemáticamente el tamaño y la composición sexual de su prole al tamaño y fertilidad de sus tierras.


Además, en Japón aún es popular el dicho de «primero la chica, después el chico«… Intentaban tener primero una hija, para que, como hermana mayor, pudiera ocuparse del varón o varones más pequeños.




Kinota Kisako




Los padres adaptan su inversión procreadora para maximizar la contribución neta de los hijos a su bienestar.


Cuanto más rápido pasen los niños de consumir más de lo que producen, a producir más de lo que consumen, mayor será el número de hijos que los padres tratarán de criar.


La reducción del valor del trabajo infantil en la agricultura o en la industria artesanal, provoca una reducción de la tasa de natalidad.


Y ésta tiende a cero, si al mismo tiempo, se obtiene mejor rendimiento invirtiendo en la cara educación intelectual impuesta por la intensificación de la mecanización y la automatización.


La industrialización elevó los costes de la procreación, pero la posterior transformación de las economías, desde la producción de bienes a la producción de información y servicios, los ha disparado.


Y van a más, en una sociedad de economía virtual.




Tuanime Desanima




Las tasas de éxito reproductor pueden aumentar o disminuir según satisfagan los deseos, necesidades, instintos, límites de tolerancia, vulnerabilidades y demás componentes biopsicológicos conocidos de la naturaleza humana.


Las personas procuran aumentar al máximo su tasa de éxito reproductor, no porque los impulse un deseo irresistible de tener muchos hijos, sino porque, bajo sus circunstancias, contar con una descendencia numerosa permite acceder a más sexo, ocio, comida, riqueza, aliados, apoyo en la vejez u otros beneficios que aumentan la calidad de vida.


Sólo si incrementan ese bienestar biopsicológico, la gente tiene más hijos.


Y, si incrementan su bienestar biopsicológico teniendo menos, tienen menos.




Mizumo Tafrio




Pedirle a los japoneses que tengan más hijos, no va resultar fácil.


Por lo menos… a las japonesas.




(Continuará)



31
Oct
14

Virtualidades 4

Taduro Tukoko


Para suyosJapón.


Japón ha sido un país pionero en el uso de la robótica.


Por supuesto, ésta se ha desarrollado con fines industriales en gran parte de los países tecnológicamente avanzados.


Lo que hace especial a Japón, es su obsesión por construir robots antropomorfos.


Dicen que los robots humanoides son una expresión de las creencias animistas del sintoísmo, para trascender su moderna tecnología: objetos inertes que portan el espíritu de su creador, expresando la interconexión entre seres animados e inanimados


Demasiado rebuscado.




Tukuero Taduro




Lo que realmente se persigue con su aspecto humano, es facilitar su integración entre nosotros.


Que sean aceptados.




Elnovamas




Anticipándose a los europeos, el proyecto japonés Innovation 25 gastará 25 billones de dólares durante 18 años para que en 2025 haya robots asistenciales trabajando a pleno rendimiento en el sector servicios.


Ya hay más de 60 tipos de robot doméstico disponibles en el mercado japonés.


El gobierno espera que haya al menos un robot en cada hogar, en sólo 6 años.




Nipiko Nipala




Tan gran inversión se fundamenta en el envejecimiento de Japón.


Entre 2010 y 2060, su población se reducirá un tercio, pasando de 128 millones a menos de 87 millones de habitantes.


Para 2060, habrá 4 ancianos por cada 10 personas.


El número de ancianos es ya mayor en las grandes áreas urbanas: son los jóvenes que marcharon a las ciudades para alimentar el crecimiento económico acelerado entre 1954 y 1973, en un gran éxodo rural, los que están envejeciendo.


La población en edad laboral, que llegó en 1995 a casi 88 millones de personas, disminuyó hasta los 82 millones en 2010, y pasará a 44 millones en 2060; es decir, para entonces, quedará reducida casi a la mitad.




Evolución PP de Japón




La caída de población activa hace difícil que Japón pueda mantener el puesto de tercera potencia económica mundial.


A medida que la población se contraiga, se reducirá también el consumo, y temen que los inversionistas globales no inviertan en un país cuya población laboral y de consumidores se está reduciendo.


Cuando ha habido demanda de mano de obra, los países han optado tradicionalmente por incorporar inmigrantes a su mercado de trabajo.




sushi shungo




Pero, en Japón, no es un plato de gusto.


No lo es para los trabajadores procedentes de los países vecinos del Sudeste Asiático que fueron víctimas del imperialismo japonés entre 1870 y 1941.


Tampoco parece serlo para los que ya están allí… Trabajadores y ex-trabajadores extranjeros aseguran que fueron engañados en su remuneración, y forzados a trabajar horas extras y a pagar enormes cantidades de dinero por el alquiler de viviendas que estaban en pésimas condiciones de salubridad.


Que Japón se ha negado a tratar a los trabajadores extranjeros como personas con derechos que se deben proteger, lo reconocen los propios sindicatos japoneses, que tildan la política estatal como de «usar y tirar mano de obra extranjera«.




Simikita Tejodo




Hasta la ONU ha llegado a pedir al gobierno que endurezca la lucha contra la discriminación manifiesta a extranjeros, y abandone su pasividad frente a las expresiones ofensivas ocurridas en diversas partes del país.


Incluso, pese a firmar en 1995 la Convención Internacional de la ONU contra toda forma de Discriminación Racial, Japón no ha tomado ninguna medida legislativa para impedir que las empresas y los entes públicos denieguen la entrada a clientes en base a su nacionalidad o su raza.


Por ser extranjero, te pueden negar la entrada a un bar japonés.




Simikaigo Miskoño




Resulta curioso, por cuanto se tiene al pueblo japonés como extremadamente educado y respetuoso.


Parece que ha sido educado en un pasado aislacionista, y respeta una aprensión hacia el extranjero que persiste y que se ha institucionalizado, hasta llegar a limitar los derechos de los trabajadores inmigrantes.


Y eso, a pesar de que les necesitan para compensar la baja natalidad… y que son pocos.


Los extranjeros y los inmigrantes de primera generación representan menos del 2% de la fuerza laboral de Japón, muy lejos del 14% en EEUU y del casi 12% en Alemania, por citar dos ejemplos.




Temiro Losojo




A principios de los 80′, Japón intentó paliar la falta de mano de obra trayéndose a los descendientes de los que se marcharon (‘nikkei-jin’) con el duro inicio del siglo XX.


Pero, aunque las previsiones eran optimistas, no llegaron ni 200.000 japoneses de segunda o tercera generación (menos del 1% de la población).


Hidenori Sakanaka, ex-jefe de la Oficina de Inmigración de Tokio, no se andó con medias tintas al asegurar que Japón necesita al menos 10 millones de inmigrantes en los próximos 50 años, o su economía se derrumbará: «Esa es realmente nuestra única salvación. Deberíamos permitir que (los extranjeros) entren en el país y asumir que puedan convertirse en residentes».


Un informe reciente de la ONU estima que Japón necesitará aceptar 17 millones de inmigrantes antes de 2050.


Jun Saito, del
Centro Japonés para la Investigación Económica, reclamó que «debe haber una política que acepte trabajadores no calificados extranjeros como seres humanos, para trabajar y empezar una nueva vida«.


Cuando al gobierno se le preguntó sobre la apertura de fronteras a otro tipo de inmigrantes, la reacción fue negativa; Koizumi Junichiro, ex-Primer Ministro, lo dejó meridianamente claro: «Si los trabajadores extranjeros exceden un cierto número, estamos condenados a causar un choque demasiado grande. Solo porque haya una disminución en la fuerza laboral en el país, no significa que debamos abrir las fronteras a los trabajadores extranjeros«.


Menudo jardín.




Tesako Lafoto




Desde luego, para una incorporación masiva, se precisaría una política que aceptase a los trabajadores extranjeros no cualificados «como seres humanos, que llegarían a Japón para trabajar y empezar una nueva vida«.


Como reconoce un ex-diputado japonés, los inmigrantes “no son robots que se devolverán después que terminen sus visados«.


Empezamos a ver otro interés más para impulsar la robótica.




Loaguanta Toito




La «cohesión social» suena muy bonita, pero también suena muy extraño preferir que te ayuden robots en vez de inmigrantes.


Sobre todo, porque la inmigración, si bien puede reducir la homogeneidad cultural y el comunitarismo, no tiene por qué conducir a la ruptura social si hay instituciones sólidas que conjuren el riesgo de quiebra sistémica.


El peso de unas instituciones modernas sería más que suficiente para asegurar que el flujo de recién llegados se canalizase adecuadamente, si así se desea.


De hecho, no hay ninguna nación desarrollada en Norteamérica o en Europa Occidental que se haya visto seriamente amenazada por la inmigración masiva; puede que el sentimiento y el panorama en las calles hayan cambiado, pero las instituciones centrales de estas sociedades, gusten o no, han permanecido intactas.




Tekambio Tukoko




Lo que sí amenazan la viabilidad a largo plazo de las sociedades democráticas modernas son la desigualdad y la segregación racial.


La solidaridad de estas sociedades se mide, en último término, por las oportunidades que ofrecen a todos sus miembros para alcanzar sus expectativas.


Sin ir más lejos… que los recién llegados sean incorporados de tal forma que se reduzcan las inevitables desigualdades iniciales y se les ofrezcan oportunidades de movilidad ascendente, estableciendo vías para promover la integración económica y social para ellos y sus hijos.


Claro, que, si las oportunidades se le niegan de forma sistemática al nativo… Imaginen al extranjero.


Esa es otra de las formas que tiene el statu quo para preservar sus privilegios.


Y así se conforma la preferencia de la automatización sobre la humanización.




Tesako Toito




Japón cuenta con más de la mitad de los robots industriales y de servicio del mundo.


Prefieren a los robots sobre los inmigrantes en el servicio doméstico, porque los robots no tienen diferencias culturales o históricas, ni recordarán guerras pasadas que les puedan hacer sentir culpables o incómodos.


Y los robots no enferman, ni piden vacaciones… y se les despide fácilmente.


Eso, al menos, es lo que argumenta el dueño de un restaurante japonés que sustituyó a sus camareros humanos japoneses por robots.


Ni se le pasó por la cabeza contratar a extranjeros, que tienen la fea costumbre de tener familia y, a veces, quedarse.




Tekito Lagana


En el supuesto de que quisieran venir.


Y en el supuesto de que haya suficientes inmigrantes para el desarrollo de todos los países en descenso demográfico… que son casi todos.


La actual tasa de fertilidad de Japón es de 1’3 hijos, insuficiente para un relevo o reemplazo generacional, que precisaría de una tasa de 2.




Temeto Notubito Dogu


Pero, a todo esto… ¿Es que ha perdido la población japonesa las ganas de procrear?… ¿Han dejado ellos mismos de ser humanos?


Bueno, de momento… Nikito Nipongo.




(Continuará)






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